Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: Cómo prevenir el cáncer con una buena alimentación

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miércoles, 9 de julio de 2014

Cómo prevenir el cáncer con una buena alimentación

 Comer bien para estar sano. Hay una relación directa entre la dieta que sigues y las posibilidades que tienes de padecer cáncer a lo largo de tu vida. Hasta el 30% de los cánceres se podrían evitar siguiendo una buena alimentación. ¿Qué alimentos son nocivos? ¿Cuáles son beneficiosos? Hablamos con varios doctores y recuperamos varios estudios médicos para contarte cómo prevenir el cáncer con una buena alimentación.
 
  • El cáncer y la dieta están relacionados.

Dieta y cáncer están relacionados. Una alimentación sana y equilibrada reduce tus posibilidades de sufrir esta enfermedad. Pero si comes mal, las aumentas. Según la Organización Mundial de la Salud, se podrían evitar el 30% de los casos de cáncer en todo el mundo con una dieta sana y equilibrada.

Hay muchas líneas de investigación abiertas sobre qué alimentos favorecen el cáncer y cuáles lo evitan. Está comprobado, por ejemplo, que un consumo excesivo de grasas saturadas puede provocar cáncer. También está demostrado que comer más fruta y verdura es beneficioso.

Pero un alimento no provoca, ni evita, el cáncer por sí sólo. Lo que influye es la dieta en su conjunto.


  • No existen los alimentos cancerígenos.

No hay ningún alimento que por sí mismo provoque cáncer. Lo que sí puede provocar esta enfermedad es una mala dieta mantenida durante mucho tiempo. "Es el conjunto de la alimentación lo que puede provocar un cáncer tumoral, no hay una lista cerrada de alimentos cancerígenos", explica la Dra. Graciela García , oncóloga de la Sociedad Española contra el Cáncer.

García da un ejemplo de una dieta que podría provocar cáncer. Habla de "Una alimentación muy rica en grasas de origen animal, en carne roja y en productos precocinados y pobre en fibra, verduras y fruta". Mantener este menú durante muchos años priva al organismo de muchos nutrientes. Es esta carencia la que puede provocar la enfermedad.

Pero comer mal también puede provocar cáncer a través de otra vía: la obesidad. "Determinados tumores sí están relacionados con un sobrepeso mantenido en el tiempo", comenta la Dra. García. Pero esto te lo explicamos en el siguiente paso de este practicograma.

  •  El consumo excesivo de grasas saturadas es perjudicial.

No hay ningún alimento que provoque cáncer por sí mismo. Aún así, sí hay un nutriente que está implicado en muchos cánceres relacionados con la dieta: la grasa saturada. Está presente en alimentos como la leche entera, la mantequilla, la carne roja, el queso o el aceite de coco.

El Estudio Europeo Sobre Cáncer y Nutrición establece una relación directa entre el consumo elevado de grasas y el cáncer de mama. Afirma que las mujeres que toman más de 35 gr de grasa saturadas al día tienen el doble de posibilidades de tener cáncer de mama que las que consumen menos de 10 gr. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura también advierte de este riesgo, y afirma que aumentan las posibilidades de padecer cáncer de colon.

Hay un condicionante muy importante en la relación que existe entre las grasas saturadas y el cáncer: la obesidad. Una ingesta muy elevada de este nutriente provoca sobrepeso, y esto a su vez puede causar la aparición de tumores cancerígenos. Según el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, el 4% de los nuevos cánceres que se registraron en hombres en Estados Unidos en 2007 estuvieron provocados por la obesidad. En las mujeres el porcentaje fue aún mayor: 7%.

  • Come más fruta, verduras y legumbres.

"Hay muchos estudios que ponen de relieve que las verduras, la fruta y las legumbres tienen un efecto protector frente al cáncer", explica la Dra. Irene Santacruz, de la Unidad de Coaching Nutricional del Hospital Nisa. "Sus compuestos tienen una acción directa para prevenir la enfermedad".

Estos alimentos aportan al organismo una gran cantidad de vitaminas, fibra y agentes fitoquímicos. Y son estos agentes los que tienen una acción protectora frente a los tumores cancerígenos (‘Guía de alimentación y salud’, UNED).

Santacruz resalta un aspecto en el que insistimos mucho en este reportaje: ninguna fruta ni verdura protege frente al cáncer por sí misma. "El brécol es muy beneficioso para prevenir esta enfermedad, pero no por comer sólo esta verdura se es inmune. Hay que tomarlo en el seno de una dieta sana y equilibrada", recalca la doctora.

  • La forma de cocinar influye.

La forma de cocinar los alimentos puede influir en la aparición del cáncer. La nutricionista Leticia Garnica, de Dietistaynutricionsita.com, explica por qué. "Cuando cocinas una hamburguesa a la parrilla o a la barbacoa la carne se quema. En esta parte dorada hay una gran concentración de unas moléculas llamadas aminas heterocíclicas, que son cancerígenas". Estos compuestos pueden estar presentes en cualquier tipo de carne que se quema: ternera, pollo, cerdo o pescado.

La nutricionista apunta que esto sólo afecta a las carnes que se hacen a la parrilla. "Cuando cocinas en la sartén no hay ningún riesgo, ya que no hay contacto directo con el fuego", comenta Leticia.

Pero no se puede generalizar. Es verdad que las aminas heterocílicas son cancerígenas. Pero las fuentes consultadas para este reportaje sobre alimentación y cáncer coinciden en que no afectan igual a todo el mundo. Hay personas que metabolizan estas moléculas mejor que otras.

  • El alcohol puede provocar cáncer.

Beber alcohol en grandes cantidades puede provocar cáncer. Cuanto más alcohol beba una persona, mayores son sus posibilidades de padecer esta enfermedad. Según el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, el 3,5% de las muertes por cáncer en ese país desde 2009 han estado relacionadas con el alcohol.

Queremos insistir mucho en que el riesgo está en la cantidad. Beber una cerveza o un vaso de vino no es peligroso. Lo que aumenta las posibilidades de padecer cáncer es consumir mucho alcohol todos los días.

Si el alcohol se consume junto con tabaco, las posibilidades de padecer cáncer se disparan. Son mucho mayores que si se bebe o se fuma por separado. En estos casos hay más posibilidades de padecer cáncer de boca, faringe, laringe o esófago.

  • ¿Cómo sería el menú ideal?

El menú ideal para evitar el cáncer parte de una dieta sana y equilibrada. Toma nota:

-Entre seis y diez raciones de legumbres, patatas o cereales al día.

-Entre dos y cuatro raciones de fruta o zumos de fruta.

-Entre tres y cinco raciones de hortalizas y fruta al día.

-Entre dos y tres raciones al día de leche o derivados lácteos.

-Entre una y dos raciones al día de huevos, pescado o carnes.

-Consume aceite y grasas con moderación. No pases de los 80 gramos al día.

  • Recomendaciones finales.

Hemos querido dedicar este último paso para recopilar unos consejos sobre alimentación y cáncer. Están sacados de la guía ‘Alimentos, nutrición, actividad física y la prevención del cáncer’, editada por la Organización Mundial de la salud.

-Evita el sobrepeso y la obesidad.

-Mantén un estilo de vida activo: haz deporte.

-Limita el consumo de bebidas azucaradas.

-Comes más verduras, frutas y hortalizas.

-Limita la ingesta de carnes rojas.

-Limita la ingesta de bebidas alcohólicas.




Una alimentación sana y equilibrada reduce las posibilidades de sufrir cáncer

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