Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: marzo 2021

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martes, 23 de marzo de 2021

Cuidados generales del estoma de un laringectomizado

El estoma es una abertura que conecta una parte de la cavidad corporal con el ambiente exterior. Se crea un estoma después de una laringectomía para generar una nueva abertura para la tráquea en el cuello, conectando así los pulmones con el exterior. Cuidar el estoma para asegurar su permeabilidad y salud es crucial.

Cuidado general

Es muy importante cubrir el estoma en todo momento para evitar que la suciedad, el polvo, el humo, los microorganismos, etc. entren en la tráquea y los pulmones.

Hay varios tipos de cubiertas para estoma. Los más efectivos se llaman intercambiadores de calor y humedad (HME) porque crean un sello hermético alrededor del estoma. Además de filtrar la suciedad, los HME conservan parte de la humedad y el calor dentro del tracto respiratorio y evitan que la persona los pierda. Por lo tanto, el HME ayuda a restablecer la temperatura, la humedad y la limpieza del aire inhalado a la situación previa a la laringectomía.

El estoma a menudo se reduce durante las primeras semanas o meses después de su creación. Para evitar que se cierre completamente, inicialmente se deja una sonda de traqueostomía o laringectomía en el estoma las 24 horas del día. Con el tiempo, esta duración se reduce gradualmente. A menudo se deja durante la noche hasta que no haya más tendencia al cierre del estoma.

- Cuidado del estoma cuando se utiliza una placa base o una apósito adhesivo: la piel que rodea el estoma puede irritarse debido al constante pegado y despegado del apósito.

Los materiales utilizados para retirar el apósito usado y prepararse para el nuevo pueden irritar la piel. La eliminación del apósito adhesivo usado también puede irritar la piel, especialmente cuando está pegada.

Una toallita de eliminación de adhesivo que contiene líquido (p. ej., Remove™, Smith & Nephew, Inc. Largo, FI 33773) o un paño húmedo sin olor pueden ayudar a retirar los restos de adhesivo. Se coloca en el borde del apósito y ayuda a desprenderlo de la piel cuando se levanta. Frotar el área con Remove™ limpia el sitio de los restos del adhesivo utilizado para pegar el apósito. Es importante limpiar el Remove™ sobrante con una toallita con alcohol para que no irrite la piel. Cuando se utiliza un nuevo apósito, quitar el Remove™ evita que interfiera con la colocación de pegamento nuevamente.

Por lo general, no se recomienda dejar el apósito durante más de 48 horas. Sin embargo, algunas personas lo mantienen por mucho más tiempo y lo reemplazan cuando se despega o se ensucia. En algunas personas, la eliminación del adhesivo es más irritante incluso que los adhesivos. En caso de que la piel esté irritada, es mejor cambiar los apósitos cada 24 horas. Si la piel está irritada, puede ser recomendable dejarla descansar por un día o hasta que la zona cicatrice y cubrir el estoma solo con una base rígida sin ningún tipo de pegamento o con una cubierta de espuma. Existen adhesivos hidrocoloides especiales que permiten su uso en pieles sensibles.

Es importante usar un apósito protector de la piel que forma película líquida (p. ej., Skin Prep™, Smith & Nephew, Inc. Largo Fl 33773) antes de colocar el pegamento.

- Cuidado del estoma cuando se utiliza el tubo de traqueostomía: la acumulación de moco y el roce del tubo de traqueostomía pueden irritar la piel alrededor del estoma. Esta se debe limpiar al menos dos veces al día para evitar olores, irritaciones e infecciones. Si el área parece roja, sensible o huele mal, la limpieza del estoma se debe realizar con más frecuencia. Es aconsejable ponerse en contacto con su médico si aparece una erupción, olor inusual o drenaje de color verde amarillento alrededor del estoma.



El cuidado del estoma es muy importante para el laringectomizado

lunes, 22 de marzo de 2021

Dificultades para tragar en pacientes laringectomizados

La mayoría de los laringectomizados experimentan problemas para tragar (disfagia) inmediatamente después de la cirugía. Ya que tragar involucra la coordinación entre más de veinte músculos y múltiples nervios, el daño a alguna de las partes del sistema debido a la cirugía o a la radioterapia puede producir dificultades para esta acción. La mayoría de los laringectomizados tienen pocas dificultades para reaprender cómo tragar. Algunos solo necesitan ajustes menores al comer, como tomar bocados más pequeños, masticar con más cuidado, y beber más líquidos con la comida. Algunos experimentan dificultades significativas al tragar que requieren asistencia para aprender a mejorar esta habilidad trabajando con un terapeuta del lenguaje que se especialice en este tipo de desórdenes.

Las funciones de deglución cambian tras una laringectomía, y se pueden complicar más por la radioterapia y la quimioterapia. La incidencia de dificultades para tragar y obstrucción por comida pueden llegar a ser del cincuenta por ciento de los pacientes y, de no ser tratada, podría llevar a la desnutrición. La mayoría de las dificultades al tragar se notan después de que el paciente haya sido dado de alta. Pueden ocurrir cuando se intenta comer demasiado rápido y no se mastica bien. También pueden suceder tras un traumatismo en parte superior del esófago por ingerir un alimento puntiagudo o beber un líquido muy caliente. Esto puede causar una hinchazón que podría durar uno o dos días.

Los problemas al comer (o disfagia) son comunes tras una laringectomía total. Los problemas pueden ser temporales o prolongados. Los riesgos de los problemas al tragar incluyen un estado nutricional pobre, limitaciones en las situaciones sociales y una reducción en la calidad de vida.

Los pacientes experimentan dificultades al tragar como resultado de:

• El funcionamiento anormal de los músculos faríngeos (dismovilidad).

• La disfunción cricofaríngea del cartílago cricoides y la faringe.

• La disminución de la fuerza de los movimientos de la base de la lengua.

• La aparición de un pliegue de mucosa o tejido cicatrizal en la base de la lengua llamado “pseudoepiglotis”. La comida se puede acumular entre el pseudoepiglotis y la base de la lengua.

• La dificultad en los movimientos de la lengua, al masticar, y en la propulsión de la comida en la faringe por la pérdida del hueso de la hioides y otros cambios estructurales.

• Una contracción dentro de la faringe o el esófago que puede disminuir el paso de la comida y causar su acumulación.

• El desarrollo de una bolsa (divertículo) en la pared faringoesofágica que puede acumular fluidos y comida, y causa la molestia de comida «atascada» en la parte superior del esófago.

Usualmente, no se les permite a los laringectomizados tragar alimentos inmediatamente después de la cirugía, y se deben alimentar a través de una sonda por dos o tres semanas. Se inserta la sonda hasta el estómago a través de la nariz, la boca o la fístula traqueoesofágica, y se administra alimentación líquida a través de esta. Sin embargo, esta práctica está cambiando lentamente; existen cada vez más evidencias de que en cirugías estándares, se puede comenzar la ingestión oral con líquidos claros incluso 24 horas después de la cirugía. Esto también podría ayudar a tragar, ya que se seguirán utilizando los músculos involucrados.

Después de un episodio de obstrucción de comida en la parte superior del esófago, puede ser difícil tragar por uno o dos días. Esto se debe probablemente a la hinchazón local de la parte trasera de la garganta; normalmente, esta desaparece con el tiempo.

Formas de evitar estos episodios:

• Comer despacio y pacientemente.

• Tomar pequeños bocados de comida y masticar muy bien.

• Tragar pequeñas cantidades de comida a la vez y siempre mezclarlas con líquido en la boca antes de tragar. Los líquidos tibios hacen que tragar sea más fácil.

• Bajar la comida con tanto líquido como sea necesario (los líquidos tibios pueden funcionar mejor para algunas personas al bajar la comida).

• Evitar comida que sea pegajosa o difícil de masticar. Cada cual necesita encontrar por sí mismo qué tipos de alimentos son más fáciles de ingerir. Algunos alimentos son fáciles de tragar (como el pan tostado o seco, el yogur y los plátanos) pero otros tienden a ser pegajosos (como las manzanas sin pelar, la lechuga y otros vegetales con hojas, y la carne).

Es posible que los problemas para tragar mejoren con el tiempo. Sin embargo, es posible que se necesite una dilatación del esófago si este queda estrecho permanentemente. Es posible evaluar el grado de estrechamiento con una prueba de deglución. Habitualmente es un otorrinolaringólogo o un gastroenterólogo quien realiza la dilatación.



Hay un porcentaje pequeño de pacientes que tienen disfagia

miércoles, 17 de marzo de 2021

¿Cómo extraer (o tragar) la comida que está atascada en la garganta o el esófago?

Algunos laringectomizados experimentan episodios frecuentes de comida que se atasca en la parte de atrás de su garganta o esófago y no les permite tragar.

Se puede despejar la comida atascada usando estos métodos:


1. Primero, no entre en pánico. Recuerde que no es posible ahogarse porque, al ser laringectomizado, su esófago está completamente separado de su tráquea.

2. Trate de beber un poco de líquido (preferiblemente tibio) e intente forzar la comida hacia abajo aumentando la presión en su boca.

3. Si esto no funciona y habla a través de una fístula traqueoesofágica, trate de hablar. De esta forma, el aire que sople a través de la prótesis de voz puede empujar la comida por encima de la fístula hacia el fondo de su garganta, eliminando la obstrucción. Primero, inténtelo de pie y si no funciona inclínese sobre un lavamanos y trate de hablar.

4. Si esto no funciona, inclínese (sobre un lavamanos, o sostenga un pañuelo o vaso en su boca), llevando su boca por debajo del pecho y aplicando presión sobre el abdomen con su mano. Esto hace subir los contenidos de su estómago y puede despejar la obstrucción.


Estos métodos funcionan para la mayoría de la gente. Sin embargo, cada persona es diferente y es necesario experimentar para encontrar los métodos que mejor funcionen. No obstante, para la mayoría de laringectomizados, tragar se hace más fácil con el tiempo.

Algunos laringectomizados confirman que lograron eliminar la obstrucción masajeando suavemente su garganta, caminando por algunos minutos, saltando de pie, sentándose y levantándose varias veces, golpeando su pecho o espalda, usando una máquina de succión con el catéter ubicado en la parte de atrás de su garganta, o solo esperando un momento hasta que la comida descienda hacia el estómago por sí sola.

Si nada funciona y la comida aún está atorada en la parte de atrás de la garganta, puede ser necesario que un otorrinolaringólogo lo revise o ir por urgencias para que le despejen la obstrucción.




 Ante un atasco, sobre todo hay que mantener la calma