Los cuidados que necesitamos los
laringectomizados no son muchos ni imprescindibles pero si importantes.
Se pueden dividir en dos partes, los que se necesitan
inmediatamente después de la operación y durante la radioterapia
por una parte y los que debemos realizar posteriormente, se puede decir
que para toda la vida.
CUIDADOS INMEDIATOS A LA OPERACIÓN
Hay dos partes que tenemos que cuidar y las dos están juntas. Se trata del estoma y del cuello. El estoma debemos tratarlo con mucho
cuidado, mimo se puede decir. Al principio, cuando la herida aún está
fresca, solo hay que limpiarla con un trapo húmedo y
secarla bien. Después, según va cicatrizando, se le puede dar un
poco de aceite para niños, Jhonson, por ejemplo. Con solo mojar el dedo y
pasarlo por los bordes es suficiente. Ayudará, sobre
todo, a que las mucosidades no se queden pegadas y evitará la
tirantez de la piel. También ayudará a que la cánula entre y salga con
más facilidad.
Para ayudar a que estas flemas no
formen bolas y puedan salir fácilmente es muy conveniente beber bastante
agua y mantener el ambiente húmedo con recipientes de agua
sobre las calefacciones o incluso calentando agua a baja temperatura
y dejar que se evapore. Y el problemas es importante se puede usar un
humidificador. También se puede usar suero fisiológico,
bien echando unas gotas en el estoma bien pulverizando un poco con
spray.
El cuello también debemos cuidarlo
continuamente. Hay dos cosas importantes para su cuidado. La primera es
mantener la piel hidratada con cremas apropiadas y la
segunda protegerla de los rayos de sol. No es que le vayan a hacer
daño, es para evitar que la cicatriz se note demasiado. Por otra parte
mientras nos dan la radioterapia debemos seguir lo
consejos que nos de el personal médico o enfermero.
CUIDADOS POSTERIORES
Los cuidados que debemos tener permanentemente son básicamente continuación de los anteriores. El estoma cada vez necesitará menos
cuidados, se habrá cicatrizado suficientemente y si los médicos no nos
dicen lo contrario solo habrá que tenerlo hidratado con
cremas y con ambientes húmedos. El uso de suero fisiológico puede
seguir siendo útil o no, dependiendo de cada persona.
El cuello lo continuaremos cuidando
con cremas hidratantes, puede valer perfectamente Nivea, que daremos
todos los días. Es interesante que a la vez que se la
extendemos aprovechemos para hacer unos masajes suaves por todo el
cuello, insistiendo en movimientos de adelante hacia tras.
También es conveniente, e incluso
diría que necesario, hacer ejercicios con el cuello. Son muy sencillos,
solo mover la cabeza suavemente con movimientos hacia los
lados y hacia delante-atrás. Todos los días unas cuantas veces nos
ayudarán a mejorar esa tirantez que, por cierto, nos acompañará durante
mucho tiempo.
Los que hayan tenido secuelas en los hombros también conviene que hagan ejercicios con los brazos y hombros.
En la Asociación facilitan un folleto con indicaciones sobre estos ejercicios.
Extraído de Asociación Vizcaína de Laringectomizados
Los cuidados no son muchos, pero sí importantes |
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