La Asociación Española contra el cáncer señala en su página web los siguientes síntomas para ayudar en la detección precoz de un posible cáncer.
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Un bulto o nódulo; una herida o úlcera que no cicatriza.
La mayoría de los bultos o nódulos suelen ser manifestaciones
benignas, pero en todos los casos se debe descartar la existencia de una
lesión maligna.
Consulte a su médico si detecta la aparición de un nódulo o un bulto
en alguna zona del organismo, una herida en la piel o una llaga en la
mucosa de la boca que no cura.
Un nódulo puede ser indicativo de: cáncer de mama, cáncer de testículo, cáncer linfático...
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Dolor persistente en el tiempo.
El dolor suele ser un síntoma inespecífico que acompaña a multitud
de enfermedades. En la mayoría de las ocasiones se trata de un dolor
agudo (duele durante un periodo de tiempo más o menos corto) que
desaparece bien espontáneamente o bien con tratamiento sintomático
(analgésicos).
Consulte a su médico si el dolor persiste durante días o no cede al
tratamiento habitual para que valore el origen del mismo y descarte la
existencia de un tumor.
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Mancha o lunar que cambia de forma, tamaño y/o color.
Consulte a su médico si una mancha o lunar sehace irregular,
crece, cambia de color y/o duele o pica, ya que puede indicarnos que
dicha lesión se está malignizando (melanoma).
El aspecto de un melanoma o una lesión maligna viene definida por estas cinco reglas:
A. Asimetría
B. Bordes irregulares
C. Color variado
D. Diámetro mayor de 6 mm.
E. Evolución (cambios recientes de aspecto)
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Sangrado o hemorragias anormales.
Consulte a su médico si aparece un sangrado para que estudie el
origen del mismo. Si la hemorragia persiste y no se realiza un
diagnóstico y tratamiento adecuado puede dar lugar a una anemia más o
menos importante según la duración y la cuantía de la pérdida de la
sangre.
Aprenda a detectar las hemorragias:
- Hemorragia vaginal (metrorragia). Se manifiesta por un sangrado
entre reglas o tras las relaciones sexuales. En una mujer menopáusica
cualquier sangrado debe ser valorado por un ginecólogo.
-Hemorragia urinaria. Se manifiesta por aparición de sangre en la orina.
Lo más frecuente es que se deba a una infección de vejiga y en este
caso cederá con tratamiento antibiótico en unos días, pero si persiste,
es importante realizar estudios para conocer el origen de la hemorragia.
-Hemorragia del tubo digestivo (rectorragia). Puede observarse como
sangre roja cuando el sangrado es próximo al ano, o mezclado con las
heces dando lugar a deposiciones de color negro cuando es en colon
ascendente o transverso.
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Tos y/o ronquera persistente.
Consulte a su médico si tiene una ronquera durante más de dos semanas
y no cede con tratamiento sintomático. Deberá ser estudiada
minuciosamente por el otorrinolaringólogo. También si es fumador y
presenta tos persistente o si previamente la padecía y esta se hace más
intensa.
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Cambios en los hábitos urinarios o intestinales.
Consulte a su médico si:
- aparecen síntomas nuevos que antes no existían como: disminución de
la fuerza del chorro al orinar, escozor, ganas de orinar por la noche.
En la mayoría de las ocasiones puede tratarse de una lesión benigna pero
es preciso realizar un diagnóstico cuanto antes.
- presenta modificación de los hábitos intestinales (pasa del
estreñimiento a la diarrea y viceversa), la alternancia de los mismos,
aparecen heces más estrechas o sensación de evacuación incompleta.
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Pérdida de peso no justificada.
Consulte a su médico si pierde peso a pesar de mantener los mismos
hábitos alimentarios y sin incrementar la actividad física. Sobre todo
si este proceso se acompaña de dolor, tos, hemorragia, etc.
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La prevención precoz, clave para un buen tratamiento |
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