Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: La relajación, un recurso sin contraindicaciones

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martes, 1 de julio de 2014

La relajación, un recurso sin contraindicaciones

Las técnicas de relajación son un recurso ampliamente utilizado para afrontar el estrés y para prepararse ante las intervenciones quirúrgicas. Son relativamente fáciles, y no tienen contraindicaciones. Si consigues practicarlas con regularidad, pronto empezarás a notar sus beneficios.
 
La relajación puede ayudar en el control de los efectos secundarios. Practicar diariamente unos minutos de relajación reduce la tensión y el malestar general. Dedicar diez minutos al día es suficiente para notar los beneficios.
 
Hay muchas técnicas de relajación que se pueden utilizar. A continuación mostramos la técnica de respiración profunda por ser fácil y rápida de aprender. Para conseguir el mayor beneficio, entrena y practica a diario.

Realiza los ejercicios especialmente en los días previos al ingreso en el hospital, en el traslado al quirófano, en la sala de espera de la consulta, etc., es decir, en aquellas ocasiones en las que aparece mayor ansiedad.
Elige un lugar tranquilo donde puedas estar a solas durante unos minutos, con una luz tenue que favorezca la relajación. Túmbate y quítate el cinturón u otras prendas que te puedan oprimir, cierra los ojos: 
  • Intenta que durante unos minutos ninguna idea ocupe tu mente. Si aparecen pensamientos no les concedas importancia. Poco a poco se irán desvaneciendo…. Simplemente, disfruta de unos momentos de tranquilidad.
  • Respira de forma lenta, profunda y regular. Toma aire por la nariz pausadamente e intenta hacer como si lo bajaras hacia el abdomen, hinchándolo. Mientras lo haces, mantén el aire durante unos cuatro segundos y luego expúlsalo por la boca muy lentamente.
  • Imagina una situación relajante, puede ser una puesta de sol en la montaña o la visión de las olas moviéndose suavemente en el mar.
  • Céntrate en esta imagen durante unos minutos fijando la atención en todos los aspectos que componen la imagen. Fíjate en las sensaciones que experimentes, calor, placidez, tranquilidad… disfruta de ellas.  
Repite estos pasos durante unos ocho o diez minutos.
Si observas que no consigues los efectos deseados, consulta con un psicólogo que pueda asesorarte sobre la forma correcta de realizarla. 




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