Hace unas fechas llamó una mujer a la puerta de mi casa y me pregunto algo así como que si creía en la otra vida o en la reencarnación, no recuero exactamente. En un reflejo de buen humor le contesté que yo ya la había tenido, que estaba en mi segunda vida. Se quedó un tanto perpleja, mi miró, se sonrió y no dijo nada. No creo que llegase a entender lo que quería decir. Seguro que al oír una voz tan extraña, a una persona con un agujero en el cuello, prefirió no intentar meterme la perorata que tuviese preparada.
Me ha venido a la memoria con relación a una noticia que ha visto en un periódico digital (al final pondré el enlace para poder verlo) en el que habla de la presentación de un libro que recoge 20 testimonios de personas que han superado el cáncer. Entre ellos un laringectomizado, que de eso sabemos un poco.
En estos días se cumple el quinto aniversario de mi operación de laringectomía y por lo que dicen es el cumplimiento de una etapa importante en la trayectoria de nuestra problemática. No sé hasta qué punto influye en las posibilidades de que este nuestro cáncer se haya apagado del todo, pero prefiero pensar que muchas. Siempre estaremos propensos a otros cánceres, pero si el que nos ocasionó lo que tenemos ha muerto no es mala noticia.
He repaso un poco mis notas escritas durante estos días hace esos 5 años y una de las consignas apuntadas era sobre la nueva vida que me tocaba empezar a vivir. Esto escribí a los tres meses de la operación: “Hoy tres meses de la operación. Lo que ha cambiado mi vida en estos tres meses no lo sé ni yo, y no sé si lo sabré alguna vez”. Creo que pasados estos años las cosas se ven de otra manera, la vida ha cambiado pero bastante menos de lo que entonces me temía.
De lo celebrar cada año el cumpleaños de esta segunda vida está dentro de lo normal que muchos lo hagan. Conozco a uno que se salvó después de un accidente de helicóptero y toda la familia lo conoce como ‘el resucitado’, incluso el lo dice de sí mismo. Nuestro caso es algo similar pero con muy distintos matices. Cada vez que entramos en quirófano y nos duermen del todo siempre queda la duda de si despertaremos pero no es lo mismo. Aunque a la hora de valorar la extirpación de un cáncer si se puede considerar renacer, ya que si no lo hacen o no lo hacen tarde las consecuencias son más que peligrosas.
“SUPERAR EL CÁNCER ES RENACER” reza uno de los titulares que podéis ver en los enlaces mentados y creo que no es nada exagerado.
Me ha venido a la memoria con relación a una noticia que ha visto en un periódico digital (al final pondré el enlace para poder verlo) en el que habla de la presentación de un libro que recoge 20 testimonios de personas que han superado el cáncer. Entre ellos un laringectomizado, que de eso sabemos un poco.
En estos días se cumple el quinto aniversario de mi operación de laringectomía y por lo que dicen es el cumplimiento de una etapa importante en la trayectoria de nuestra problemática. No sé hasta qué punto influye en las posibilidades de que este nuestro cáncer se haya apagado del todo, pero prefiero pensar que muchas. Siempre estaremos propensos a otros cánceres, pero si el que nos ocasionó lo que tenemos ha muerto no es mala noticia.
He repaso un poco mis notas escritas durante estos días hace esos 5 años y una de las consignas apuntadas era sobre la nueva vida que me tocaba empezar a vivir. Esto escribí a los tres meses de la operación: “Hoy tres meses de la operación. Lo que ha cambiado mi vida en estos tres meses no lo sé ni yo, y no sé si lo sabré alguna vez”. Creo que pasados estos años las cosas se ven de otra manera, la vida ha cambiado pero bastante menos de lo que entonces me temía.
De lo celebrar cada año el cumpleaños de esta segunda vida está dentro de lo normal que muchos lo hagan. Conozco a uno que se salvó después de un accidente de helicóptero y toda la familia lo conoce como ‘el resucitado’, incluso el lo dice de sí mismo. Nuestro caso es algo similar pero con muy distintos matices. Cada vez que entramos en quirófano y nos duermen del todo siempre queda la duda de si despertaremos pero no es lo mismo. Aunque a la hora de valorar la extirpación de un cáncer si se puede considerar renacer, ya que si no lo hacen o no lo hacen tarde las consecuencias son más que peligrosas.
“SUPERAR EL CÁNCER ES RENACER” reza uno de los titulares que podéis ver en los enlaces mentados y creo que no es nada exagerado.
Enlaces del Diario SUR. ES:
http://www.diariosur.es/v/20131224/malaga/superar-cancer-como-renacer-20131224.html
Bueno, no me lo esperaba.
ResponderEliminarHe empezado a leer y me he dicho: esto me pasó a mi.
Y claro, he visto al final que lo has cogido de mi blog.
Muchas Gracias
Juan Toledo
Jejeje! Al contrario! Gracias por tu visita y por tus interesantes artículos que son de tanto interés para la comunidad laringectomizada y que, con tu permiso, seguiremos divulgando. Un saludo! :-)
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