Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: Los problemas sexuales derivados del cáncer

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martes, 13 de octubre de 2015

Los problemas sexuales derivados del cáncer

Tanto hombres como mujeres pueden tener problemas sexuales debido al cáncer o a su tratamiento. Los efectos secundarios son diferentes entre hombres y mujeres. Sin embargo, aunque puede ser incómodo, es importante comunicarle al médico o a otro integrante del equipo de atención médica los síntomas que experimenta. Si el médico no parece estar cómodo o no tener experiencia con estos problemas, pregúntele si lo puede derivar a un trabajador social o a otra persona en el equipo que pueda ayudarlo. Existen diversas opciones que ayudan a controlar los problemas sexuales que pueden presentarse.

Los problemas sexuales, que pueden ser provocados directamente por los tratamientos o indirectamente por reacciones psicológicas y cambios del estado de ánimo, que experimentan las personas con cáncer por lo general se dividen en cuatro categorías:
  •     Libido (impulso sexual) o trastornos del deseo, es decir, la disminución o la pérdida de las fantasías sexuales y el deseo
  •     Trastornos de la excitación sexual, entre los que se incluyen la incapacidad para alcanzar o mantener la excitación sexual, como la lubricación o la dilatación en las mujeres y la erección en los hombres
  •     Trastornos orgásmicos, es decir, el retraso o la ausencia de orgasmo después de una excitación normal, como es el caso de la eyaculación precoz en los hombres
  •     Trastornos del dolor, es decir, dolor genital durante las relaciones sexuales

El alivio de los efectos secundarios es un aspecto importante de la atención y el tratamiento para el cáncer. Hable con su equipo de atención médica sobre cualquier síntoma de problemas sexuales que experimente, incluido cualquier síntoma nuevo o un cambio en los síntomas. Es importante recibir ayuda para estos problemas ya que la salud sexual es parte de una buena calidad de vida.

Recuerde que la intimidad está estrechamente relacionada con la relación en un aspecto más amplio y con los sentimientos que uno tiene sobre uno mismo. Si hay tensiones en algún otra área, probablemente se reflejarán en la relación sexual. Por lo general, las personas tienen menos interés que el habitual en el sexo cuando se someten a un tratamiento activo y en tiempos de crisis. Durante la recuperación y la supervivencia, el interés en el sexo generalmente mejora.

Causas

La disfunción sexual puede producirse por uno o más de los siguientes factores:
  •     Cambios físicos debidos a la cirugía de un cáncer, la quimioterapia, la terapia hormonal o la radioterapia
  •     Cambios hormonales
  •     Fatiga
  •     Dolor
  •     Náuseas y vómitos
  •     Medicamentos que pueden reducir la libido
  •     Temor a la recidiva (regreso del cáncer)
  •     Estrés
  •     Depresión
  •     Ansiedad
  •     Cambios en la imagen que se tiene de sí mismo
  •     Descontento o vergüenza por los cambios físicos

Si cree que uno de los motivos anteriores está contribuyendo a sus dificultades sexuales, solicite al médico que trate este problema. Por ejemplo, muchas personas que se someten a un tratamiento para el cáncer experimentan fatiga, lo que puede quitarles fuerza y energía. A menudo, aprender a controlar la fatiga mejora otros efectos secundarios. Más aun, a menudo la persona puede sentirse mejor al controlar el dolor y otros efectos secundarios del tratamiento para el cáncer.

Diagnóstico

Es importante hablar honestamente con su médico, personal de enfermería u otro integrante del equipo de atención médica sobre los problemas sexuales. Recuerde que es completamente normal experimentar problemas relacionados con la intimidad y la sexualidad durante y después del tratamiento para el cáncer. Cualquiera de estos profesionales puede explicarle las reacciones típicas ante un tratamiento para el cáncer determinado y puede derivarlo a un profesional de la atención médica especialista en el tratamiento de la disfunción sexual, si fuera necesario. A menudo existen soluciones para estos problemas frecuentes. Antes de reunirse con el profesional de atención médica, quizá desee pensar sobre lo siguiente:
  •     Su actividad sexual antes del cáncer
  •     La manera en que el cáncer ha modificado su actividad sexual
  •     Cualquier problema existente o posible en su relación

La comunicación honesta y abierta con su cónyuge o pareja a menudo mejora algunos problemas sexuales y puede ayudar con toda tensión que sienta con respecto a un cambio en su relación sexual. A usted y su pareja puede serles útil encontrar un buen consejero que tenga experiencia trabajando con pacientes con cáncer y hablar sobre algunos de estos problemas.

Control de los efectos secundarios sexuales físicos en las mujeres

Para mujeres que experimentan dolor o sequedad vaginal, los siguientes tratamientos pueden ayudar:
  •     Terapia de reemplazo hormonal (sólo para cánceres que no se verán afectados por los tratamientos hormonales)
  •     Bajas dosis de estrógeno vaginal para cánceres que no serán afectados por hormonas. Consulte esta opción con su médico, ya que este tratamiento a menudo afecta la calidad de vida de una mujer y debe considerarse en esta decisión.
  •     Humectantes o lubricantes vaginales. Hay muchos productos disponibles, y la mayoría puede comprarse en Internet. Dos excelentes sugerencias, económicas y no embarazosas, son aceite de canola y Albolene (se vende como desmaquillante).
  •     Dilatadores vaginales, que ayudan a que la vagina se expanda gradualmente. Se necesita receta para ellos y son de mayor utilidad para las mujeres que han tenido una cirugía del área pélvica. Si los usa, puede ser más cómodo en un baño caliente.
  •     Geles anestésicos (que ayudan con el dolor). Tenga en cuenta que esta solución puede tener una consecuencia indeseada para los hombres: el gel también puede producir que pierdan la erección ya que ellos también pierden sensación.

Control de los efectos secundarios sexuales físicos en los hombres

Para aquellos hombres con problemas de erección, las siguientes sugerencias pueden ayudar a aumentar el deseo y la potencia sexual:
  •     Medicamentos que ayudan a los varones a alcanzar y mantener una erección, como el sildenafil (Viagra), el tadalafil (Cialis) o el vardenafil (Levitra)
  •     Implantes de pene
  •     Medicamentos para aumentar el flujo sanguíneo hacia el pene, como el alprostadil intrauretral (Caverject, Edex o Muse) y la papaverina intracavernosa (a la venta bajo diversas marcas)

Antes de usar cualquiera de estos medicamentos, analice con su médico los riesgos y efectos secundarios posibles.



Es importante hablar honestamente con su médico

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