Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: enero 2018

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miércoles, 31 de enero de 2018

Cuatro de cada diez tumores se pueden evitar con hábitos saludables

  • El tabaco es responsable del 33% de los tumores
  • El alcohol está detrás del 12 % de los cánceres y la obesidad provoca uno de cada veinte
El 40% de los cánceres se podrían evitar adoptando hábitos de vida saludables, entre ellos el abandono del tabaco, responsable del 33 % de los tumores, el alcohol, que está detrás del 12 % de los cánceres, o la obesidad, que provoca uno de cada veinte.

Así lo ha asegurado hoy la presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ruth Vera, que ha destacado el aumento de la incidencia del cáncer en España -en 2017 ha habido 228.482 nuevos diagnósticos-, motivado fundamentalmente por el aumento de la esperanza de vida, la segunda más alta de todo el mundo, sólo por detrás de Japón, y por hábitos de vida poco saludables. 

Entre ellos, la presidenta de la SEOM ha advertido de que el tabaco está detrás de 6 millones de muertes anuales en todo el mundo y es responsable de 1 de cada 3 tumores, mientras que el alcohol causa 300.000 fallecimientos -el 12% de los tumores- y la obesidad provoca 1 de cada 20 cánceres.

Además, el 9% de los tumores está asociado a una dieta pobre en fruta, verdura y con exceso de carne roja, de sal o de alimentos procesados.

A pesar de estos datos, España sigue siendo uno de los países de Europa con más altas tasas de tabaquismo, de manera que más de 20 % de la población fuma a diario.

Tampoco son buenos los datos relativos al ejercicio físico. "Estamos a la cola de Europa con más del 47% de la población mayor de 15 años que no realiza ningún tipo de ejercicio. Son cifras alarmantes", ha subrayado.

Por otra parte, el 17% de la población española es obesa y el consumo del alcohol "es alto".

Con estos datos, la SEOM estima en su informe 'Las cifras del cáncer en España 2018' que en el año 2035 habrá 315.413 nuevos casos de cáncer en España, de los que 198.157 serán hombres y 117.256 mujeres.

De hecho, uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerá un cáncer a lo largo de su vida.

El dato positivo es que la supervivencia de los pacientes con cáncer va en aumento hasta alcanzar el 53-55% de curación a los cinco años del diagnóstico, cifras que han mejorado en relación con el pasado, aunque esto se debe esencialmente a los progresos obtenidos en algunos tumores, como el de mama o el de colon, mientras que los de otros tumores continúan siendo similares.

En cuanto al tipo de tumor, el más frecuente continua siendo el colorrectal (34.331 nuevos diagnósticos en 2017), seguido del de próstata (30.076), pulmón (28.645), mama (26.370), vejiga (14.677) y estómago (8.284).

Debido a su alta prevalencia, el cáncer constituye una de las principales causas de ingreso hospitalario en España.

Así, en 2015 los tumores fueron la tercera causa de estancia hospitalaria (3.599.306 estancias), por detrás de las enfermedades del aparato circulatorio (3.886.462 estancias) y respiratorio (3.886.462).

El cáncer fue, sin embargo, la principal causa de muerte en los hospitales españoles (el 24,2% de todos los casos).

La mortalidad por cáncer en 2016 fue la segunda causa de muerte en España, con 112.939 fallecimientos (68.619 casos en varones y 44.320 en mujeres).

Los tumores responsables del mayor número de fallecimientos fueron el cáncer de pulmón (22.187 muertes) y el colorrectal (15.802 muertes), seguidos a una gran distancia del cáncer de páncreas (6.789), cáncer de mama (6.477) y cáncer de próstata (5.752).

Los fallecimientos por cáncer de pulmón se han incrementado en este último año y, en cambio, las muertes por cáncer de próstata han disminuido, mientras que las ocasionadas por cáncer colorrectal, páncreas y mama se mantienen en datos similares.


Los buenos hábitos son un seguro de vida

martes, 30 de enero de 2018

La dieta mediterránea ayuda a prevenir la fragilidad en los mayores

  • El riesgo de convertirse en una persona mayor ‘frágil’ se reduce a menos de la mitad en caso de una mayor adherencia a la dieta mediterránea
El envejecimiento es un proceso natural que, cuando menos a día de hoy, no se puede detener. Menos aún revertir. Sin embargo, está en nuestras manos que este proceso sea más o menos saludable, que envejezcamos ‘mejor’ o ‘peor’. Y es que si bien las personas mayores, y sobre todo las muy mayores, tienen una peor condición física que la que disfrutaban en su juventud, no tienen por qué ser ‘frágiles’. No en vano, la adopción de hábitos de vida saludables previene en gran medida esta ‘fragilidad’ en la edad avanzada y, por ende, ayuda a reducir el riesgo de problemas de salud y discapacidades. Sería el caso, por ejemplo, de practicar ejercicio. Y asimismo, de alimentarse de manera adecuada. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio Universitario de Londres (Reino Unido) muestra que los mayores que siguen la dieta mediterránea tienen una probabilidad muy, pero que muy inferior de convertirse en personas frágiles.

Como explica Kate Walters, co-directora de esta investigación publicada en la revista «Journal of the American Geriatrics Society», «nuestro trabajo demuestra de forma muy consistente que las personas mayores que siguen una dieta mediterránea tienen un menor riesgo de padecer fragilidad. Concretamente, las personas que más se adhieren a este tipo de alimentación presentan, en general y frente a aquellas que la siguen en menor medida, menos de la mitad del riesgo de convertirse en ‘frágiles’ a lo largo de un periodo de casi cuatro años».

Menos frágiles, más independientes


La ‘fragilidad’ es, básicamente, un síndrome biológico –si bien notablemente influenciado por los factores cognitivos y sociales– consecuente con el deterioro de la condición física asociado al envejecimiento. Una fragilidad que cada vez resulta más común en la población mayor y que aumenta significativamente el riesgo de padecer, entre otras ‘complicaciones’, caídas, fracturas, discapacidades y demencia. Así, la fragilidad no solo incrementa el riesgo de mortalidad de los afectados, sino que impacta de forma muy negativa sobre su calidad de vida –pudiendo llegar a negarles una vida independiente.

Pero, ¿cómo se establece exactamente si una persona mayor es o no frágil? Pues para serlo, debe cumplir con al menos tres de las siguientes características: pérdida inintencionada de peso, falta de fuerza, lentitud en la marcha, actividad física escasa y falta de energía.
  • La dieta mediterránea parece ayudar a las personas mayores a mantener su fuerza muscular, su actividad, su peso y sus niveles de energía

Para llevar a cabo su revisión o ‘metanálisis’, los autores analizaron los resultados de los 125 estudios publicados hasta el momento en los que se había evaluado la asociación entre la adherencia a una dieta mediterránea y el desarrollo de fragilidad en los mayores. Y una vez analizada en profundidad la metodología de todos estos trabajos, se centraron en cuatro llevados a cabo en España, Francia, Italia y China con un total de 5.789 participantes.

Los autores dividieron a los participantes en tres grupos en función de su adherencia a la dieta mediterránea. Y de acuerdo con los resultados, las personas con mayor seguimiento de este tipo de alimentación presentaban, frente a aquellas con menor adherencia, un riesgo hasta un 69% inferior de desarrollar fragilidad. Una disminución que, en el caso del grupo ‘intermedio’ de adopción de la dieta mediterránea, se estableció en un 38%.

Más y más bondades


Pero, ¿cómo se explica que la dieta mediterránea ayude a prevenir esta fragilidad? Pues porque como indican los autores, este tipo de alimentación en la que priman las verduras, las frutas y los cereales integrales parece ayudar a las personas mayores a mantener su fuerza muscular, su actividad, su peso y sus niveles de energía.

En definitiva, como concluye Gotaro Kojima, co-director de la investigación, «nuestro trabajo refuerza las evidencias, cada vez más numerosas, sobre los potenciales efectos beneficiosos de la dieta mediterránea, en este caso por ayudar a las personas mayores a seguir bien con el paso de los años».


Comer mejor para llegar mejor a mayores

jueves, 25 de enero de 2018

Fumar un único cigarrillo al día es mucho peor para la salud de lo que se pensaba

  • Este solitario cigarrillo ya supone cerca de la mitad del aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus que conlleva fumar un paquete diario
  • Fumar menos de un cigarrillo al día aumenta en un 64% el riesgo de muerte prematura
Fumar es malo, muy malo, para la salud, hasta el punto de que infinidad de estudios han demostrado que el tabaco es, simple y llanamente, el principal factor de riesgo para sufrir una muerte prematura. Tal es así que si queremos vivir muchos años y con salud, lo primero que hay que hacer es no empezar a fumar o, en su caso, dejarlo. Sea cual sea la cantidad de cigarrillos consumidos a diario. Y en es que en el caso del tabaco, no hay ningún consumo ‘seguro’. Ni siquiera un único cigarrillo al día. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio Universitario de Londres (Reino Unido) que fumar un único cigarrillo al día es mucho peor para la salud de lo que se pensaba. Cuando menos en lo que respecta a la salud cardio y cerebrovascular. Y es que este único cigarrillo ya aglutina la mitad del incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus que conlleva fumar una cajetilla diaria.

Como explica Allan Hackshaw, director de esta investigación publicada en la revista «The BMJ», «nuestros resultados muestran que un gran porcentaje del riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus viene de fumar solo un par de cigarrillos al día. Un hallazgo que probablemente sorprenderá a mucha gente, pero hay mecanismos biológicos que ayudan a explicar este alto riesgo, e inesperado, asociado con un nivel bajo de tabáquico».

Uno ya es demasiado

Cada vez son más numerosas las evidencias que constatan que fumar entre uno y cinco cigarrillos diarios conlleva un riesgo muy elevado de enfermedad cardiovascular. El problema es que dado que se trata de evidencias alcanzadas en estudios individuales con una metodología muy dispar, parece que no han tenido ningún efecto sobre las creencias no ya de los fumadores, sino de muchos médicos que siguen pensando que fumar unos ‘pocos’ cigarrillos al día supone un perjuicio mínimo, cuando no nulo, para la salud.

Así, y con objeto de ‘tumbar’ de una vez por todas esta idea del ‘consumo seguro’, los autores han analizado los resultados de 141 estudios y han estimado los riesgos relativos de enfermedad cardiovascular e ictus para el consumo de uno, cinco y 20 cigarrillos diarios.

  • Una gran parte del riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus asociado al tabaco viene de fumar uno o dos cigarrillos al día

Pero, ¿por qué centrarse en las enfermedades cardio y cerebrovasculares? Pues porque son estas patologías, que no el cáncer –ni de pulmón ni en general–, las asociadas a un mayor riesgo de mortalidad entre la población fumadora. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son responsables de hasta un 48% de todas las muertes prematuras asociadas al consumo de tabaco.

Los resultados de esta revisión o ‘metanálisis’ mostraron que los varones que fuman un cigarrillo al día presentan hasta el 46% del incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular y el 41% del aumento de la probabilidad de ictus atribuibles al consumo de una cajetilla diaria. Por tanto, el riesgo de este único cigarrillo es prácticamente la mitad del que supone un paquete, y no el ‘pírrico’ 5% que se creía hasta ahora.

En el caso de las mujeres, el efecto de este consumo mínimo no es mucho mejor. Concretamente, las mujeres que fuman un único cigarrillo diario tienen el 31% del incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular y hasta el 34% del aumento de la probabilidad de ictus atribuibles al consumo de un paquete al día.

Como apuntan los autores, «si bien nuestro trabajo tiene algunas limitaciones, es el primero en combinar los resultados alcanzados en numerosos estudios en los que se ha evaluado el riesgo de enfermedad cardiovascular y de ictus, por lo que supone una referencia válida que puede ser utilizada para intensificar las campañas de salud pública y para ofrecer un incentivo a los fumadores para que dejen el tabaco completamente. Especialmente a las mujeres, cuyo riesgo de enfermedad cardiovascular es más del doble con un único cigarrillo al día».

Dejarlo, no reducirlo

En definitiva, como indica Allan Hackshaw, «no hay ningún nivel seguro de consumo de tabaco para la enfermedad cardiovascular. Por tanto, y en lugar de tratar de reducir el número de cigarrillos, los fumadores deben directamente dejar de fumar y, en caso de necesitarlo, recurrir a las herramientas de apoyo para la cesación tabáquica con objeto de reducir su riesgo de enfermedad coronaria e ictus».

En este contexto, como concluye Kenneth Johnson, de la Universidad de Ottawa (Canadá), en un editorial en el mismo número de la revista, «solo la cesación total tiene un efecto protector, lo que debería ser enfatizado por todas las políticas y medidas preventivas. El mensaje para los fumadores es que ‘cualquier consumo de cigarrillos es demasiado’. Y el mensaje para los reguladores que tratan con los nuevos productos comercializados con la etiqueta ‘riesgo reducido’ es que cualquier sugerencia de una reducción seria en el riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus es prematura».


Cualquier consumo de cigarrillos es demasiado

miércoles, 24 de enero de 2018

Los neumólogos advierten que los dispositivos IQOS para calentar el tabaco también contienen sustancias tóxicas

  • El humo de estos dispositivos tiene el 84% de la nicotina encontrada en los cigarrillos convencionales, así como sustancias tóxicas y cancerígenas
El dispositivo IQOS (I Quit Ordinary Smoking), iniciales en inglés de «dejo el tabaco habitual», es un dispositivo desarrollado y recientemente lanzado al mercado por una compañía tabaquera, que funciona calentando el tabaco pero sin quemarlo. El tabaco se calienta a temperaturas que llegan a 350-400 grados, pero sin llegar a las temperaturas por encima de 1000 grados que se alcanzan cuando el tabaco se quema, como ocurre en el caso de los cigarrillos normales. De esta forma, no se produce pirólisis -o cambios irreversibles de la composición química del tabaco debido al calentamiento a altas temperaturas- y, en consecuencia, el humo que se libera es portador de un menor número de sustancias tóxicas para el fumador. Aun así, la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Neumología (Separ) advierte de que estudios recientes demuestran que el IQOS no evita la presencia de sustancias tóxicas que son nocivas para el organismo del fumador.

Uno de estos estudios es el publicado por el doctor Reto Auer y otros autores en «JAMA Internal Medicine» en el que se compara el contenido del humo de IQOS con el de los cigarrillos convencionales, encontrando componentes volátiles orgánicos e hidrocarburos policíclicos aromáticos en el humo de IQOS. Además, el humo de IQOS contenía el 84% de nicotina hallada en el humo de los cigarrillos convencionales. La mayoría de los elementos del humo de IQOS se encontraron en menor concentración que en el humo de cigarrillos convencionales, pero hubo un hidrocarburo policíclico aromático cancerígeno, el acenafteno, que se detectó en una concentración en humo de IQOS de más del doble a la que se encontró en los cigarrillos convencionales. Tras estos hallazgos, los autores concluyeron que el humo liberado por IQOS contiene elementos tóxicos para la salud de las personas que utilizan estos dispositivos.

Otro estudio destacable es el solicitado por el Gobierno japonés para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a requerimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este trabajo, publicado en «Journal of UOEH», el doctor Kanae Bekki y otros autores demostraron presencia de tóxicos en el humo de la corriente principal de tabaco de los IQOS, algunos en similar cantidad a los cigarrillos habituales y otros en menor cantidad, y asumieron que parte de estos tóxicos pueden pasar al humo exhalado por los fumadores. Y concluyeron que el consumo de IQOS puede producir daños tanto en fumadores activos como pasivos de estos dispositivos.

«Se puede concluir que la utilización de IQOS no reduce de forma significativa la cantidad de nicotina inhalada en comparación con la que se inhala de un cigarrillo normal. Además, aunque con la utilización del IQOS la cantidad que se inhala de otras sustancias tóxicas (formaldehído, acetaldehído, nitrosaminas, todas ellas sustancias que producen cáncer) es menor que la que es inhalada con el de los cigarrillos normales, hay que destacar que esta cantidad es suficiente para ser tóxica para la salud. Luego, el IQOS sigue siendo un dispositivo tóxico para la salud de aquellos que lo utilizan y, por supuesto, no sirve para ayudar a dejar de fumar», destaca el doctor Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente electo de Separ.

Cigarrillos electrónicos

Los cigarrillos electrónicos (CE), también conocidos como vaporizador, eCig o eCigar, son unos dispositivos que sirven para vaporizar un líquido compuesto por una mezcla de sustancias químicas que con la inhalación se depositan en los pulmones del usuario. Propilenglicol, glicerina y nicotina son las sustancias que más frecuentemente se encuentran en el líquido de los CE, aunque algunas marcas no contienen nicotina. «Propilenglicol y glicerina han mostrado ser inocuos cuando son utilizados por vía oral. No obstante, cuando se utilizan por vía inhalada, como en el caso de los CE, su inocuidad no ha sido claramente demostrada», advierte el Dr. Jiménez.

En el vapor que liberan los CE se han detectado diferentes sustancias, como formaldehído, acetaldehído y acroleínas, que también están presentes en el humo de los cigarrillos manufacturados, aunque en mayor cantidad que en los CE. El formaldehído y la acroleína se forman como consecuencia del calentamiento de la glicerina. Además, en el vapor de los CE se han hallado metales como el níquel, el cromo y el plomo. «Es de destacar que los niveles de níquel hallados en el vapor de los CE son más elevados que los detectados en el humo de los cigarrillos. La International Agency for Research on Cancer (IARC) clasifica todas estas sustancias como carcinogénicas, sin determinar un umbral de seguridad para su consumo. Además, algunas de estas sustancias tienen capacidad para producir daño en el intersticio pulmonar», precisa el doctor Jiménez.

Asimismo, un estudio ha encontrado que el vapor que producen los CE contiene partículas del tipo PM 2,5 que, además de ser perjudiciales para los consumidores activos de CE, lo pueden ser para los consumidores pasivos de este tipo de productos.

El uso de los cigarrillos electrónicos como estrategia para dejar de fumar o consumir menos, cigarrillos tampoco ha quedado bien demostrada todavía por los estudios. «Por el momento, solo se han realizado tres estudios clínicos aleatorizados diseñados para evaluar la eficacia y la seguridad de uso de los CE como tratamiento para ayudar a los fumadores a dejar de serlo o para ayudarles a reducir el número de cigarrillos que consumen. Son estudios con importantes deficiencias metodológicas que no permiten obtener conclusiones fiables y definitivas sobre la eficacia y la seguridad de uso de los CE como tratamiento para dejar de fumar o para reducir el número de cigarrillos consumidos», explica el doctor Jiménez.


Los aparatos electrónicos producen también adicción a la nicotina

lunes, 22 de enero de 2018

Cáncer de boca: por qué dejar de lavarse los dientes te genera más riesgo que el tabaco

  • Los altos niveles de placa dentobacteriana es un factor que incrementa el riesgo de contraer cáncer de boca, según un estudio.

La inadecuada o ausente higiene bucal genera sarro y placa dentobacteriana, dos factores de riesgo para desarrollar cáncer de boca, de acuerdo con una investigación del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Guadalajara.

El estudio indicó que la higiene bucal deficiente es más riesgosa para provocar cáncer que el hábito de fumar, que es otro de los principales factores de riesgo para esta enfermedad.

La investigación fue encabezada por el cirujano dentista Iroel Alaín Solís Cárdenas, quien analizó a 82 personas, de las cuales 26 presentaron carcinoma de células escamosas y 56 no; éste es uno de los cánceres más comunes y agresivos que afectan a la boca.

20 de los 26 enfermos presentaron una mala higiene bucal, además que todos carecían de antecedentes de fumar o beber alcohol, que son dos factores de riesgo.

El especialista explicó que los altos niveles de placa dentobacteriana elevan 17.7 veces el riesgo de padecer cáncer de boca, mientras que el sarro lo incrementa hasta 8.4 ocasiones y el tabaco lo aumenta 4.7.

Solís Cárdenas explicó que la placa dentobacteriana es la masilla blanca que se forma en los dientes, que da una apariencia amarilla, parda o café y gruesa a los dientes; en tanto, el sarro es la misma placa pero dura al mineralizarse con el contacto de la saliva.

El odontólogo detalló que es más riesgoso para desarrollar cáncer bucal tener abundante placa que sarro, ya que la primera contiene microorganismos vivos que pueden generar mayor inflamación, mientras que en el segundo los microorganismos son inertes.

La placa está compuesta de restos de comida y de bacterias que pueden ocasionar gingivitis, caracterizadas por inflamación y enrojecimiento de las encías, esto puede degenerar en periodontitis y hasta pérdida del diente.

  •     “Esa inflamación sostenida y crónica se asocia con la presencia del cáncer”, destacó el médico.

La esperanza de vida es de 5 años

De acuerdo con la Secretaría de Salud federal (SSA), la supervivencia a esta enfermedad es de cinco años, en una tendencia que no ha variado en los últimos 50 años.

Uno de los problemas en México es que el 65% de quienes acuden al Instituto Nacional de Cancerología llega con el problema muy avanzado. El cáncer de boca contribuye con el 85% de cánceres de cuello y cabeza.

El cáncer de células escamosas consiste en una proliferación anormal y descontrolada de células en la mucosa o piel que cubre la cavidad oral, se trata de un mal que avanza rápido y puede pasar desapercibido.

Síntomas del cáncer oral

Una de las maneras de alertar un posible cáncer de boca es una mancha blanca que no se desprende al rasparse, una mancha roja aterciopelada o una llaga (úlcera) que no sane en más de 15 días.

Otros síntomas que destaca la clínica DAM de Madrid, que labora con Médicos sin Fronteras son:

  • Problemas para masticar.
  • Dolor al deglutir.
  • Dificultades en el habla.
  • Dificultad para deglutir.
  • Ganglios linfáticos inflamados en el cuello.
  • Problemas linguales
  • Pérdida de peso.

Limpieza, la mejor prevención

La investigación de la Universidad de Guadalajara refiere que la mejor manera de prevenir el cáncer de boca es lavarse los dientes tres veces al día, pero evitar hacerlo en forma de violín (de un lado hacia otro), sino en forma circular y de abajo hacia arriba, además de utilizar hilo dental.

Asimismo, la guía ‘Diagnóstico y tratamiento de cáncer epidermoide de cavidad oral”, de la SSA, también ayuda tener una dieta alta en vegetales, fruta y fibra y reducir el consumo de carne roja o procesada, grasas monosaturadas y evitar el cocinado en horno de microondas.


Dejar de fumar y de beber alcohol y acudir al médico ante cualquier síntoma, son otras de las recomendaciones.


Una buena higiene dental, la mejor forma de evitar el cáncer oral

jueves, 18 de enero de 2018

El cáncer, el sexo y el cuerpo del hombre

Cuando descubrió por primera vez que tenía cáncer, usted probablemente se enfocó en los planes de tratamiento y en la supervivencia. Pero después de un tiempo, otras preguntas podrían haber comenzado a surgir. Tal vez se esté preguntando “¿Qué tan ‘normal’ puede ser mi vida incluso si mi cáncer está bajo control?”. O tal vez “¿Cómo afectará el cáncer mi vida sexual?”

Es importante saber que usted puede obtener respuestas a estas preguntas y ayuda si afronta problemas sexuales. El primer paso es hablar sobre el tema de la sexualidad con su doctor o algún integrante de su equipo de atención contra el cáncer. Usted necesita saber cómo su tratamiento afectará su alimentación, cuánto dolor podría llegar a sentir y su capacidad para regresar al trabajo o a otras actividades; también necesita saber cómo su tratamiento podría afectar su vida sexual.

El sexo y la sexualidad son partes importantes de la vida diaria. No obstante, los pacientes y médicos a menudo no hablan sobre los efectos que el tratamiento contra el cáncer ejerce sobre la vida sexual del hombre y de la manera en que éste puede sobrellevar dichos problemas. ¿Por qué? Puede que los proveedores de atención médica y los pacientes se sientan incómodos hablando sobre sexo.

La información aquí contenida es para todos los hombres que tienen y han tenido cáncer, independientemente de cuál sea su orientación sexual. No podemos responder a cada pregunta que pudiera tener, pero buscamos brindarle suficiente información que permita que usted y su pareja puedan hablar abiertamente sobre su intimidad y vida sexual. También compartiremos algunas ideas que le ayuden a abordar el tema con su doctor y con el equipo de atención médica contra el cáncer.

Tenga en cuenta que el tocarse sensual y/o sexualmente es algo que usted y su pareja siempre podrán hacer, sin importar el tipo de cáncer o del tratamiento de cáncer que haya recibido. Esto podría sorprenderle, especialmente si se siente con poco ánimo y no ha tenido contacto ni actividad sexual por algún tiempo. Pero es verdad: su capacidad de sentir placer a través del tacto permanece siempre.

Cómo funciona el cuerpo del hombre

Órganos sexuales masculinos

Los genitales y los órganos sexuales del hombre están en la pelvis (la parte más baja de la barriga) y en la parte de adelante del cuerpo entre las piernas. Aquí se detallan algunos de los órganos en o cerca de la pelvis, incluyendo los órganos sexuales y otros órganos cercanos. El cáncer de cualquiera de estos órganos o el tratamiento del cáncer en esta área puede afectar su vida sexual:

  •   Escroto: el saco o bolsa que cuelga debajo del pene y contiene los testículos y el epidídimo.
  •   Testículos: los dos órganos ovalados en el interior del escroto que producen un suministro constante de hormonas, principalmente testosterona. También producen millones de espermatozoides cada día.
  •   Epidídimo: dos conductos muy delgados y largos en forma de espiral que se encuentran encima y por detrás de cada testículo. El esperma debe viajar a través del epidídimo para madurar.
  •   Conducto deferente: los tubos a ambos lados del cuerpo por los que debe pasar el esperma maduro justo antes de la eyaculación. Cada tubo transporta el esperma desde el epidídimo en el interior hacia la glándula prostática.
  •   Glándula prostática: una glándula con forma de castaña que se encuentra enfrente del recto y por debajo de la vejiga. La próstata rodea a la uretra. Esta glándula es donde el esperma se mezcla con líquidos de la próstata y de las vesículas seminales.  Este líquido blanquecino y rico en proteínas ayuda a fortalecer y nutrir a los espermatozoides para que puedan vivir por algún tiempo luego de haber sido eyaculados.
  •   Vesículas seminales: bolsas anexas a los conductos deferentes que producen parte del líquido que ayuda a sustentar el esperma. Durante el orgasmo esta mezcla del fluido y el esperma, conocida como semen, se desplaza a través de la uretra y es expulsada por la punta del pene.
  •   Uretra: el tubo que pasa por el pene para transportar la orina desde la vejiga y el semen afuera del cuerpo.
  •   Pene: el órgano masculino que se usa para el sexo. Este está lleno de tejidos esponjosos que se llenan con sangre para producir una erección cuando el hombre está excitado.
  •   Vejiga: el órgano hueco en forma de globo que almacena la orina.
  •   Recto: el extremo final de los intestinos que conecta con el exterior del cuerpo.


El papel de la testosterona

La testosterona es la hormona masculina principal. Es la que promueve el desarrollo de los órganos reproductores, así como la que fomenta las erecciones y la conducta sexual. La testosterona también causa características sexuales secundarias durante la pubertad, como el engrosamiento de la voz y el crecimiento del vello corporal y facial. Ésta hormona es producida en su mayor parte por los testículos. Las glándulas suprarrenales, las cuales se ubican por encima de los riñones, también producen pequeñas cantidades de testosterona tanto en hombres como en mujeres.

Los niveles hormonales en el hombre varían ampliamente, pero la mayoría de ellos presentan un recuento de testosterona en la sangre mayor del requerido. Un hombre con un recuento bajo de testosterona puede presentar dificultades en tener o mantener una erección y puede que pierda el interés en el sexo. Los niveles de testosterona tienden a disminuir a medida que el hombre envejece.

El patrón normal de la excitación sexual y de la erección

Una erección comienza cuando el cerebro envía una señal hacia la médula espinal a través de las fibras nerviosas que llegan hacia el área pélvica. Algunos de los nervios importantes que producen una erección se extienden cerca del recto (la última parte del intestino grueso) y hacia ambos lados de la glándula prostática.

Cuando se recibe esta señal, el tejido esponjoso dentro del pene se relaja para que las arterias (vasos sanguíneos) que transportan la sangre hacia el pene se dilaten. A medida que las paredes de estos vasos sanguíneos se estiran, la sangre rápidamente llena los dos tubos esponjosos de tejido que se encuentran dentro del pene. Las venas en el pene, las cuales normalmente drenan la sangre que llega a éste, se contraen haciendo que la sangre permanezca ahí. Esto ocasiona un gran incremento en la presión arterial dentro del pene, lo cual provoca como resultado la rigidez del pene que se da con la erección.

Las terminales nerviosas que permiten al hombre sentir placer cuando el pene es tocado tienen un trayecto distinto que las que controlan el flujo sanguíneo y producen una erección. Incluso cuando hay un nervio dañado o una obstrucción de los vasos sanguíneos que impide la erección, el hombre casi siempre podrá sentir placer al contacto físico del pene. También podrá lograr el orgasmo.

Un tercer conjunto de nervios, el cual termina internándose más en el cuerpo del hombre, controla la eyaculación del semen.
 
Cómo sucede el orgasmo en el hombre

El orgasmo en un hombre tiene dos etapas:

La primera etapa se llama emisión. Es cuando la próstata, las vesículas seminales y el conducto deferente se contraen. Durante la emisión, el semen se deposita cerca del extremo final en la uretra, para que esté listo para ser expulsado al exterior (eyaculado). En este momento, una pequeña válvula en el extremo de este conducto se cierra para impedir que el semen ascienda hacia la vejiga. Un hombre siente la emisión como el “punto sin retorno”, cuando sabe que está por tener un orgasmo. La emisión es controlada por el sistema nervioso simpático o involuntario.

La eyaculación es la segunda etapa del orgasmo, la cual es controlada por los mismos nervios que se encargan de transportar las señales de placer cuando la región genital es acariciada. Estas señales enviadas causan que los músculos alrededor de la base del pene se compriman de forma rítmica, lo cual hace que el semen sea expulsado de la uretra a la punta del pene. Simultáneamente, mensajes de placer son enviados al cerebro y esta sensación es la que se conoce como orgasmo o clímax.

Formas de preservar la vida sexual a pesar del tratamiento contra el cáncer

Asegúrese de hacer a su médico o enfermera estas preguntas sobre si tener sexo durante y después del tratamiento:


  •     ¿Cómo podría afectar el tratamiento mi vida sexual?
  •     ¿Cuándo estará BIEN tener sexo?
  •     ¿Hay algún tipo de sexo que debo evitar?
  •     ¿Qué medidas de seguridad necesito tomar y por cuánto tiempo?

Aquí se detallan algunas cosas que hay que tener en cuenta a medida que continúa su vida sexual durante o después de haber recibido el tratamiento contra el cáncer.

Infórmese tanto como pueda sobre los posibles efectos que su tratamiento contra el cáncer puede tener sobre su vida sexual. Hable con su médico, enfermera o cualquier integrante de su equipo de atención médica contra el cáncer. Cuando sabe lo que puede esperar, puede planear cómo podría manejar dichas situaciones.

Tenga en cuenta que, sin importar el tipo de tratamiento contra el cáncer que esté recibiendo, la mayoría de los hombres aún tienen la capacidad de sentir placer al contacto físico. Pocos tratamientos para cáncer (que no sean aquellos que afectan las regiones del cerebro y la médula espinal) dañan las terminales nerviosas y los músculos involucrados en la sensación de placer al contacto físico y en lograr un orgasmo. Por ejemplo, algunos tipos de tratamiento pueden dañar la capacidad para tener erecciones. La mayoría de los hombres con dificultades para la producción de semen o para tener erecciones aún pueden lograr la sensación del orgasmo con la estimulación táctil correcta.

Procure mantener una mente abierta sobre las formas en que siente placer sexual. Algunas parejas tienen una visión limitada de lo que es normal en el sexo. Si ambas partes en una pareja no pueden lograr el orgasmo a través o durante la penetración, puede que esto les resulte frustrante. Sin embargo, durante y después del tratamiento del cáncer, pueden haber ocasiones en que el tipo de sexo que más le gusta no es posible. Estos momentos pueden ser la oportunidad de aprender nuevas formas de dar y recibir placer sexual. Usted y su pareja pueden ayudarse mutuamente a lograr el orgasmo a través del tacto y de las caricias. A veces, el solo acurrucarse y abrazarse puede resultar placentero. También puede dar continuidad al placer al tocarse usted mismo. Eviten descontinuar la oportunidad de sentir placer solo porque la rutina normal haya cambiado.

Trate de tener conversaciones claras y recíprocas sobre el sexo con su pareja, al igual que con su doctor. Si siente mucha vergüenza de preguntar a su médico sobre si tener actividad sexual está bien, puede que nunca logre saberlo. Hable con su médico y cuéntele a su pareja lo que le haya dicho el médico. Una comunicación adecuada es la clave para adaptarse a su rutina sexual cuando se experimenten los cambios en su cuerpo debido al cáncer. Si siente cansancio o debilidad y quiere que su pareja tenga una participación más activa al tocarle, dígaselo. Si alguna parte de su cuerpo está muy sensible o adolorida, puede guiar la forma en que su pareja le esté tocando para evitar el dolor. Tenga en cuenta que si una de las personas tiene un problema sexual, esto afecta a la pareja.

Refuerce su confianza. Recuérdese sus virtudes. Comer bien y hacer ejercicio puede ayudar a mantener su cuerpo fuerte y con energía. Hable con su médico o equipo de atención médica contra el cáncer sobre el tipo de ejercicio que está contemplando hacer antes de iniciarlo, o solicite que le refieran a un fisioterapeuta. Busque algo que ayude a relajarle, como películas, pasatiempos o hacer actividades al aire libre. Practique técnicas de relajación y busque ayuda profesional si piensa que está deprimido o si está teniendo dificultades.


La normalidad durante el cáncer también pasa por una vida sexual sana

miércoles, 17 de enero de 2018

¿Se puede encontrar los cánceres de laringe y de hipofaringe en sus etapas tempranas?

Las pruebas de detección se realizan para determinar la presencia de enfermedades en personas sin ningún síntoma. Las pruebas de detección pueden encontrar algunos tipos de cáncer en estadios iniciales, cuando el tratamiento puede ser más eficaz.

Sin embargo, por el momento no existe una prueba simple para la detección de los cánceres de laringe y de hipofaringe. A menudo, estos cánceres son difíciles de encontrar y diagnosticar sin la ayuda de pruebas complejas. Debido a que estos cánceres no son comunes, y a que las pruebas requieren de médicos especializados, ni la Sociedad Americana Contra El Cáncer, ni ningún otro grupo, recomienda realizar pruebas en forma rutinaria para la detección de estos cánceres.

Aun así, muchos cánceres de laringe y algunos de hipofaringe se pueden detectar temprano. Por lo general, estos cánceres causan síntomas, como cambios en la voz, los cuales se describen en la sección “Signos y síntomas de los cánceres de laringe y de hipofaringe?”. Consulte con su médico si experimenta cualquiera de los siguientes síntomas. Muchos de los síntomas de los cánceres de laringe y de hipofaringe son causados con más frecuencia por problemas benignos (no cancerosos) menos serios, o incluso otros cánceres. Aun así, resulta importante consultar con un médico para saber qué está causando los síntomas. Entre más temprano se encuentre la causa, con más prontitud se puede ofrecer tratamiento, de ser necesario.


La detección precoz, la mejor forma de tratar el cáncer

martes, 16 de enero de 2018

EEUU registra la tasa más baja de muertes por cáncer debido al menor consumo de tabaco

  • Menos estadounidenses están siendo diagnosticados con cáncer, y muchos de los que lo hacen sobreviven a la enfermedad, según un nuevo estudio.

En 2015, el año con el que se cuentan con datos más recientes, las muertes por cáncer se redujeron a 158.6 por cada 100,000 personas, según un informe publicado por la Sociedad Estadounidense del Cáncer. Eso supone un 26 por ciento menos que en 1991, según la investigación, o alrededor de 2.4 millones de muertes menos durante ese período.

Si bien una serie de medicamentos innovadores y de alto costo han mejorado las perspectivas para las personas con algunos cánceres mortales, la mayor causa de la disminución de las muertes es que los estadounidenses están fumando menos.

"Continuaremos viendo este declive debido a la prevención, principalmente a la reducción de la prevalencia del tabaquismo", comenta Ahmedin Jemal, vicepresidente de vigilancia e investigación de servicios de salud del grupo oncológico.

Jemal subraya que si bien los nuevos tratamientos innovadores probablemente afectarán la tasa de mortalidad, espera que las medidas preventivas tengan el efecto más fuerte en el futuro más inmediato. El informe encontró que la disminución de las tasas de tabaquismo y las mejoras en la detección y el tratamiento han conducido a grandes disminuciones en las muertes por cáncer de pulmón, mama, próstata y colorrectal.

Durante la mayor parte del siglo XX, las tasas de mortalidad por cáncer aumentaron a medida que el consumo de tabaco causó un número creciente de muertes de hombres por cáncer de pulmón. Sin embargo, a principios de la década de los noventa, esa tendencia se revirtió. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) dijo en 2016 que iba a tomar medidas para reducir aún más la tasa de tabaquismo al reducir la cantidad de nicotina en los cigarrillos y en otros productos relacionados.

Como que la tasa de mortalidad por cáncer alcanzó su punto máximo en 1991, ha disminuido más en los hombres que en las mujeres. La tasas de mortalidad por cáncer de pulmón disminuyó un 45 por ciento entre los hombres entre 1990 y 2015 y, para las mujeres, la tasa cayó un 19 por ciento, entre 2002 y 2015.

"Podemos hacer más para acelerar la reducción de la tasa de mortalidad" al reducir las tasas de tabaquismo y obesidad, según cuenta Jemal, autor principal del informe. La obesidad es un factor de riesgo para algunas enfermedades malignas, incluido el cáncer de páncreas.

Otros cánceres también se han vuelto menos letales. La tasa de mortalidad por cáncer de mama femenino disminuyó en un 39 por ciento entre 1989 y 2015, y la tasa de mortalidad por cáncer de próstata cayó en un 52 por ciento entre 1993 y 2015.

El aumento de la detección del cáncer de mama en las primeras etapas a través de la mamografía y la mejora del tratamiento están detrás de la caída del cáncer de mama, de acuerdo a las conclusiones de Jemal.

La desigualdad de la riqueza ha creado lagunas significativas en las tasas de mortalidad por cáncer entre los grupos raciales, porque algunos grupos tienen tasas más altas de tabaquismo y obesidad, o acceso a la atención médica y el tratamiento preventivos.

Los afroamericanos, los indios americanos y los nativos de Alaska tienen tasas de mortalidad por cáncer más altas que los blancos, mientras que los estadounidenses de origen asiático y los isleños del Pacífico tienen las tasas más bajas de incidencia y mortalidad de cáncer entre los grupos raciales analizados en el informe.


Menos tabaco, menos cáncer

lunes, 15 de enero de 2018

El reflujo ácido, asociado con cánceres de cabeza y cuello en adultos mayores

  • Los cánceres de los tractos digestivo superior y respiratorio representan más de 360.000 muertes en todo el mundo cada año
El reflujo ácido se asocia con cáncer del tracto digestivo superior y respiratorio en adultos mayores, según los resultados de una investigación realizada por el doctor Edward D. McCoul, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, Estados Unidos, y coautores.

Los cánceres de los tractos digestivo superior y respiratorio representan más de 360.000 muertes en todo el mundo cada año. Se cree que estos cánceres son generados por diversos factores, incluida la inflamación crónica. Los estudios que examinaron un vínculo entre la enfermedad inflamatoria por reflujo gastroesofágico (ERGE o reflujo ácido) y el desarrollo de cáncer en el tracto digestivo superior y respiratorio han tenido resultados contradictorios.

Para este trabajo, los autores analizaron a 13.805 pacientes con cáncer del tracto respiratorio y del tracto digestivo superior y 13.805 pacientes sin cáncer; la información del paciente provino de la base de datos de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) de Medicare, un registro de pacientes con cáncer y sus tratamientos y resultados, entre 2003-2011.

Se trata de un estudio observacional de casos y controles. Los pacientes con cáncer del tracto digestivo superior y respiratorio (resultado) se compararon con aquellos sin cáncer para examinar si el ERGE (exposición) se asocia con el cáncer. Los científicos no intervinieron a los fines del estudio y no pueden controlar las diferencias naturales que podrían explicar los hallazgos del estudio.

En todo caso, los autores detectaron que el ERGE se vinculó con cáncer de garganta, amígdalas y partes de los senos paranasales. Entre las limitaciones del estudio están que no tenían información sobre el consumo de tabaco y alcohol del paciente, que son los factores de riesgo más bien establecidos para el cáncer del tracto respiratorio y del tracto digestivo superior. Los diagnósticos se basaron en los códigos ICD-9 que se utilizan para facturación en lugar de fines clínicos.

El ERGE se vinculó con el cáncer en adultos mayores en el tracto digestivo superior y respiratorio. Según los investigadores, esta asociación requiere más estudios para determinar la causalidad y posiblemente identificar una población en riesgo para que puede mejorarse la vigilancia pueda y comenzar antes el tratamiento.


La acidez estomacal, un riesgo que hay que tener controlado

viernes, 12 de enero de 2018

¿Llegará en 2018 una legislación “valiente” contra el tabaco?

La Organización Médica Colegial (OMC) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) han presentado ante representantes de los principales partidos políticos un decálogo de iniciativas para avanzar en la prevención y el control del tabaquismo en España. Consideran necesaria una “legislación valiente” para disminuir su prevalencia, que actualmente es superior a la media europea.

Las críticas hacia la “visión de mínimos” con la que se traspuso la Directiva Europea de Productos de Tabaco a través de dos Reales Decretos en España se centran en la falta de inclusión de “medidas más enérgicas que reduzcan el consumo de tabaco y la exposición al humo ambiental”. En este sentido, tanto la OMC como el CNPT destacan la labor de otros países donde, afirman, “han aprovechado la oportunidad para introducir mejoras” como la ampliación de los espacios libres de humo y la introducción del paquete neutro de tabaco.

Piden ampliar los espacios libres de humo a estadios y demás espacios deportivos, paradas de transporte público, playas y otros entornos naturales

El decálogo de iniciativas propuesto se basa en el Convenio Marco para el Control del Tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), suscrito por España en 2005. La primera de ellas es velar por el cumplimiento de la Ley de Tabaco, especialmente en aquellos espacios sensibles como los centros educativos, centros sanitarios y sus aledaños. Se pide también ampliar los espacios libres de humo a estadios y demás espacios deportivos, paradas de transporte público, playas y otros entornos naturales. En este sentido, se destaca no fumar en los coches en presencia de niños o mujeres embarazadas, una medida que recientemente ha sido aprobado por el Gobierno de Baleares.

Equiparar la regulación del cigarrillo electrónico a los productos del tabaco por ser un producto que no es inocuo y que puede contribuir a abrir espacios de permisividad al uso del cigarrillo es otra de las propuestas. En el ámbito de la fiscalidad apuestan por una semejante para todas labres del tabaco para evitar que el consumo se desvíe a productos que puedan resultar más baratos, como el tabaco de liar. Poner en marcha campañas de prevención del tabaquismo es otra de las iniciativas propuestas por las organizaciones de especialistas.

La atención sanitaria a los fumadores debe ocupar un lugar destacado en la lucha contra el tabaco, por lo que es necesario según el decálogo mejorarla incidiendo en la Atención Primaria como pilar básico. La consecución de este punto pasa por la formación adecuada de los profesionales, promoviendo programas multi-componente, y financiando los tratamientos farmacológicos que han demostrado seguridad y eficacia para dejar de fumar, al igual que se financia el tratamiento de otras patologías crónicas como la hipertensión o la diabetes.

El binomio cannabis-tabaco debe ser abordado en los programas de prevención y tratamiento e implementar el paquete neutro de tabaco se presenta como una medida eficaz para reducir su demanda. Otras propuestas son las de evitar la interferencia de la industria tabacalera en las políticas de control del tabaquismo y establecer un sistema de trazabilidad independiente de los productos de tabaco.


Los colegios médicos piden más medidas contra el tabaco


jueves, 11 de enero de 2018

Una enfermera, galardonada por su programa de deshabituación tabáquica en pacientes operados de laringe

Susana Díaz, enfermera del Hospital Punta de Europa, ubicado en la localidad gaditana de Algeciras, ha resultado premiada en la decimosexta edición del Congreso Nacional de Enfermería en Otorrinolaringología, por su programa piloto de deshabituación tabáquica en pacientes operados de laringe.

De acuerdo con lo expuesto por la Consejería de Sanidad de Andalucía en un comunicado, el programa diseñado por esta profesional consiste en la asistencia al paciente antes de que se produzca la laringectomía, durante su ingreso en el centro y su traslado al alta a la consulta de Otorrinolaringología, completando, así, las siete sesiones previstas para la conclusión de esta iniciativa.

El denominado «Programa piloto de deshabituación tabáquica en pacientes laringectomizados», que cuenta con el respaldo de evidencia científica a este respecto,  está siendo testado en la planta del Hospital Punta de Europa, pero el centro algecireño tiene previsto ponerlo en práctica de forma definitiva a partir del año próximo, informan desde la Consejería.

El propósito que persiguió esta enfermera al desarrollar este programa era reducir la ansiedad que provoca el cese repentino del hábito de fumar en los pacientes que van a someterse a una intervención quirúrgica, así como durante el proceso postoperatorio, principalmente una relacionada con dolencias oncológicas de laringe, dada la incidencia del tabaco en pacientes con este tipo de cáncer.

La Sanidad andaluza ha puesto de manifiesto que los profesionales enfermeros del Hospital Punta de Europa han presentado un total de seis trabajos a la última edición del Congreso Nacional de Enfermería en Otorrinolaringología, celebrada en el Hospital del Vinalopó, ubicado en Elche, en la provincia de Alicante.


Una iniciativa para eliminar la ansiedad antes y después de la laringectomía

martes, 9 de enero de 2018

El sexo oral puede provocar cáncer de boca y garganta

El roce hace el cariño. Pero las prácticas sexuales bucogenitales también pueden abrir las puertas al cáncer oral. No es por ponerse puritanos, pero la ciencia revela que fumar y practicar sexo oral con cinco o más compañeros a lo largo de la vida aumenta el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer orofaríngeo vinculados al virus del papiloma humano (en concreto, al del tipo 16 que, junto con el 18, es responsable de casi el 70% de los cánceres del cuello uterino).

Este microbio tiende a acampar en las mucosas y las áreas genitales (pene, vagina o ano) pero no le hace ascos a mudarse a la garganta. Solo hace falta que alguien lo transporte en una noche de amor.

Así lo revela un estudio publicado en Annals of Oncology. Teniendo en cuenta que para 2020 se prevé que los casos de este tipo de tumor igualen a los de cáncer cervical (cuello de útero), los investigadores querían saber qué factores de riesgo aumentan la posibilidad de que un ciudadano sano desarrolle la enfermedad.

Si es hombre tiene más papeletas

La conclusión es que ser fumador o tener varias parejas sexuales a lo largo de la vida aumenta notablemente las papeletas. Pero a los hombres mucho más que a las mujeres. ¿Poseen ellas una especial inmunidad ante este virus y sus maldades? “Es cierto que carcinoma de orofaringe relacionado con el virus del papiloma (VPH) tiene una mayor prevalencia en varones. Pero las razones epidemiológicas de su menor incidencia entre las mujeres pueden deberse a hábitos y conductas sexuales e higiénicosanitarias", apunta el doctor Eduardo Raboso García-Baquero, jefe del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de MD Anderson Cancer Center Madrid.

Solo el 0,5% de las mujeres no fumadoras padecieron cáncer por el virus del papiloma humano, frente al 1,5% de los hombres no fumadores. En los fumadores con hasta 4 parejas el riesgo aumentaba al 7,1%

El estudio corrobora esta tesis. Los investigadores estudiaron los datos de 13.089 hombres y mujeres entre los 20 y los 69 años que habían sido sometidos a pruebas del virus del papiloma humano (VPH) en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos. Los resultados fueron los siguientes. Las mujeres que habían tenido un único compañero sexual o ninguno a lo largo de su vida mostraron un reducido riesgo de desarrollar cánceres de garganta relacionados con el VPH (solo el 1,8% de las fumadoras y el 0,5% de las no fumadoras).

Entre los hombres que pertenecían al segundo grupo, el de los no fumadores, las cifras se disparan al 1,5%. En caso de tener de dos a cuatro parejas sexuales sus probabilidades alcanzaban el 4% y, si además fumaban, el riesgo era del 7,1%. El tabaco y el sexo oral con cinco o más personas en la vida catapulta el riesgo al 15%.

En España es más común este cáncer por tabaquismo

Darle al cigarrillo tampoco es buena idea. "El carcinoma de orofaringe se ha vinculado clásicamente al consumo de tabaco y alcohol. Solo recientemente se ha vinculado a infección por virus VPH. El hecho de que esta infección sea más frecuente en fumadores puede deberse a que este tipo de adicción va asociada a un peor nivel higiénicosanitario", recalca el doctor Juan Lorente, jefe de Otorrinolaringología del Hospital Val d’Hebron.

Mientras que en el norte de Europa las campañas antitabaco llevan años dando frutos, a este lado de los Pirineos el gusto por la nicotina se ha perpetuado durante décadas. "De ahí que en este país casi el 70% de los casos de este tumor se deban aún al tabaquismo. Esto lo comprobamos al biopsiar el tumor una vez extraído. El tabaco y el alcohol provocan una alteración de la mucosa que facilita su aparición. Y agravan su pronóstico, porque no peleamos solo contra el carcinoma, sino contra todas las disfunciones generadas durante años por esos hábitos nocivos", advierte Lorente.

"Baste con señalar que una persona que fuma 30 cigarrillos al día multiplica por 4 el riesgo de contraer este cáncer", añade. "Ahora bien, la menor incidencia del tabaquismo y la generalización de ciertas prácticas bucogenitales hará que estas cifras comiencen a revertir en los próximos años y aumenten las vinculadas a la escena sexual”.

Se está desarrollando una técnica que administra una dosis de radiación muy baja a los tejidos sanos circundantes, algo muy importante al tratarse de zonas —cuello y cabeza— que desarrollan funciones muy importantes en nuetsra vida

Uno de los cánceres con mejor pronóstico aunque tratamientos agresivos

Afortunadamente se trata de uno de los cánceres de mejor pronóstico. “El trabajo está ahora en intentar minimizar los efectos secundarios de los tratamientos, ya sea cirugía (no muy habitual o de poca entidad en este tipo de cáncer), radiología o quimioterapia. En especial, la xerostomía (falta de saliva) y la disfagia o complicaciones con la deglución. Se plantean ya tratamientos menos intensivos”, apunta el doctor Sergi Benavente, consultante en radiación oncológica especializado en cáncer de cuello y cabeza en el Hospital Vall d’Hebron.

Para reducir los daños en el tejido sano colindante en el Centro de Terapia de Protones del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas se trabaja en una nueva técnica de protones modulada. “Los protones administran la mayor parte de su energía al finalizar su trayectoria dirigida, administrando apenas una baja dosis de radiación al tejido sano circundante", relata el doctor Raboso García-Baquero. "Esta técnica es muy relevante en el tratamiento de ciertos tumores en la cabeza y en el cuello, donde hay tantas estructuras anatómicas esenciales muy próximas las unas a las otras, de cuyo correcto funcionamiento depende en gran medida nuestra calidad de vida”.

La terapia está aún en vía experimental. Es más costosa que la radiación convencional, "pero plantea un perfil de efectos adversos reducido que podría ahorrar a los pacientes (y a las compañías de seguros) el costo de visitas al departamento de emergencias, hospitalización y tratamientos como tubos de alimentación", recalca el doctor Steven Frank, profesor del Departamento de Oncología Radiológica y director médico del Centro de Terapia de Protones del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas.



El 70% de los casos de este tumor en España se deben aún al tabaquismo

lunes, 8 de enero de 2018

No, la clave para perder peso no es reducir la ingesta de calorías

  • Un estudio llevado a cabo con ratones muestra que la restricción de aminoácidos ramificados en la dieta, que no de calorías, promueve la delgadez y la salud metabólica

Dentro de 10 días celebraremos el Nuevo Año, y personas de todo el mundo se conjurarán, como todos los años, para perder los kilos ganados en las comidas y cenas de las Navidades. Con mayor y, sobre todo, menor éxito. Y es que además de una férrea fuerza de voluntad que no tiene todo el mundo, es necesario seguir una dieta adecuada. No vale cualquier tipo de alimentación, como constata el hecho de que la pandemia mundial de obesidad –y de la consecuente diabetes– no para de crecer. E, incluso, es muy posible que la clave para perder peso no se encuentre en reducir la cantidad de calorías. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Wisconsin en Madison (EE.UU.) muestra que para lograr que nuestro esfuerzo dietético no caiga en saco roto, lo que hay que hacer es reducir es la ingesta de aminoácidos ramificados.

Como explica Dudley Lamming, director de esta investigación publicada en la revista «The Journal of Physiology», «hemos identificado un papel imprevisto de los aminoácidos ramificados dietéticos en la regulación del balance energético, y hemos visto que una dieta con unos niveles bajos de este tipo de aminoácidos promueve la delgadez y el buen control del azúcar en sangre. Es más; nuestros resultados también sugieren que la composición de aminoácidos específicos de las proteínas dietéticas, que no cuántas proteínas consumamos, regula la salud metabólica».

Comer todo lo que se quiera

Los aminoácidos son las moléculas con las que, cual bloques, se construyen las proteínas. Y entre ellos se cuentan los denominados como ‘ramificados’ o de ‘cadena ramificada’, caracterizados por la presencia de un compuesto alifático y una estructura no lineal. Es el caso de la leucina, la isoleucina y la valina, aminoácidos que además de ramificados son ‘esenciales’, es decir, no pueden ser sintetizados por el organismo y deben ser ingeridos a través de la dieta.

En el estudio, los autores emplearon un modelo animal –ratones– con obesidad y prediabetes –esto es, con unos niveles elevados de azúcar en sangre, pero no lo suficientemente altos como para desarrollar diabetes– al que alimentaron con una dieta baja en leucina, isoleucina y valina. Y una vez evaluado el peso, metabolismo de la glucosa y gasto energético de estos animales, vieron que eran mucho más delgados y tenían un mejor control de los niveles de azúcar en sangre que sus homónimos que siguieron otros tipos de alimentación.

La dieta con niveles bajos de aminoácidos ramificados promueve la delgadez y el buen control del azúcar en sangre

Pero aún hay más. Y si cabe, más importante: los animales pudieron comer todo lo que quisieran. Es decir, la única restricción fue la cantidad de aminoácidos ramificados, no la cantidad de calorías. Y a pesar de seguir una dieta poco ‘adecuada’, rica tanto en grasas como en carbohidratos, experimentaron una mejoría de su salud metabólica.

Como apuntan los autores, «esperamos que este enfoque dietético bajo en aminoácidos ramificados pueda ser una forma eficaz para prevenir o tratar el síndrome metabólico, trastorno caracterizado por una presión sanguínea elevada, unos niveles altos de azúcar en sangre y de colesterol y un exceso de grasa abdominal que, en conjunto, aumentan el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular e ictus».

¿También en humanos?

En definitiva, parece que la cantidad de aminoácidos ramificados, que no así de las calorías, es la clave para que logremos bajar de peso. Sin embargo, y dado que no es lo mismo un ratón que un humano, la evidencia de que la reducción de aminoácidos ramificados puede mejorar la salud metabólica tiene que ser igualmente investigada en los humanos –lo que los autores, según han informado, harán de forma inmediata.

Como concluye Dudley Lamming, «si nuestros resultados pueden ser trasladados a los humanos, entonces sería posible que estas dietas, o los fármacos que imiten los efectos de la dieta baja en aminoácidos ramificados, fueran más fáciles de seguir por la población y mucho más eficientes que las tradicionales dietas hipocalóricas. Además, también analizaremos cómo la composición específica de los aminoácidos de las proteínas de la dieta regula la salud metabólica, lo que podría explicar la gran variación observada entre los individuos en respuesta a los diferentes tipos de dieta para perder peso».


El engordar podría no estar relacionado con las calorías que comemos