Hemos hablado varias veces sobre la
importancia de poder recuperar el olfato lo más posible. Es bien sabido
que al no tener vía de aire por la nariz es muy difícil
captar los olores como antes de la laringectomía, pero eso no quiere
decir que tengamos que olvidarnos de este sentido que, aunque no sea de
los más importantes, también es nuestro y no tenemos
porqué dejarlo perder por culpa de no atenderlo suficientemente.
Tendemos a no darle importancia, y realmente si lo comparamos con otras
necesidades así es, pero cuando esas otras necesidades ya
se van cubriendo en algún momento tenemos que ocuparnos de estas
menos importantes.
Nuestro amigo y colega laringectomizado Pep Mª Miro, ha escrito unos cuantos artículos al
respecto que podemos aprovechar para recordar pasando por su blog (http://bitacora.mirollull.com/).
Buscando un poco enseguida los encontrareis.
Por eso aquí solo quiero hacer una breve referencia que sirva de
recordatorio, a la vez que dar un empuje a la recuperación de este
sentido.
Voy a hablar de tan solo
un ejercicio, muy sencillo pero muy eficaz, para conseguir este
objetivo. Lo he acompañado de unas fotos que creo explican muy bien
en qué consisten. Una de ellas es animada, al final, y nos ayudará
mucho más a comprender el ejercicio.
Básicamente consiste en hacer una especie de
fuelle con la boca cerrada moviendo la mandíbula de abajo para
arriba y viceversa. Otra manera de entenderlo es haciendo un falso
bostezo también con la boca cerrada. El resultado es el mismo. La
fuerza de las paletas del fuelle nosotros lo hacemos con el
movimiento de la barbilla. Hacia abajo creamos un hueco, un vacío,
dentro de la boca que al estar la boca cerrada se llena con el aire
que entra por las fosas nasales. Eso hace correr el aire por la zona
de las glándulas olfativas e incentivar el sentido del olfato. Así de
sencillo.
Si queremos hacer el ejercicio más completo se puede conseguir
haciendo esto
mismo con productos de distintos olores pegados a la nariz,
cualquiera puede valer, aunque al principio mejor que sean un poco
fuertes y bien definidos. Notaremos perfectamente la diferencia
entre unos y otros. Unos más y otros menos, pero con el tiempo
podemos aumentar progresivamente la gama de olores percibidos con
nitidez.
Una manera, también muy sencilla, de completar este ejercicio consiste en acercar un espejo a la nariz mientras hacemos las aspiraciones e espiraciones, mejor tapando una de los agujeros alternativamente, y al salir el aire quedará la señal de vaho sobre el espejo, al principio muy débil, pero que con la práctica se irá haciendo cada vez más grande. También sirve un cristal o un metal reluciente. No ayuda a oler, pero si a darnos cuenta de la fuerza que vamos adquiriendo. A más cerco de vaho mayor fuerza y fluidez de aire pasa por nuestras fosas nasales.
Hola Ireneu. Gracias a esta inserción de mi artículo me he dado cuenta de que algo estaba mal,y son las imágenes. Por alguna razón totalmente desconocida y anómala las originales se han sustituido por esos anagramas de la web donde cuelgo mi blog. Lo he corregido por si tambien quieres corregir el tuyo.
ResponderEliminarMe satisface que los artículos que publico sobre laringectomía y sus consecuencias puedan ser útiles. Para encontrar los artículos referidos a un aspecto se puede utilizar el enlace de la columna de la derecha que lleva al índice cronológico y temático. El enlace a que me refiero es este: http://bitacora.mirollull.com/post/115054
ResponderEliminarEstoy leyendo el articulo sobre el poder oler oo no poder oles, y me gustaría saber que tanto por ciento tiene la forma de cuando te realizan la operación, por que yo pertenezco a una asociación de laringectomizados, y unos tenemos mas olfato que otros, yo por ejemplo tengo tanto olfato como antes de operarme en cambio tengo compañero que no huelen dada ? por que ocurre eso¿ M. CASTILLO.
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