7 horas duró la operación de cáncer de laringe y 6 la segunda, la de
cáncer de próstata. Mi vida se amoldó a los resultados. No puedo hablar y
tengo que orinar rápidamente. Es difícil saber hasta dónde puede
aguantar el ser humano para vivir, yo mismo me asombro, con lo miedoso
que soy y todo lo que me han hecho en el cuerpo.
Una fuerza inmensa,
ganas de vivir, rabia, odio y un montón de cosas más se apoderaron de mí,
en las dos ocasiones, cuando con voz dulce me dijeron que tenía cáncer.
Cariño, mucho cariño familiar. Tengo mujer y tres hijos, fe ciega en
los médicos que me operaron y ni una sola queja del tratamiento. Y aquí
estoy, pensionista y encargado de las tareas del hogar.
No hablaba, me
daba miedo, como tarea voy todos los días al mercado central de valencia
y compro algo, he superado todos los miedos, y en esta ocasión estoy
ganando a esa amiga que todos tenemos. Yo os diría sacar todas vuestras
ganas de vivir, se puede hacer.
Vivo con mi mujer y mis hijos, se mis
limitaciones y por lo tanto no sufro desengaños, me siento importante
con lo que tengo y sobre todo he perdido el miedo.
Lo más importante: perder el miedo |
Voluntad y mucha fuerza.
ResponderEliminarAdelante campeón!!!
ResponderEliminarTe felicito, es la fortaleza de uno la que nos das las ganas de seguir viviendo y ver crecer a la familia, yo ya tengo seis nietos y soy feliz cuando los veo juntos disfrutando de la vida!
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