El cáncer faríngeo es una neoplasia maligna de la garganta. El cáncer faríngeo puede afectar cualquier área de la garganta, incluyendo las amígdalas y la laringe.
Frecuentemente
asociada con el uso del tabaco, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) estima que más del 40% de los cánceres en todo el mundo están
relacionados con el consumo de tabaco, con el 90% de
los cánceres que afectan a la cavidad oral. El tratamiento del cáncer
faríngeo depende de varios factores, incluyendo el posicionamiento y la
estadificación del cáncer.
El cáncer faríngeo es un término amplio
utilizado para describir una serie de tumores malignos que afectan a la
garganta. La categorización de cáncer está determinada por su
ubicación. Por ejemplo, si el cáncer se origina con la laringe, que se
conoce como cáncer subglótico. Del mismo modo, si el cáncer comienza en la parte superior de la garganta, detrás de la nariz, que se conoce como cáncer de la nasofaringe.
Síntomas
Los signos tempranos de cáncer de garganta incluyen tos persistente y dolor de garganta.
Las personas a menudo experimentan malestar cuando se tragan, lo que
puede causar que la persona coma menos, lo que lleva a la pérdida de
peso involuntaria. A medida que progresa el cáncer de la faringe, la voz
de la persona puede sufrir cambios y empezar a sonar ronca.
Causas
Es
importante entender que todas las formas de cáncer de garganta se
originan con la mutación celular anómala y la reproducción. Las células
afectadas maduran y se reproducen sin morir. Como el número de células
continúa aumentando, se forma un tumor.
Factores de riesgo
Aunque
no está claro lo que instiga a la mutación celular responsable del
desarrollo de tumores, hay varios factores que pueden aumentar el riesgo
de padecer cáncer faríngeo. Aparte del uso de tabaco en todas sus formas, la exposición al amianto y el uso regular y excesivo de alcohol también se consideran factores contribuyentes.
Las personas con el virus del papiloma humano (VPH) también se consideran en riesgo de desarrollar cáncer de faringe.
Diagnóstico
Comúnmente conocido como cáncer de garganta, el cáncer faríngeo se puede diagnosticar con la ayuda de pruebas de imagen. Si se sospecha de cáncer, un examen endoscópico
de la garganta puede llevar a cabo para evaluar el área en cuestión. Un
endoscopio, que es una pequeña cámara montada en un tubo pequeño y
flexible, se inserta en la garganta para un examen visual.
Una muestra del tejido anómalo es tomada para el análisis de laboratorio. Una tomografía por emisión de positrones (TEP), se puede realizar para evaluar la condición de la garganta y determinar el estadio de la enfermedad.
La estadificación
del cáncer es fundamental para determinar las opciones de tratamiento
adecuadas. Los tumores que no han invadido los tejidos circundantes se
consideran la primera etapa. A medida que el tumor se vuelve más
invasivo, se le da una puesta en escena de dos o tres, dependiendo de su
agresividad y los tejidos afectados. Las neoplasias más agresivas se
dan una puesta en escena de cuatro.
Tratamiento
Dependiendo de la ubicación y la estadificación del cáncer, la cirugía
puede implicar la escisión de sólo el tumor o el tumor y los tejidos
circundantes. Los cánceres extensos pueden requerir la extirpación
parcial o total de la garganta, la laringe y los ganglios linfáticos en
el cuello.
El tratamiento del cáncer puede implicar la administración de terapias de quimioterapia y radiación, que conllevan un riesgo potencial de efectos secundarios, como náuseas, pérdida de peso y fatiga.
El cáncer faríngeo puede afectar cualquier área de la garganta |
Gracias por tu aporte. En realidad, y solo lo digo por la actualidad, he visto muchos problemas de salud.
ResponderEliminarRecientemente la información que leí sobre la Salud asegura que el mundo
llegara a su fin en unos años por contaminación y lo peor, por el cáncer. Creo que es momento de cambiar.