Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: abril 2016

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miércoles, 27 de abril de 2016

Excursión al "Temps de Flors" de Girona

Próximo 7 de Mayo de 2016, organizamos excursión a "Temps de Flors" en Girona

Salimos en autocar desde la Asociación y tras visita guiada por la ciudad, comemos en restaurant Masferrer de S.Feliu de Buixalleu.

El coste por persona es de 34 euros y debeis apuntaros en la secretaría de la Asociacion personalmente o por teléfono.

Espero os animeis y pasemos un dia agradable.

Un saludo, Jaime Sort.
Presidente de ABL.

Girona, totalmente floreada por "Temps de Flors"

martes, 26 de abril de 2016

Limitaciones del laringectomizado

Una de las principales cuestiones que nos planteamos a la hora de afrontar la laringectomía total es la relacionada con las posibles secuelas que pueden quedar después de la operación. Pasar por una intervención de esa envergadura, con ser importante, no deja de ser una más de tantas que se hacen y de las que, normalmente,  nos reponemos con bastante facilidad. Pero las consecuencias posteriores son las que hacen que sea muy diferente de las demás. Son esas secuelas las que tenemos que superar y procurar que no nos superen a nosotros.

La principal labor de los visitadores a los hospitales consiste, precisamente, en que los pacientes puedan ver y comprender en persona, en el ejemplo viviente de quien  les visita, cual es la situación real postraumática, podríamos decir, del laringectomizado después de trascurridos los primeros meses, a veces años.

Aunque no tengo mucha experiencia en visitas a los hospitales, si que he tenido bastantes ocasiones de hablar con pacientes y familiares. Y hay dos aspectos en los que se pueden resumir mi manera de enfocar los comentarios. Primero decir que, como bien lo ven, nuestra situación no es ningún drama y que hacemos una vida totalmente normal sin mayores secuelas, y la segunda, dirigida sobre todo a los familiares, que lo que les espera no es nada fácil, superable sí, pero con unos meses por delante muy complicados y difíciles. Creo que no es bueno dejar en el aire un optimismo demasiado facilón. Puede llegar el caso de que el paciente sea “acusado de quejita o blandengue” y bien sabemos quienes lo hemos pasado que de eso nada, que hay que pasarlo y superarlo y eso lleva tiempo, molestias, nervios, de todo un poco.

Hecho este preámbulo pasemos a comentar las secuelas, limitaciones, que nos quedan, podríamos decir, de por vida. No voy a hacer una relación y estudio de cada una de ellas, ya está escrito en otros sitios y además no tendría espacio suficiente ni es mi intención hacerlo. Por enumerar algunas diré que las principales son los problemas con el habla, las molestias en el cuello y hombros, las precauciones con el agua, la limpieza y cuidados del estoma, las flemas, la escasez  de saliva, la casi falta de olor, etc. Dicho así, y a sabiendas que faltan algunas, parecen muchas e importantes, y lo son, claro que sí, pero ya veremos cómo no es para tanto.

Solemos decir, como he dicho antes, que los laringectomizados hacemos vida prácticamente normal y que las secuelas son casi nulas. Y es cierto a pesar de las enumeradas, pero también lo es que tenemos que adaptarnos a esas limitaciones y superarlas. Parecen dos conceptos totalmente opuestos y a lo mejor lo son pero si lo miramos desde un punto de vista general veremos que no. Y para comprenderlo voy a hacer una pregunta:

¿Quién pude afirmar, sobre todo a cierta edad, que no tiene limitaciones, dolores, quejas, males, ayes en general de que quejarse?

Suele decirse que todos tenemos algo de qué lamentarnos y si no… nos lo inventamos. Y esto en una verdad como un templo. De modo que nosotros, los laringectomizados, tenemos la suerte de que no nos tenemos que inventar nada, lo nuestro es real. (Perdón por la ironía, pero un poco de humor nunca está mal). Eso quiere decir que nuestras limitaciones no son mucho más grandes que las de otros en situaciones parecidas, de edad sobre todo. Eso sí, como son reales también tenemos que hacer esfuerzos reales de superación, no pensemos que con lamentarnos delante del primero que se nos presente, con desahogarnos con cualquiera, se nos van a arreglar. El que se los inventa quizá sí le sirva de algo, al menos en parte, pero a nosotros no.

Esto mismo que comento sobre los laringectomizados sirve, como no, para cualquier otro problema crónico, no solo relacionado con la salud, sino también para cualquier mal con el que tengamos que convivir siempre. 

Son bien conocidos los tres pasos que tenemos que dar en situaciones de este tipo:
  •     Conocer el problema, cuanto más mejor
  •     Aceptarlo tal como es
  •     Luchar por superarlo

Sobre estas bases es sobre lo que tenemos que enfocar nuestras limitaciones para conseguir superarlas e incluso hacer que desaparezcan. Es bien conocido el eslogan de que “cuando nos falta un sentido los otros se agudizan para complementarlo”, pues algo así tendremos que hacer nosotros. No sé cómo superarlo en cada caso, lo mismo que no conozco las limitaciones de cada uno, pero seguro que si nos centramos en superarlos lo conseguiremos. En otras palabras, no hay remedios estándar, cada uno ha de buscar el suyo. Los consejos y ejemplos de los demás nos podrán ayudar, por supuesto, pero no siempre lo que es bueno para uno sirve para los demás.

No quiero terminar este artículo sin hacer mención de los laringectomizados que, lejos de superar las limitaciones, se ocultan en sus casas y en sí mismos y no hacen nada por sobreponerse. Por eso mismo, por ese enclaustramiento voluntario, es muy difícil saber cuántos y quiénes son pero de todos es sabido que existen y son bastante más de lo que nos imaginamos. Alguna vez se ha comentado sobre la manera de ayudarles, pero difícilmente podremos hacer nada si no son ellos los que empiezan a ayudarse a sí mismos. Además suele ocurrir que no solo no hacen nada por si mismo sino que incluso rechazan enérgicamente las ayudas ajenas.

¡Qué se va a hacer…! 


Un laringectomizado ha de luchar para  superar sus limitaciones

lunes, 25 de abril de 2016

Obstrucciones respiratorias en los laringectomizados

Después de una laringectomía total, las vías respiratorias altas quedan inactivas e incompletas, ya que el tracto, (la laringe), que las conecta con la tráquea se ha extirpado, y la respiración pasa a efectuarse solamente por el estoma.

Dejando aparte el no poder hablar, la notable hinchazón de la cara y cuello y el dolor que da en los hombros hacer un esfuerzo acodándose en los brazos, la consecuencia más molesta que se experimenta es la reincidente desazón para respirar. Las secreciones mucosas de las vías respiratorias bajas se incrementan, se mezclan con sangre, tienden a espesarse, obstruyen la cánula y se expulsan con accesos de tos punzantes. Y no es improbable que la mucosidad sanguinolenta salga despedida a varios metros de distancia o que produzca tapones que merman o impiden la respiración.

Recientemente varios laringectomizados han pasado a planta después de la cirugía y me han preguntado, ellos o sus familiares, si esto sucede normalmente y que remedios existen. El hijo de uno de estos ha expuesto: «No quiero dejar de contarte el mal trago que pasamos ayer. Después de cuatro días en UCI le subieron a planta; la verdad que mi padre andaba molesto. Decidimos quedarnos mi madre y yo; y durante toda la noche le estuvimos reincorporando para que expulsara flemas; a las seis de la mañana se reincorpora y se siente ahogar, mi madre desesperada pidiendo auxilio y yo corriendo hacia las enfermeras y auxiliares. Acudió una médica e intentaron aspirar, pero algo había que lo impedía; llamaron al médico de la UCI. Mi padre seguía inconsciente. Al final el médico de la UCi y ante el panorama decidió bajarle. Nosotros esperamos noticias; parece ser que la cánula estaba obstruida. Una noche muy dura y con mucha tensión. Te escribo con esperanza porque hemos ido a UCI, y era otra imagen, sereno, alegre, cariñoso y físicamente parece ser que bien.
La duda que me cabe es saber cómo poder evitar estos malos tragos, ¿no sería conveniente que le limpien la cánula y se la repongan por otra a diario?; ¿esto se lo deben hacer las enfermeras?, porque ante tal situación se lo podíamos sustituir los familiares, ¿es viable o hay que saber alguna cosa en especial? Ya me contaréis. La verdad que ayer fue una de las noches más duras de mi vida.
»

Pues, sí, es normal. Por la traqueostomía, las vías respiratorias bajas (tráquea, bronquios y pulmones), sufren la agresión del aire que entra sin filtrar ni calentar ni humedecer, lo que, antes de la operación, efectuaban las vías respiratorias altas (senos y fosas nasales y laringe), y, además, temporalmente se segrega una cantidad de mucosidad mayor de la normal. La mucosidad se genera como autodefensa por la entrada de aire en condiciones inadecuadas y, en esta situación, en contacto directo con el exterior, tiende a espesarse y resecarse, con lo que la expectoración es más difícil y hasta puede formar los conocidos “tapones”. La desazón y la angustia por la sensación (o algo más que sensación) de asfixia preocupa y asusta, lógicamente, al propio paciente y a los familiares que le asisten.

Existe la aparente solución inmediata de utilizar un aparato aspirador; digo aparente, porque, si bien es cierto que la aspiración puede “desatascar” la tráquea y los bronquios, es un sistema agresivo que hay que usar con precaución y limitadamente.

La manera de mantener la mucosidad fluida es recurrir a la humificación del aire que respire el laringectomizado. Para ello existen aparatos clínicos que dirigen vapor de agua o de suero fisiológico hacia el traqueostoma del paciente y otros, suero fisiológico nebulizado. Las aplicaciones se pueden efectuar varias veces al día durante el tiempo necesario.

En caso de no contar con el aparato específico se recurre a echar, con cierta frecuencia y especialmente cuando se nota acumulación de mucosidad, varias gotas de suero fisiológico en la cánula con un cuentagotas, con una jeringuilla (sin aguja) o con una ampolla. Esta acción diluye la mucosidad y produce un acceso de tos que la expulsa.

Y una forma muy sencilla y nada molesta para quitar la mucosidad retenida en la cánula interior es sacar el tubo interior, limpiarlo y volverlo a colocar.

Estos remedios los conoce el cirujano ORL, pero no siempre otro médico y el personal de enfermería.

El exceso de mucosidad y la necesidad de su expulsión persistirán al salir de la clínica durante cierto tiempo. Por ello hay que limpiar la cánula interior las veces que sea preciso y ésta y la exterior una vez al día. Además, principalmente en regiones de baja humedad ambiental, habrá que valerse de los medios disponibles para aumentarla, sobre todo en la habitación durante la noche. Puede hacerse con cazos con agua hirviente, recipientes encima o al lado de radiadores de calor o con humidificadores.

Y también habrá que servirse de las instilaciones de suero fisiológico tanto como sea preciso. Puesto que el suero fisiológico sólo es utilizable unos siete días después de abrir el recipiente, no merece la pena comprarlo en frasco, ya que hay que desperdiciar casi todo su contenido.

Una buena práctica, para quienes puedan hacerlo, es pasear al borde del mar y respirar el aire salino. (El suero fisiológico es una solución de sal y agua purificada.)

Humidificadores y nebulizadores

Disponer de humificador y nebulizador en casa es una opción recomendable. Existen humidificadores sencillos para la mesilla de noche que emiten un chorro vapor próximo a la respiración. Lo mejor, sin embargo, es efectuar la inhalación de vapor nebulizado.

Para la nebulización por el estoma se puede recurrir al centro de salud de la S.S. donde le indicarán la forma de poder efectuarla. Otra opción, muy cómoda, es disponer de un nebulizador propio, que se podrá aplicar dos o tres veces al día en las primeras semanas, con menos frecuencia posteriormente y esporádicamente más adelante. El inhalador-nebulizador emite una pulverización finísima del suero fisiológico que llega hasta los alveolos de los pulmones y, en caso de prescripción facultativa, de medicación.

También existen aspiradores caseros, los cuales, aparte de que no los considero recomendables, son innecesarios si se usa un nebulizador.

Estos aparatos, de los que existen varias marcas y modelos –en nebulizadores los hay de mesa y portátiles–, se pueden encontrar en ortopedias, comercios de material clínico y en algunas farmacias; y en Internet con los siguientes selectores: humidificador, vaporizador, aerosol, nebulizador.

Y ahora, para terminar, una observación para aportar tranquilidad ante un posible incidente. En el testimonio aportado más arriba, el hijo del paciente indica que su padre estaba inconsciente y esto se debe a que la asfixia reduce o para la aportación de oxígeno al cerebro. Pero también pueden darse desvanecimientos puntuales y breves, que si son así, pienso que no son para preocupar. Yo los tuve estando en la clínica y se me repitieron en casa. En la clínica incluso fueron objeto de atención del neurólogo, que no encontró que revelaran ninguna anomalía. Los desmayos ocurrían por un acceso de tos brusco y violento. Después de todo lo que he ido sabiendo por comentarios y lecturas, deduzco, puesto que todavía algún acceso de tos me produce un amago de pérdida de conciencia, que la causa es la obstrucción de las venas que riegan el cerebro y le interrumpen fugazmente el aporte de oxígeno.

Los nebulizadores has sido diseñados para adaptarse a la nariz o a la boca. Los laringectomizados pueden usarlo aplicando al estoma la mascarilla infantil de nariz.





jueves, 21 de abril de 2016

Mérida celebra este viernes la Asamblea Transfronteriza de Laringectomizados

Al acto acudirán personas de San Sebastián o de las ciudades portuguesas de Évora o Lisboa, que también visitarán monumentos de la capital autonómica y asistirán a una comida con productos gastronómicos de la tierra.

Mérida celebra este viernes, día 22, la novena Asamblea Transfronteriza de Laringectomizados con la participación de unas 150 personas y en donde se ofrecerán ponencias, charlas sobre nuevas terapias y mesas redondas.

Este evento se celebrará en la Asamblea de Extremadura y está previsto que cuente con la participación del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la presidenta de la cámara legislativa autonómica, Blanca Martín; el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles; y del alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna.

Dicha asamblea ha sido presentada este miércoles, día 20, por la presidenta de la Asociación de Laringectomizados de Extremadura, Amalia Franco; por la secretaria de la organización, Pilar Martínez, y por el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna.

Así, al acto acudirán personas de San Sebastián o de las ciudades portuguesas de Évora o Lisboa, que también visitarán monumentos de la capital autonómica y asistirán a una comida con productos gastronómicos de la tierra.

La secretaria de la organización, Pilar Martínez, ha explicado que en la asamblea también se hará un homenaje a los tres fundadores de la Asociación de Laringectomizados de Extremadura (ALEx), además de una ponencia sobre nuevos métodos de diagnóstico y nuevas terapias contra el cáncer a cargo del investigador y catedrático de la Universidad de Extremadura Pedro Fernández Salguero.

Además, también se celebrará una mesa redonda sobre aspectos sanitarios para los laringectomizados con un jefe de servicio del Hospital de Mérida, una psiconcóloga y una logopeda.

El programa de esta novena asamblea también incluye actuaciones musicales "altruistas" a cargo de Paco Torres y David de la Rosa, y del mago J.A. Pons, una cena de gala, y una charla sobre qué aportan las asociaciones a los pacientes.

Los asistentes a esta Asamblea Transfronteriza de Laringectomizados también visitarán este sábado, día 23, tanto el Teatro como el Anfiteatro romanos, ha explicado Pilar Martínez.

"EMPEÑO" E "ILUSIÓN"

Por otro lado, la presidenta de la Asociación de Laringectomizados de Extremadura, Amalia Franco, ha explicado que se ha puesto "empeño" en la organización de la asamblea e "ilusión", ya que se cumplen 25 años de la creación de la asociación que preside.

Amalia Franco, que también es la delegada en Mérida de la Asociación Oncológica de Extremadura (AOEx), ha manifestado que "todos los enfermos de cáncer" tienen que estar "unidos", además de añadir que las organizaciones contra el cáncer tienen "mucho camino por recorrer", por lo que ha abogado por "seguir avanzando" junto con los enfermos.

Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha agradecido a la organización de la asamblea que haya pensado en Mérida para celebrar este evento.

Rodríguez Osuna ha manifestado que es "fundamental" actuar en la vida de una manera positiva ante "las dificultades", por lo que el apoyo que brindan las organizaciones "no tiene precio".

El alcalde de Mérida ha señalado que el consistorio de la capital autonómica ha puesto "todo a disposición" de la AOEx, y que han adecentado el local de la organización en Mérida, ya que está prevista la celebración de "numerosos eventos".

Por último, Antonio Rodríguez Osuna ha explicado que el trabajo que realiza la AOEx es "altruista", por lo que ha puesto en valor a las personas que trabajan como voluntarias.


Una oportunidad para dar a conocer el trabajo de las asociaciones de Laringectomizados


miércoles, 20 de abril de 2016

¿A qué esperas para dejar el tabaco?

El tabaquismo está lejos de ser un problema superado. La presión social y las dos leyes antitabaco han conseguido bajar el consumo, pero el cuerpo no olvida. Los años enganchados a los cigarrillos pasan factura. Aunque todo el mundo abandonara hoy la adicción, seguiría muriendo gente por sus efectos. Aún así, una retirada siempre es la mejor alternativa.

«Imagina que cada día se estrellasen cuatro Boeing 747, eso sería lo equivalente a las muertes que produce diariamente el tabaco en Estados Unidos», destaca el cardiólogo Carlos Peña. Al especialista del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) le gusta echar mano de estos ejemplos que suponen una bofetada a cualquier idea errónea sobre las consecuencias del tabaquismo. «Es el causante número uno de las muertes por enfermedades cardiovasculares entre aquellos que no han superado o rondan los 40, ¡y es prevenible!», explica. El corazón es en realidad solo uno de los órganos que se resienten por los efectos que dejan en el cuerpo los componentes nocivos que contiene un cigarrillo. «Es algo que sabemos desde hace más de 50 años y aún así los jóvenes siguen fumando», resalta. La adolescencia continúa siendo la edad crítica. La mayoría de los que fuman comenzaron a hacerlo cuando tenían entre 14 y 18 años. Los futuros fumadores también se iniciarán en la adicción a esa edad.

En España, tras dos leyes antitabaco, la del 2006 y la del 2011, ambas promovidas por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y después de varias campañas advirtiendo sobre sus riesgos, fotos en las cajetillas incluidas, el consumo ha bajado. Si en el 2003 el 28,1% de los españoles eran fumadores, en el 2014 esta cifra cayó al 23% según la última Encuesta Europea de Salud publicada en el INE. Aún así, seguimos siendo de los europeos que más fumamos. En los países nórdicos la media está por debajo del 20%. Australia ha ido un paso más allá obligando a un embalaje neutro en los cartones, medida que han aprobado también Reino Unido y Francia. «En la consulta el número de infartos baja cada año», comenta el doctor Carlos Peña. Valora positivamente una normativa restrictiva, pero señala que no se puede pensar que con eso se ha pasado página. A pesar del respiro que puede suponer la caída del número de fumadores, otro informe obliga a mantener la alerta. El último estudio epidemiológico sobre tabaquismo realizado en el país cifra en 60.456 los fallecidos en el 2012 por motivos vinculados al tabaco. Es el pico más alto. Unas 166 muertes al día, 44 de ellas mujeres.

El tabaco deja huella y al cuerpo humano le sobra memoria. «Estamos hablando de una enfermedad que es adictiva y crónica al mismo tiempo. Empieza en edad pediátrica, con el primer pitillo en el recreo, y se manifiesta al cabo de 20 o 30 años», explica el neumólogo Carlos Rábade. «Van a pasar años antes de que veamos los efectos de la legislación contra el tabaco. Los que están sufriendo dolencias graves ahora son los que empezaron a fumar hace tres décadas», subraya. Tanto él como su compañero en el hospital, Carlos Peña, ponen el acento en un punto, o mejor dicho, en un género, el femenino. «Si fumar aumenta por tres el riesgo de sufrir un infarto en un varón, en las mujeres lo multiplica por seis», destaca Peña. En el caso del cáncer de pulmón se habla ya de una feminización de esta dolencia. Mientras en el 2003 perdieron la vida 186 gallegas por un tumor de tráquea, bronquios o pulmón, en el 2013 fueron 313, un 70% más. También han aumentado las muertes entre los hombres, pero a una velocidad muy distinta, un 13% en los últimos diez años en Galicia. «Fumar no se generalizó entre las mujeres hasta las décadas de los 70 y 80. Empezaron más tarde, ahora estamos viendo el resultado», indica Rábade. Muchas ni siquiera encendieron un cigarro.

La Sociedad Española de Oncología sostiene que un 22% de los tumores en el pulmón se producen en no fumadoras. Al tabaco se le atribuyen un 85% de los cánceres pulmonares. Es el de mayor incidencia mortal entre los hombres, pronto puede superar en mortalidad al de mama entre ellas. «Al hablar de cáncer y tabaco siempre pensamos en los pulmones pero la realidad es que la asociación todavía es mayor en los tumores de boca, laringe, faringe y esófago, los que conocemos como de la cabeza, sin incluir aquí los cerebrales, y también en los de vejiga», advierte el oncólogo del CHUS, Jorge García González. «Hay más de 200 productos químicos dañinos en un cigarrillo, alrededor de unos 50 de ellos ya se ha demostrado que son cancerígenos», añade.

A esto hay que añadir otro tipo de dolencias, hasta 25 vinculadas al tabaquismo: disfunción eréctil, tuberculosis pulmonar, diabetes, embarazo ectópico? La pregunta para muchos adictos es, ¿vale la pena dejar de fumar si tras años enganchados el daño en el organismo ya está hecho?. «El riesgo de desarrollar un cáncer siempre disminuye si se para de fumar», dice Jorge García.  «Si lo dejan, la mortalidad baja un 36% en el caso de los pacientes que tuvieron un primer infarto y fumaban», añade Carlos Peña.

Los pasos para dejarlo

Esa es la pregunta del millón. «Lo primero, aunque parezca obvio decirlo, es desearlo», responde Carlos Rábade. El neumólogo también es el responsable de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del CHUS. «Alguien que empieza con 16 tiene que pensar que lo más probable es que no lo deje nunca. A lo largo de los años la nicotina no solo provoca una adicción física, esa dependencia también es social e incluso gestual. Piensan, ¿qué hago con las manos?», relata. «Son conductas automáticas que se adquieren tras realizar una misma acción de forma repetitiva durante mucho tiempo. Muchos exfumadores sienten una tristeza profunda al principio. ¡No es solo decirle adiós a la nicotina, también a unas rutinas que llevaban haciendo 20 años!», exclama Rábade. Por eso, cuando un paciente entra en la consulta, hay una serie de consejos que no faltan: evitar el café en el bar de después de comer, eliminar todas las cajetillas que pueda tener al alcance, beber mucha agua, practicar una actividad que supla los huecos que antes invertía en fumar? «Combinamos una terapia psicológica con un tratamiento farmacológico en el caso de ser ambos necesarios. Científicamente es lo que está demostrado que funciona. Hay que tener en cuenta que no todos los fumadores son iguales. No es lo mismo llevar 30 años fumando que cinco», aclara. «Los parches o los chicles sustitutivos de la nicotina son el primer paso para controlar el síndrome de abstinencia. El siguiente, recetar inhibidores de los receptores nicotínicos como el Bupropion y agonistas de este compuesto como la Vareniclina», detalla Rábade. ¿Cuándo se convierte un paciente en un exfumador? «Si consigue cumplir un año entero sin fumar le damos el alta», dice. Llegados aquí la recaída se convierte en el principal temor. «El mayor riesgo está en los seis primeros meses. Al cabo de un año no hay tanto peligro de craving, el impulso fuerte de fumar un cigarrillo, sino de caer en la tentación de probarlo si nos lo ofrecen en una fiesta, por ejemplo. Hay que estar siempre alerta», remarca.

Otras terapias

Muchos fumadores buscan otros cauces. Marta Rodríguez, psicóloga en Lugo, añadió a sus terapias una sesión de hipnosis. «Es un apoyo a la psicoterapia y el paciente siempre tiene el control. A través de un estado de sugestión ligera intentamos acceder a su mente subconsciente y desbloquear aquellos conflictos internos que lo pueden llevar a fumar. Detrás de una adicción puede haber, por ejemplo, un problema de autoestima», asegura. Aunque no existen estadísticas clínicas sobre esta técnica aplicada a fumadores, muchos psicoanalistas utilizan la hipnosis para tratar diferentes problemas como la ansiedad, las fobias, la depresión o el miedo al parto, como una de las últimas pacientes de Marta Rodríguez. «La sensación es como la de estar en meditación. La hipnosis permite un mayor grado de concentración interna. Lo que se busca con ella es fortalecer una actitud. No es nada extraño ni mágico», apunta esta psicóloga.

Otra alternativa, que para muchos podría incluirse dentro del campo de las pseudociencias, es la que aplica otro psicólogo, Roberto Casas Pinto, de Teravanza, en Milladoiro. «Mi experiencia me dice que funciona en un 85% de los casos. Casi siempre, con una sola sesión es suficiente. Además, lo primero en lo que insisto es en que esta técnica no es sustitutiva de ningún tratamiento médico. También en que puede funcionar y reprimir el deseo, o que, en el peor de los casos, no suceda nada». Roberto resume así este proceso que se ha puesto de moda en varias clínicas españolas. «Aprovechando que el sistema nervioso tiene mecanismos de autorregulación, la idea es estimular o favorecer que se pongan en marcha para hacer frente al síndrome de abstinencia», detalla. ¿Cómo se consigue? A través de unos auriculares colocados en las orejas y de un puntero que genera luz infrarroja y que pasa por la cabeza. «Tiene una intensidad -insiste Roberto- muy baja. No se percibe nada y no hay efectos secundarios».

El susto de Diana

En ocasiones basta con un consejo médico y en otras, como la de Diana Fernández, en un buen susto. Esta vecina de A Coruña de 42 años se lo llevó cuando, tras ingresar en el hospital por una peritonitis, le descubrieron un tumor en el colon. No tuvo tiempo a reaccionar. La ingresaron y la operaron. Se pasó dos semanas en el hospital sin hacer lo que hacía todos los días nada más levantarse, dar unas caladas. Se enfrentó a una segunda operación y luego vino la radio y la quimioterapia.

De eso han pasado ya casi cuatro años. Cuatro años en los que no ha vuelto a probarlo. «Es una cuestión de fuerza de voluntad», mantiene. Desde entonces puede decirse que tiene otra vida. «Para empezar, me puedo permitir hacer más viajes. ¡Ahorro unos 400 euros mensuales con lo que no gasto en cartones!», confiesa. A pesar de su seguridad, reconoce que siempre será su punto débil. «Me sigue gustando su olor y pienso en ello constantemente. Pero sé que no puedo volver a caer. Soy tolerante con los que fuman, pero ahora que lo veo con perspectiva soy consciente de lo esclava que era. No soportaba el avión, pero no por el medio a volar. Nada más subirme solo deseaba aterrizar para encender un cigarrillo, notaba hasta temblores. Llegué a contabilizar el tiempo en pitillos. Tres y llega el bus. Dos y bajo a la calle», cuenta.

Convertirse en exfumadora también supone una reeducación. «Es como volver a la primera época. A perder la timidez en un pub para hablar con alguien sin un cigarrillo de por medio». Diana tiene una motivación de peso: «Mi vida giraba en torno al tabaco, tuve que aprender que gira en torno a mí». Y en eso ha salido ganando.



Los riesgos de padecer cáncer disminuyen cuando se deja de fumar

martes, 19 de abril de 2016

Otorrinolaringólogos extraen una laringe por la boca

Esta intervención es la segunda vez que se hace en Cataluña y la quinta en el mundo, con una técnica asistida por tecnología 3D

El Servicio de Otorrinolaringología y Patología cervicofacial del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona, liderado por el Dr. Enric Figuerola, ha realizado una intervención quirúrgica de otorrinolaringología con una nueva técnica quirúrgica, mínimamente invasiva, para abordar el tratamiento del cáncer de faringe, de laringe y de otras lesiones de la vía aerodigestiva superior. En esta intervención los especialistas han extraído una laringe por la boca (cirugía endoscópica). Es la segunda vez que se realiza en Cataluña y la quinta en todo el mundo.

Se trata de una nueva técnica basada en tecnología ultrasónica y con 3D que permite utilizar orificios naturales de la paciente, evitando la cirugía abierta. La técnica es menos agresiva, ha sangrado menos y la paciente se recupera antes y mejor. Además, no se dejan cicatrices externas y se disminuyen los días de hospitalización. Transcurridas unas semanas, los médicos colocarán una prótesis a la paciente para poder volver a hablar.

Los doctores Joan Carles Flores y Francesc Xavier Avilés, médicos especialistas del Servicio de Otorrinolaringología e investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), se plantearon esta posibilidad después de haber estado con el impulsor de esta técnica, a nivel mundial el Dr. Mario Fernández, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital del Henares de Madrid. De hecho, en esta primera intervención se ha contado con su asistencia. Xavier Avilés apunta que «este innovador abordaje, asistido por tecnología 3D, permite tratar lesiones de las vías aerodigestivas superiores de una forma mucho menos invasivas y más seguras para los pacientes».

Actualmente, el Servicio de otorrinolaringología del Joan XXIII forma parte del grupo que está introduciendo en Europa estas técnicas CEMICC (Cirugía endoscópica mínimamente invasiva de cabeza y cuello). Además, realiza cirugías de máxima complejidad y tiene numerosas publicaciones en las mejores revistas de la especialidad. Recientemente ha alcanzado una beca por investigar en el campo de la Oncología de cabeza y garganta, convirtiéndose en el centro de referencia en Tarragona y uno de los abanderados de Cataluña.


Hospital Joan XXIII de Tarragona

lunes, 18 de abril de 2016

Cambios en el estilo de vida después del cáncer de laringe

Usted no puede cambiar el hecho de que ha tenido cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones que le ayuden a mantenerse sano y a sentirse tan bien como pueda. Éste puede ser el momento de revaluar varios aspectos de su vida. Tal vez esté pensando de qué manera puede mejorar su salud a largo plazo. Algunas personas incluso comienzan durante el tratamiento.

Tome decisiones más saludables
Para muchas personas, recibir un diagnóstico de cáncer les ayuda a enfocarse en la salud de formas que tal vez no consideraban en el pasado. ¿Qué cosas podría hacer para ser una persona más saludable? Tal vez podría tratar de comer alimentos más sanos o hacer más ejercicio. Quizás podría reducir el consumo de bebidas alcohólicas o dejar el tabaco. Incluso cosas como mantener su nivel de estrés bajo control pueden ayudar. Éste es un buen momento para considerar incorporar cambios que puedan tener efectos positivos durante el resto de su vida. Se sentirá mejor y además, estará más sano.

Usted puede comenzar a ocuparse de los aspectos que más le inquietan. Obtenga ayuda para aquellos que le resulten más difíciles. Por ejemplo, si está considerando dejar de fumar y necesita ayuda, llámenos al 1-800-227-2345. La información que proporcionamos puede ayudarle a aumentar sus probabilidades de dejar de fumar por siempre.

Aliméntese mejor

Alimentarse bien puede ser difícil para cualquier persona, pero puede ser aún más difícil durante y después del tratamiento del cáncer. Esto es especialmente cierto para los cánceres de cabeza y de cuello, como cáncer de laringe o hipofaringe. Puede que el cáncer o su tratamiento afecte su capacidad de tragar el alimento o causar resequedad en la boca, pérdida de dientes y cambios en el gusto, entre otros problemas. Las náuseas pueden ser un problema a raíz de ciertos tratamientos. Tal vez no tenga apetito y pierda peso involuntariamente.

Si el tratamiento le ocasiona cambios de peso o problemas con la alimentación o el sentido del gusto, coma lo mejor que pueda y recuerde que estos problemas usualmente se alivian con el pasar del tiempo. Puede que encuentre útil comer porciones pequeñas cada 2 o 3 horas hasta que se sienta mejor. Usted puede también preguntar a los especialistas en cáncer que lo atienden sobre consultar los servicios de un nutricionista (un experto en nutrición) que le pueda dar ideas sobre cómo lidiar con estos efectos secundarios de su tratamiento.

Una de las mejores cosas que puede hacer después del tratamiento del cáncer consiste en adoptar hábitos saludables de alimentación. Puede que a usted le sorprendan los beneficios a largo plazo de algunos cambios simples, como aumentar la variedad de los alimentos sanos que consume. Lograr y mantener un peso saludable, adoptar una alimentación sana y limitar su consumo de alcohol puede reducir su riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Además, esto brinda muchos otros beneficios a la salud.

Descanso, cansancio y ejercicio

El cansancio extremo, también llamado fatiga, es muy común en las personas que reciben tratamiento contra el cáncer. Éste no es un tipo de cansancio normal, sino un agotamiento que no se alivia con el descanso. Para algunas personas, el cansancio permanece durante mucho tiempo después del tratamiento, y puede que les resulte difícil estar activas y realizar otras cosas que deseen llevar a cabo. No obstante, el ejercicio puede ayudar a reducir el cansancio. Los estudios han mostrado que los pacientes que siguen un programa de ejercicios adaptado a sus necesidades personales se sienten mejor física y emocionalmente, y pueden sobrellevar mejor su situación.

Si estuvo enfermo y no muy activo durante el tratamiento, es normal que haya perdido algo de su condición física, resistencia y fuerza muscular. Cualquier plan de actividad física debe ajustarse a su situación personal. Una persona de edad más avanzada que nunca se ha ejercitado no podrá hacer la misma cantidad de ejercicio que una de 20 años que juega tenis dos veces a la semana. Si no ha hecho ejercicios en varios años, usted tendrá que comenzar lentamente. Quizás deba comenzar con caminatas cortas.

Hable con el equipo de profesionales de la salud que le atienden, antes de comenzar. Pregúnteles qué opinan sobre su plan de ejercicios. Luego, trate de conseguir a alguien que le acompañe a hacer ejercicios de manera que no los haga solo. La compañía de familiares o amigos al comenzar un nuevo programa de ejercicios puede aportarle ese estímulo adicional para mantenerlo en marcha cuando la voluntad no sea suficiente.

Si usted siente demasiado cansancio, necesitará balancear la actividad con el descanso. Está bien descansar cuando lo necesite. En ocasiones, a algunas personas les resulta realmente difícil darse el permiso de tomar descansos cuando estaban acostumbradas a trabajar todo el día o a asumir las responsabilidades del hogar. Sin embargo, éste no es el momento de ser muy exigente con usted mismo. Esté atento a lo que su cuerpo desea y descanse cuando sea necesario.

Tenga en cuenta que el ejercicio puede mejorar su salud física y emocional:
  •     Mejora su condición cardiovascular (corazón y circulación).
  •     Junto con una buena alimentación, le ayudará a lograr y a mantener un peso saludable.
  •     Fortalece sus músculos.
  •     Reduce el cansancio y le ayuda a tener más energía.
  •     Ayuda a disminuir la ansiedad y la depresión.
  •     Le puede hacer sentir más feliz.
  •     Le ayuda a sentirse mejor consigo mismo.

Además, a largo plazo, sabemos que realizar regularmente una actividad física desempeña un papel en ayudar a reducir el riesgo de algunos cánceres. La práctica regular de actividad física también brinda otros beneficios a la salud.

¿Puedo reducir el riesgo de que mi cáncer progrese o regrese?

La mayoría de las personas quieren saber si hay cambios de estilo de vida específicos que puedan adoptar para reducir su riesgo de que el cáncer progrese o regrese. Para muchos de los tipos de cáncer existe poca evidencia sólida que pueda guiar a las personas. Sin embargo, esto no implica que no haya nada que no se pueda hacer, sino que en su mayor parte, esto aún no se ha estudiado bien. En la mayoría de los estudios se analizan los cambios del estilo de vida como una forma de prevenir que aparezca el cáncer en primer lugar, y no tanto para disminuir su progreso o prevenir su regreso.

El consumo de tabaco y alcohol ha sido claramente asociado con cánceres de laringe e hipofaringe. Por lo tanto, no fumar ni consumir alcohol puede ser beneficioso. Si usted fuma es muy importante que deje de hacerlo. Dejar de fumar mejora las probabilidades de que el tratamiento sea exitoso, reduce la probabilidad de que el cáncer regrese, y también podría reducir su probabilidad de desarrollar otros cánceres nuevos (especialmente otros cánceres de cabeza y cuello o pulmón), lo cual constituye un serio problema entre los sobrevivientes de cáncer de laringe y de hipofaringe. Abandonar el hábito también puede ayudar a mejorar su apetito y su estado general de salud

Puede que ayude el adoptar comportamientos saludables, tal como una buena alimentación, ejercitarse de forma habitual y mantener un peso saludable, aunque nadie está seguro de esto. Sin embargo, sí sabemos que estos cambios pueden tener efectos positivos en su salud que pueden ser mayores que el riesgo de cáncer.


Ejercicio y dieta ayudan a recuperarse del cáncer

jueves, 14 de abril de 2016

Cáncer laríngeo e hipofaríngeo: Síntomas y signos

Las personas con cáncer laríngeo o hipofaríngeo pueden experimentar los siguientes síntomas o signos. A veces, las personas con cáncer laríngeo o hipofaríngeo no muestran ninguno de estos síntomas. O bien, estos síntomas pueden producirse por otra afección médica que no sea cáncer.

  •         Ronquera u otros cambios en la voz que no desaparecen dentro de las dos semanas. Por lo general, esto se denomina síntoma temprano.
  •         Aumento del tamaño de un ganglio linfático o aparición de un nódulo en el cuello.
  •         Obstrucción de la vía respiratoria, dificultad para respirar y respiración ruidosa.
  •         Dolor de garganta persistente o sensación de algo atorado en la garganta.
  •         Dificultad para tragar que no desaparece.
  •         Dolor de oído.
  •         Mal aliento crónico.
  •         Asfixia.
  •         Pérdida de peso sin razón aparente.
  •         Fatiga.

Si le preocupan uno o más de los síntomas o signos de esta lista, hable con un médico y/o dentista, especialmente si no desaparecen o empeoran. Su médico le preguntará desde cuándo y con qué frecuencia ha tenido el (los) síntoma(s), entre otras preguntas. Esto es para ayudar a averiguar la causa del problema, es decir, el diagnóstico.

Debido a que muchos de estos síntomas pueden también estar ocasionados por otros trastornos no cancerosos, siempre es importante someterse a detecciones médicas y odontológicas regulares, en especial si la persona suele consumir alcohol habitualmente o utiliza productos derivados del tabaco o los ha consumido en el pasado. 

Si se diagnostica cáncer, el alivio de los síntomas sigue siendo un aspecto importante de la atención y del tratamiento del cáncer. Esto también puede denominarse manejo de los síntomas, cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Asegúrese de hablar con su equipo de atención médica sobre los síntomas que experimenta, incluidos cualquier síntoma nuevo o un cambio en los síntomas. Cuando se detectan en forma precoz, el cáncer laríngeo e hipofaríngeo a menudo se pueden tratar con éxito y preservar la función de la laringe y/o la hipofaringe.


La importancia de una detección precoz

miércoles, 13 de abril de 2016

¿Es contagioso el cáncer?

El cáncer No es contagioso.

Una persona saludable no puede “contagiarse” de alguien que ya lo tiene. No existe evidencia que indique que el contacto cercano ni tener sexo, besar, tocar, compartir comidas o respirar el mismo aire pueda causar que el cáncer se propague de una persona a otra.

Por lo general, las células cancerosas de una persona no pueden sobrevivir en el cuerpo de otra persona sana. El sistema inmunológico de la persona sana reconoce las células extrañas y las destruye, incluyendo las células cancerosas de otra persona.

Transmisión del cáncer durante un trasplante de órgano

Han surgido algunos casos en los que trasplantes de órganos de personas con cáncer han causado cáncer en personas que recibieron los órganos. No obstante, existe un factor principal que hace que esto sea posible: las personas que reciben trasplantes de órganos toman medicinas que debilitan sus sistemas inmunológicos. De esta manera sus sistemas inmunológicos no atacan ni destruyen el órgano trasplantado. Ésta parece ser la razón principal por la que el cáncer en un órgano trasplantado puede, en raros casos, transmitir el cáncer a la persona que recibe el órgano. Los donantes de órganos son cuidadosamente sometidos a pruebas para reducir este riesgo.

Riesgo de cáncer de por sí elevado después del trasplante

Aun así, los estudios recientes han demostrado que el cáncer es más común en personas que reciben trasplantes de órganos sólidos que en personas que no reciben estos trasplantes, incluso si el donante no tiene cáncer. Esto también parece deberse a los medicamentos que se administran para reducir el riesgo del rechazo del trasplante. La investigación ha demostrado que cuanto más tiempo y más intensamente se suprime el sistema inmunológico después del trasplante, mayor será el riesgo de cáncer. Los medicamentos que permiten que el cuerpo acepte el órgano también causan que el sistema inmunológico tenga menos capacidad para reconocer y atacar las células precancerosas y los virus que pueden causar cáncer.

Transmisión del cáncer durante el embarazo

Aun cuando una mujer tenga cáncer durante el embarazo, el cáncer rara vez afecta directamente al feto. Algunos cánceres se pueden propagar desde la madre hasta la placenta (el órgano que conecta a la madre con el feto), pero la mayoría de los cánceres no afectan al feto en sí. En muy pocos casos se ha encontrado que el melanoma (una forma de cáncer de piel) se propaga a la placenta y al feto.

Los gérmenes son contagiosos.

Se sabe que los gérmenes (especialmente bacterias y virus) se pueden transmitir de una persona a otra a través de sexo, besos, tacto y compartir o preparar comidas. Algunos incluso se pueden transmitir al respirar el mismo aire. Sin embargo, los gérmenes tienen más probabilidades de convertirse en una amenaza para las personas con cáncer que para una persona saludable. Esto se debe a que con frecuencia el sistema inmunológico de las personas con cáncer está debilitado, especialmente cuando se encuentran en tratamiento. Es posible que no puedan combatir las infecciones muy bien.

Los gérmenes pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Existen algunos gérmenes que pueden desempeñar un papel en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Esto puede hacerle creer incorrectamente a algunas personas que el cáncer es contagioso.

Virus

Sabemos que algunas formas de cáncer se encuentran con más frecuencia en personas que están infectadas con ciertos virus. Por ejemplo:

    Ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH, o HPV en inglés) están relacionados con los cánceres de cuello uterino, vagina, vulva, pene, ano y algunos cánceres de la boca, la garganta, la cabeza y el cuello. Sin embargo, fumar y consumir alcohol, y otros factores aumentan también el riesgo de estos cánceres.
  •     El virus de Epstein-Barr (VEB) se asocia con el cáncer de nariz y garganta (carcinoma nasofaríngeo), el linfoma de estómago, el linfoma de Hodgkin y el linfoma de Burkitt.
  •     Las infecciones por el virus de la hepatitis B (VHB) y el virus de la hepatitis C (VHC) están relacionadas con infecciones hepáticas prolongadas (crónicas), lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular).
  •     El virus del herpes humano tipo 8 (VHH-8, también llamado virus del herpes del sarcoma de Kaposi o VHSK) está relacionado con un tipo de cáncer llamado el sarcoma de Kaposi. La mayoría de las personas infectadas con el VHH-8 no desarrollan sarcoma de Kaposi a menos que también estén infectados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el sida. Algunas personas pueden padecer sarcoma de Kaposi si están recibiendo medicinas que debilitan sus sistemas inmunológicos (tal como los que se reciben después de un trasplante de órgano).
  •     El virus linfotrópico de células T humanas tipo 1 (HTLV-1) está relacionado con ciertos tipos de leucemia linfocítica y linfoma no Hodgkin.
  •     El cáncer invasivo de cuello uterino, el sarcoma de Kaposi y ciertos linfomas son mucho más comunes en personas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que debilita el sistema inmunológico y causa el sida. En muchos casos de cáncer relacionado con el VIH, otros virus (como el VHH-8 o el VPH) también desempeñan un papel importante en el crecimiento y del desarrollo del cáncer.

Estos virus se pueden propagar de persona a persona (generalmente a través de la sangre o de sexo), pero generalmente la infección viral no ocasiona cáncer. Un sistema inmunológico debilitado, otras infecciones, factores de riesgo (tal como fumar) y otros problemas de salud permiten que el cáncer se origine con más facilidad.

Bacteria

Hay bacterias que pueden también favorecer el cáncer. Helicobacter pylori es una bacteria común que ahora se sabe que está relacionada con ciertas clases de cáncer en el estómago. Las infecciones prolongadas con estas bacterias pueden dañar las capas internas del estómago y aumentar el riesgo de cáncer de estómago.

Parásitos

Ciertos gusanos parasitarios que pueden vivir dentro del cuerpo humano también pueden aumentar el riesgo de algunas clases de cánceres. En Estados Unidos o en otros países desarrollados, rara vez se encuentran parásitos que pueden causar cáncer, pero están relacionados con el cáncer de vejiga y de conductos biliares, y posiblemente también con otros tipos de cáncer.

El cáncer se origina debido a cambios en su ADN.

La mayoría de los cánceres no parecen ser causados o afectados por agentes infecciosos. El cáncer se origina debido a mutaciones (cambios) que ocurren en el ADN de una persona, la configuración genética en cada célula. Estos cambios podrían ser heredados o desarrollados durante la vida. Algunos cambios ocurren sin razón conocida, mientras que otros se deben a exposición ambiental, como daño causado por la exposición a la luz solar (UV) o al humo del cigarrillo. Se sabe que algunos virus causan directamente mutaciones del ADN, que se pueden convertir en cáncer. Otros gérmenes promueven el cáncer indirectamente al causar inflamación crónica (a largo plazo) o al debilitar el sistema inmunológico de una persona.

Los estudios científicos sobre las causas del cáncer indican que el cáncer no se propaga como una enfermedad contagiosa.

Si el cáncer fuera contagioso, tendríamos epidemias de cáncer similares a las epidemias de gripe, y el cáncer se podría propagar como el sarampión, la polio o el resfriado común. Podríamos esperar una alta tasa de cáncer entre los familiares y los amigos de los pacientes con cáncer y entre los profesionales médicos debido a su exposición a la enfermedad. Éste no es el caso.

El hecho que el cáncer podría ocurrir con más frecuencia en ciertas familias no significa que los miembros de una familia hayan contraído el cáncer entre ellos. Existen otras razones para que esto pueda ocurrir:
  •     Los miembros de una familia comparten los mismos genes.
  •     Los familiares pueden presentar estilos de vida no saludables similares (por ejemplo, hábitos alimentarios y el hábito de fumar).
  •     Todos los miembros de una familia pudieron haber estado expuestos al mismo químico que causa cáncer.

Algunas personas mencionan “grupos” de pacientes con cáncer que han tenido contacto entre sí, directo o indirecto, como prueba de que el cáncer es contagioso. Sin embargo, los científicos han determinado que estos grupos casi nunca reflejan una mayor incidencia de cáncer que la que se encontraría en una encuesta aleatoria entre el público en general. En el caso poco común en que realmente exista más cáncer en tal grupo, resulta difícil asegurarse de que los factores ambientales y culturales como la alimentación y el estilo de vida no son responsables.

Las personas con cáncer necesitan estar cerca de otras personas.

Aun hoy día, familiares, amigos y compañeros de trabajo de la persona que tiene cáncer se alejan algunas veces al enterarse de su enfermedad. En consecuencia, las personas con cáncer a menudo expresan que se sienten aisladas y solas.

Usted no tiene que alejarse de alguien con cáncer, pues no es una enfermedad que se contrae por estar en contacto con alguien que lo padezca. No tenga miedo de visitar a alguien con cáncer; pues él o ella necesita que le visiten y le apoyen.



El cáncer no se contagia

martes, 12 de abril de 2016

Los astronautas echarán un pulso al cáncer en Marte

Los tripulantes de una misión al planeta rojo recibirían dos tercios de toda la radiación permitida sin siquiera bajar de la nave, según datos obtenidos por el robot 'Curiosity'

Lo bueno de mandar a Marte un robot del tamaño de un todoterreno es que caben muchos extras. Uno de ellos, conocido como el instrumento RAD, acaba de hacer las primeras mediciones directas de la radiación que sufriría un astronauta que viajase a Marte de ida y vuelta. El aparato montado en el robot Curiosity y dotado de un instrumento que imita la piel humana, pasó los 253 días de travesía hasta Marte registrando la cantidad de partículas que atravesaban la nave e impactaban en sus sensores. Los resultados, publicados en Science, indican que los futuros pioneros de Marte recibirán dos tercios de toda la radiación admitida sólo durante el viaje de ida y vuelta al planeta, sin siquiera bajar de la nave.

"Estas no son sólo las mejores mediciones del entorno de radiación que recibiría un astronauta, también son las únicas que tenemos", explica aMateria Don Hassler, investigador del Instituto de Investigación Suroeste (EEUU) y coautor del trabajo. En el mismo también participan varios expertos de agencias espaciales como la NASA de EEUU o la DLR alemana.

Según los datos del RAD, los astronautas recibirían 0,66 sieverts de radiación durante un viaje de ida y vuelta de 360 días. La Agencia Espacial Europea y la NASA barajan límites máximos de radiación para toda la vida de un astronauta de 1 sievert . Los nuevos datos están tan cerca del límite, que pueden tener serios condicionantes para realizar una misión a Marte como la que planea la NASA para la década de 2030 u otras aventuras privadas que pretenden enviar astronautas voluntarios dentro de cinco años.

"Este es claramente un problema de aceptar el riesgo", admite Hassler. "Las misiones privadas no están obligadas a cumplir los límites de las agencias oficiales y por ejemplo Dennis Tito podría mandar astronautas [a Marte] sin necesidad de cumplirlas", explica Hassler. Se refiere a la misión Inspiration Mars, presentada este año por Dennis Tito, un multimillonario estadounidense que en 2001 fue el primer turista espacial en viajar a la Estación Espacial Internacional. Tito planea ahora una misión de ida y vuelta sin bajar de la nave en 2018. El plan es proteger el vehículo lo máximo posible de la radiación y tratar los futuros tumores de la pareja pionera en Tierra, si es que los desarrollan. Mientras, otro grupo privado, Mars One, apadrinado por un premio Nobel de Física, quiere enviar voluntarios a partir de 2023 para crear una colonia en el planeta rojo. Aunque se trata de un viaje sólo de ida, la organización dice haber recibido 78.000 solicitudes.

El precio de cruzar ese límite máximo de un sievert de radiación es un aumento de un 5% de las probabilidades de morir de cáncer. Esto puede parecer poco si se considera que cualquier hombre que nunca abandone la Tierra tiene en torno a un 12% de posibilidades de contraer cáncer de próstata, como resalta la web de Mars One. Pero, según se miren, los datos pueden parecer más preocupantes. Por ejemplo, según un estudio que Mars One usa como argumento, una mujer de entre 25 y 34 años tiene un riesgo de morir de cáncer tras el viaje a Marte de un 16,7%, mientras que en Tierra, las probabilidades de que una mujer muera de cáncer a los 75 años son de un 9% . Un fumador de esa edad tiene un 15% de probabilidades de morir por cáncer de pulmón. El problema es que los astronautas acumularían muchos de los riesgos naturales de cáncer que tienen los terrícolas más los asociados al viaje espacial. Esto ejemplifica el gran problema de planear excursiones a Marte: los cálculos de riesgo son inciertos y hay tantas variables en juego que es casi imposible trabajar con niveles muy altos de certeza.

"Este problema tiene que ser solucionado de una forma u otra antes de que los humanos puedan viajar al espacio profundo durante meses o años", explica Cary Zeitlin, coautor del trabajo e investigador del SWRI.

Si ir a Marte se convierte, como dice Hassler, en una cuestión de forzar los límites aceptables de riesgo, hacerlo será mucho más fácil para empresas privadas que para agencias públicas. En otras palabras, las corporaciones ganarán la carrera a Marte. "Los 0,6 sieverts están demasiado cerca de los límites para ser considerados aceptables", opina Alessandra Menicucci, una experta de la Agencia Espacial Europea que estudia nuevos materiales para aislar naves espaciales tripuladas de la radiación. "La ESA nunca aceptaría este nivel de riesgo, pero gente como Denis Tito, sí", comenta. Por eso, señala, las agencias espaciales como NASA o ESA no han concretado aún sus planes para mandar humanos a Marte.

El ser humano no está hecho para vivir en el espacio. El mayor peligro es la radiación en forma de átomos que pierden sus electrones y pasan a ser iones cargados que viajan a altas energías. El equipo del RAD ha analizado los dos grandes tipos de radiación espacial. La más peligrosa procede de rayos cósmicos, compuestos por partículas provenientes de fuera del sistema solar y que han sido aceleradas a altísimas energías por los campos magnéticos de la estrellas y otros cuerpos. Este tipo de radiación es baja, constante y la más difícil de combatir, ya que se frena muy poco por muy gruesa que sea la pared protectora de la nave. El otro tipo de radiación viene del Sol en forma de partículas energéticas solares, protones que viajan a menos velocidad, pero que pueden llegar a ser nocivos en caso de tormentas solares.

"Un vehículo que lleve a humanos al espacio profundo tendrá seguramente un refugio de tormentas contra las partículas solares", explica Zeitlin, pero añade, "los rayos cósmicos son más difíciles de parar y hasta un casco de aluminio de un pie [30 cm] no cambiaría mucho la dosis recibida".

La cuasi tragedia de las Apolo

El viaje del Curiosity, durante el que se tomaron las mediciones, fue especial. La actividad solar fue bastante reducida y la radiación originada por erupciones solares sólo supuso un 5% del total. Las erupciones solares no son fáciles de predecir y pueden llegar a ser muy peligrosas, lo que aumenta la incertidumbre de un viaje a Marte, o, por llamarlo de otra forma, el factor suerte. "Los eventos de partículas energéticas solares pueden producir dosis letales de radiación", explica Juha-Pekka Luntama, experto de tiempo solar de la ESA que trabaja en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), en Madrid. "Un evento como este sucedió en agosto de 1972, justo entre las misiones Apolo 16 y 17", recuerda Luntama, que es el jefe de los hombres del tiempo espacial de la agencia, quienes vigilan las erupciones solares y aprenden a predecirlas para evitar daños a satélites y, en el futuro, misiones tripuladas.

El estudio tendrá una segunda parte. "En unas semanas", dice Hassler, su equipo publicará estimaciones de la cantidad de radiación que recibirían los astronautas una vez hayan aterrizado en Marte. Aunque la atmósfera del planeta tiene un 1% del grosor de la de la Tierra, es capaz de reducir considerablemente la llegada de radiación, reduciéndolo hasta unos niveles que, "más o menos, son la mitad que los registrados en el espacio exterior", señala Hassler.


El cáncer será un inconveniente en un viaje a Marte

lunes, 11 de abril de 2016

Un fármaco contra el cáncer mejora el párkinson

El medicamento mejoró la cognición, las habilidades motoras y la función no-motora en pacientes con enfermedad de Parkinson y cuerpos de Lewy en un pequeño ensayo clínico en fase I en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown.

Un fármaco aprobado por la agencia norteamericana del medicamento para la leucemia mejoró la cognición, las habilidades motoras y la función no-motora en pacientes con enfermedad de Parkinson y cuerpos de Lewy en un pequeño ensayo clínico en fase I, según informan investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (GUMC, por sus siglas en inglés) en Washington, Estados Unidos.

Además, el fármaco nilotinib (comercializado como 'Tasigna' por Novartis), condujo a cambios estadísticamente significativos y prometedores en proteínas tóxicas vinculadas con la progresión de la enfermedad (biomarcadores), como revelan los datos del estudio, que se presentan en 'Neurociencia 2015', la Reunión Anual de la Sociedad para la Neurociencia, que celebrado este sábado en Chicago, Estados Unidos.

El director del laboratorio de Demencia y Parkinson de Georgetown, Charbel Moussa, realizó la investigación preclínica que llevó al descubrimiento de nilotinib para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Para realizar el estudio clínico, se asoció con Fernando Pagán, profesor asociado de Neurología en GUMC que dirige el Programa de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario MedStar de Georgetown.

La mayoría de los pacientes que lo probaron notaron mejoría

"A mi juicio, este estudio representa la primera vez que una terapia parece revertir --en un grado mayor o menor dependiendo de la etapa de la enfermedad_ el declive cognitivo y la disminución motora en pacientes con estos trastornos neurodegenerativos --dice Pagán--. Pero es fundamental llevar a cabo estudios más grandes y más completos antes de determinar el verdadero impacto del fármaco".

Los investigadores informan que el análisis de seis meses del escalado de dosis de nilotinib (150 a 300 mg al día), un tratamiento para la leucemia mielógena crónica o LMC, surtió beneficio para todos los pacientes que completaron el ensayo (11 de 12), con 10 pacientes que informaron de mejorías clínicas significativas.

Los pacientes también mostraron cambios positivos en biomarcadores relevantes de Parkinson en el líquido cefalorraquídeo (LCR) --alfa-sinucleína (a-sinucleína), beta amiloide-40/42 (Abeta-40/42) y dopamima-- con cambios estadísticamente significativos en Tau total y p-Tau. Estudios previos muestran que alfa-sinucleína y Abeta 40/42 en el LCR disminuyeron a medida que empeora la enfermedad de Parkinson, mientras que Tau y p-Tau se elevan en el LCR con la aparición de la demencia.

"Los cambios en el Tau, p-Tau, a-sinucleína y Abeta-40 y 42 en el líquido cefalorraquídeo sugieren la eliminación de proteínas tóxicas en el cerebro", explica Pagan. Sin embargo, estos expertos señalan que los resultados deben ser interpretados con cautela, ya que no hubo un grupo control para la comparación, además de que tampoco se comparó nilotinib con un placebo u otros medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson en el estudio.

Sin embargo, los investigadores informan que durante el uso de nilotinib por los participantes, la producción de dopamina aumentó en muchos pacientes, requiriendo dosis de L-dopa y otros fármacos dopaminérgicos utilizados para tratar el Parkinson. Suspender el tratamiento con nilotinib parece conducir a deterioro cognitivo y motor a pesar del restablecimiento de las terapias de L-dopa.

Los investigadores piden cautela

El objetivo principal del estudio fue probar la seguridad. Los investigadores dicen que el uso de nilotinib, en dosis mucho más pequeñas de las que se utilizan para tratar el cáncer (de hasta 800 mg al día), fue bien tolerado sin efectos secundarios graves y que el fármaco penetra en la barrera hematoencefálica en cantidades superiores a los fármacos dopaminérgicos.

Pero la eficacia observada en la cognición, las habilidades motoras y la mejoría de la función no-motora (como el estreñimiento) para muchos pacientes fue el resultado más dramático, dice Pagán. Los expertos informan de que una persona en silla de ruedas fue capaz de caminar de nuevo y otras tres personas que no podían hablar fueron capaces de mantener conversaciones.

"Los participantes del estudio con enfermedad en estadio temprano respondieron mejor, al igual que las personas diagnosticadas con demencia de cuerpos Lewy, a menudo descrita como una combinación de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer", apunta Pagan.


Los investigadores piden cautela

jueves, 7 de abril de 2016

La depresión y el cáncer

Es normal afligirse debido a los cambios que el cáncer ocasiona en la vida de una persona. El futuro, el cual quizás se veía tan seguro, puede parecer incierto ahora. Puede que algunos sueños y planes que se tenían contemplados ya no sean posibles. Pero si una persona ha estado triste durante un gran tiempo o tiene problemas para sobrellevar las actividades cotidianas, puede que tenga depresión clínica. De hecho, hasta una de cada cuatro personas con cáncer presenta depresión clínica.

La depresión clínica causa gran angustia, ineficiencia en el desempeño e incluso puede hacer que la persona con cáncer tenga una menor capacidad de seguir un plan de tratamiento. La buena noticia es que la depresión clínica puede ser tratada.

Si alguien que usted conoce presenta síntomas de depresión clínica, anímele para que busque ayuda. Existen muchas maneras para tratar la depresión clínica incluyendo medicamentos, asesoría o una combinación de ambos. Los tratamientos pueden reducir el sufrimiento y mejorar la calidad de vida.

Síntomas de la depresión clínica
  •     Estado de ánimo triste, resignado o “vacío” de manera persistente durante la mayor parte del día.
  •     Pérdida del interés o del placer para casi toda actividad durante la mayor parte del tiempo.
  •     Pérdida significativa de peso (sin hacer dieta) o un gran incremento en el peso.
  •     Sentirse “apagado” o fatigado y agitado casi todos los días, lo suficiente como para que los demás lo noten.
  •     Cansancio extremo o pérdida de energía.
  •     Dificultad para dormir y despertarse muy temprano, dormir en exceso o no poder conciliar el sueño.
  •     Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
  •     Sentirse culpable, despreciable o indefenso.
  •     Pensamientos frecuentes de muerte o suicidio (no solo temor a morir), así como planes o intentos de suicidarse.

Recuerde que algunos de estos síntomas, tal como cambios en el peso, cansancio, o incluso la mala memoria pueden ser causados por el cáncer y su tratamiento. No obstante, si cinco o más de estos síntomas se presentan casi a diario por dos o más semanas, o si son lo suficientemente graves para interferir con las actividades cotidianas, podría tratarse de depresión. Si éste es el caso, aliente a la persona afectada a que se someta a una revisión por un profesional médico o de salud mental para ver si tiene depresión clínica. Si la persona trata de hacerse daño a sí misma, o tiene planes de hacerlo, se requiere intervenir con ayuda inmediatamente.

Qué hacer
  •     Aliente a la persona deprimida a que continúe su tratamiento hasta que los síntomas mejoren, o a hablar con el médico sobre un tratamiento distinto si no observa mejoría tras 2 ó 3 semanas.
  •     Promueva la actividad física, especialmente el ejercicio moderado como caminar diariamente.
  •     Ayude a concertar las citas para el tratamiento de salud mental de ser necesario.
  •     Apoye con el traslado (transporte) para acudir al tratamiento de ser necesario.
  •     Involucre a la persona en las conversaciones y en actividades gratas.
  •     Recuerde que está bien sentirse triste y lamentar las pérdidas que el cáncer ha traído a su vida y a la de sus seres queridos.
  •     Percátese de que ser pesimista y pensar que no hay esperanzas son síntomas de depresión y debe aliviarse con el tratamiento.
  •     Reconforte a la persona diciéndole que con el tiempo y el tratamiento empezará a sentirse mejor, y aunque en ocasiones es necesario incurrir en cambios en el tratamiento, es importante ser pacientes.

Si usted sospecha que puede estar deprimido, consulte con un médico. Tome tiempo para obtener la ayuda y el apoyo que necesita.

Lo que NO debe hacer
  •     Reprimir los sentimientos.
  •     Forzar a alguien a hablar cuando no está preparado para ello.
  •     Culparse a sí mismo(a) o a otra persona por sentir depresión.
  •     Decir a una persona “anímate” cuando se siente deprimida.
  •     Intentar razonar con una persona cuya depresión parece ser severa. En su lugar, hable con el médico sobre medicamentos u otro tipo de ayuda.


Hay que consultar al médico si la tristeza se prolonga

miércoles, 6 de abril de 2016

¿Cuál es la mejor dieta durante el cáncer?

Durante los años 80, se llegó a afirmar que podría atribuirse a la dieta un tercio de todos los tumores. Sin embargo, con los datos actuales, no es posible formular con precisión cuáles son los cánceres relacionados con la dieta y qué componentes son los responsables. Los alimentos son mezclas muy complejas de nutrientes, que incluyen aditivos y sustancias mal conocidas, y que pueden verse completamente alterados por los procesos de cocción y de conservación.

Revisaremos brevemente los principales factores dietéticos que se han relacionado con el cáncer, y las estrategias para su prevención.

GRASAS Y OBESIDAD

La dieta rica en grasas saturadas favorece el desarrollo de cáncer de mama --tanto espontáneo como producido por productos químicos--, lo que podría ser debido a que las grasas saturadas determinan cifras elevadas de estrógenos (un tipo de hormonas sexuales femeninas) circulantes. De forma más vaga, la dieta rica en grasas y el sobrepeso también se han relacionado con cáncer de colon, ovario, útero (endometrio) o páncreas.

FIBRAS, FRUTAS Y VEGETALES

Se ha propuesto que la dieta rica en fibra vegetal puede reducir el riesgo de padecer cáncer de colon, lo que podría deberse a que al aumentar el volumen y velocidad de tránsito de las heces, se reduce la concentración y el tiempo de exposición a carcinógenos en el intestino.

CARCINÓGENOS EN LA COMIDA

Los alimentos pueden contener sustancias cancerígenas naturales, como la cafeína --relacionada con el cáncer de vejiga--, hongos como la aflatoxina -- relacionada con el cáncer de hígado--, contaminantes de residuos industriales o pesticidas. El consumo de nitratos se ha relacionado con el cáncer de estómago; los nitratos se reducen a nitritos por las bacterias del tubo digestivo, con producción de unas sustancias de efecto cancerígeno llamadas nitrosaminas. Los pescados congelados y ahumados y las carnes curadas son especialmente ricos en nitrosaminas.

También se ha señalado que el consumo de carnes a la brasa genera hidrocarburos aromáticos, que son cancerígenos. Además, muchos alimentos contienen estos hidrocarburos aromáticos policíclicos, tales como el bonito ahumado, el aceite de coco y las salchichas.


ALCOHOL

El 90 % de la población consume alcohol, que podría actuar como un co-carcinógeno, no directamente sino a través de su metabolito el acetaldehído. El alcohol se ha vinculado con muchos cánceres asociados al tabaco --cavum, faringe, laringe, esófago--, con el cáncer de hígado, y de forma menos consistente, con el cáncer de mama y de colon-recto. También se ha propuesto que el vino tinto a muy bajas dosis podría tener efecto protector, además de sobre las enfermedades cardiovasculares, sobre algunos tumores.

VITAMINAS

Los beta-carotenos --precursores de la vitamina A, presentes en vegetales de hojas verdes y frutas y vegetales amarillo-naranja-- tienen propiedades antioxidantes y podrían proteger frente al cáncer de pulmón. La vitamina C (ácido ascórbico) reduce los nitritos, evitando la formación de nitrosaminas. La vitamina E (tocoferol) también evita la formación de nitrosaminas e impide la oxidación de las grasas insaturadas. Sin embargo, no existe evidencia de que los suplementos de ninguna vitamina puedan prevenir ningún tumor en concreto.

Así, se pueden dar a la población general algunas recomendaciones dietéticas, a la luz de los conocimientos actuales:

1.Consumo diario de frutas y vegetales.
2.Consumir 20-35 gramos de fibra al día.
3.Ajustar el ejercicio físico a la ingesta, manteniendo el peso corporal.
4.Limitar el consumo de alcohol diario.
5.Consumo de grasas:
Menos del 30 % del aporte calórico total, y a expensas de mono-insaturadas.
Las grasas saturadas no deben superar el 10 % de calorías totales.
Las grasas poliinsaturadas no deben superar el 6 % de calorías totales.
6.Reducir el consumo de salazones y ahumados.


 
Una dieta rica en frutas y verduras favorece al organismo

martes, 5 de abril de 2016

Decálogo del buen comer

“Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. El refranero español no va mal encaminado. Debemos evitar las cenas copiosas y los desayunos austeros. ¡Y nada de comer en diez minutos! Estas son las pautas para disfrutar de la comida sin perjudicar a tu salud. 

No solo importa lo que comemos, sino cómo lo comemos. Las bondades de una dieta equilibrada y nutritiva se pierden si engullimos la comida con prisas o retrasamos la hora de la cena. Para cuidar el organismo, lo primero es cuidar el lugar, el momento y la forma de ingerir alimentos.

Comer delante de la pantalla del ordenador es algo peor que un mal hábito. “Es una barbaridad”. Así lo califica Antonio Villarino, catedrático de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). “Tomar alimentos a la vez que hacemos otra cosa es estresante y muy desaconsejable”. Estas son las pautas de lo que sí se debe hacer:

Desayuno generoso

Para empezar la mañana con energía, no hay nada mejor que un buen desayuno compuesto por algo más que un café. Hay que llenar el depósito, algo difícil de cumplir si comemos como un pajarito. La cantidad de alimento debe ser suficiente para cubrir el 30% del total calórico diario –incluyendo la toma de media mañana– tal y como indica Villarino.

La hora idónea para desayunar está entre las 7:30 y las 9. “Lo lógico es hacerlo unos 20 minutos después de levantarse”, puntualiza el profesor. Eso sí: tómate tu tiempo para prepararlo, mastica bien y no corras.

Para todos aquellos que se han acostumbrado a no desayunar, Villlarino advierte: “Este hábito puede provocar hipoglucemia y mareos. Es especialmente peligroso en niños y gente joven”. Afecta mucho a las mujeres.

    ¿Síntomas? Tambaleos, mirada perdida o incoordinación motora. Ante esta situación, el profesor recomienda sentarse y tomar agua con azúcar para recuperar la glucemia.

Comida y cena: cuanto más tarde, peor

No deberíamos comer después de las dos. Villarino es tajante: las tres es demasiado tarde “porque vamos corriendo el horario, la merienda se retrasa a las siete y así estamos abocados a cenar a las diez”, una hora poco recomendable para ingerir alimentos.

Irse a la cama con el estómago lleno es muy malo para la digestión. Las nueve es la mejor hora para cenar. “Así nos podremos acostar a partir de las 11”, matiza Villarino.

El lugar también importa

Los comedores con mucho ruido ambiental distraen y son incómodos. “Debemos realizar las comidas en un entorno tranquilo y bien aireado, donde no haya agresiones externas al individuo tanto a nivel de ruidos como a nivel de movimientos”.

Comer enfrente del televisor o pegados a la pantalla del ordenador tampoco es una opción inteligente, sobre todo si estamos trabajando a la vez que comemos. Hay que apartar el estrés de la mesa.

No te pases con la cantidad

Estamos acostumbrados a los platos de excesivo tamaño, con su consecuente perjuicio para la salud. “Es una cuestión de marketing. En los restaurantes se tiende a dar raciones exageradas, y además aquí tenemos la cultura de los dos platos para no mezclar sabores. En conjunto suelen ser demasiadas calorías”, explica el profesor.

Villarino defiende la cultura de los dos platos siempre que ambos estén bien complementados y la cantidad sea adecuada. “El primero debe tener un gran soporte hidrocarbonado y ser más caliente para tonificar. El aporte proteico viene después”, detalla.

¿Hambre voraz? A raya

“Comer con mucha hambre es el paradigma de lo que no se debe hacer”, señala el profesor. Para garantizar que vamos a tomar la cantidad justa y necesaria de alimento, hay que prevenir el apetito exacerbado.

“Siempre recomendamos seis tomas al día –cinco para los diabéticos de tipo 1–”. El tentempié de media mañana puede ser una pieza de fruta acompañada de un café o una infusión. Nada de pulguitas en el bar: “Esto indica que has tenido un desayuno malo”. La merienda, mejor que sea ligera. “Un chocolate con churros puede caer como un ladrillo en el estómago”, matiza Villarino

    Estas pequeñas tomas no tienen nada que ver con el ‘picoteo‘, un hábito muy desaconsejable. “Son calorías vacías que no van a ningún lado”.

Tengo tanta hambre que me comería un hipopótamo. Mala señal. Un ejemplo: Si comemos a las cinco de la tarde, llegamos a la mesa con una glucemia tan baja y tanta hambre que ingerimos demasiada cantidad. “El exceso de energía puede generar obesidad”, afirma Villarino. Los malos hábitos como comer a deshora causan problemas de alteraciones metabólicas.

“De grandes cenas están las sepulturas llenas”

Al menos, así sucedía en el pasado. Según Villarino, este dicho es la explicación popular de la pancreatitis aguda. Si nos acostamos rápido después de una cena copiosa, la digestión puede ser problemática.

“Un mal proceso bioquímico hace que las enzimas del intestino se formen donde no deben, en el páncreas, y lo ataquen”, explica el profesor. Esta es una de las causas de la pancreatitis o inflamación del páncreas, una patología que ya no suele ser mortal.

Prisas NO

Comer requiere tiempo: 25 minutos como mínimo. “Hay que tener margen para realizar las comidas con tranquilidad, masticando bien y bebiendo con lentitud para hacer más fluído el paso de los alimentos”, aconseja Villarino.

Ingerir los alimentos deprisa nos impide medir la cantidad. “No te da tiempo a pensar si tienes hambre. Masticas poco, engulles como los pavos”. La consecuencia es una mala digestión.

Comer de todo

Un bollo al año no hace daño, pero un bollo al día puede pasar factura. Según Villarino, “no debemos renunciar a ningún alimento. No se trata de que la comida sea un pesado sacrificio en este valle de lágrimas”. Eso sí, “hay que intentar moderarse”, sobre todo en la ingesta de azúcares solubles de los refrescos. Tampoco debemos olvidar el agua. “Bebemos poco”, advierte Villarino.

El patrón de una alimentación sana está más cerca de lo que creemos: la dieta mediterránea es equilibrada y rica en nutrientes. Por desgracia, nuestros jóvenes universitarios no siempre saben aprovechar sus bondades. “Su adherencia a la dieta mediterránea es tan solo del 53%. Cuando hay partido, nos llevan una pizza a casa. Estaría bien que nos trajesen una ensalada, unos guisantes o unas acelgas”, concluye Villarino.



Comer bien es una forma de evitar enfermedades