Las náuseas y los vómitos, además de ser los efectos secundarios más frecuentes de la quimioterapia, suelen ser los más temidos.
Pueden aparecer tempranamente (1 ó 2 horas después de la
administración) o tardíamente (24 horas o más después del ciclo).
Generalmente desaparecen en unos pocos días.
Tu oncólogo conoce que fármacos son los que con mayor frecuencia
provocan estos síntomas. Si el tratamiento que va a administrarte
incluye alguno de ellos, indicará que se te administre antes de la
quimioterapia un tratamiento con algún fármaco antiemético (medicamento
cuya finalidad es hacer disminuir o desaparecer las náuseas y vómitos).
Habitualmente, también se recomienda que durante varios días se tome un
antiemético por vía oral.
Personas que han experimentado náuseas y vómitos después de la última
quimioterapia, y que además tienen un alto nivel de ansiedad, pueden
presentar vómitos anticipatorios. Este cuadro aparece por asociación de
estímulos del ambiente, distintos a la quimioterapia, con la propia
quimioterapia. Por ejemplo, se asocia el olor del hospital a la
quimioterapia, por lo que cuando se accede al centro sanitario se
desencadenan los vómitos.
Para el tratamiento de los vómitos anticipatorios también puede ser
de utilidad emplear ansiolíticos y técnicas de relajación que ayuden a
reducir el nivel general de ansiedad.
Si aparecen los síntomas anteriormente descritos, o sientes cierto
malestar, además de informar a tu médico, puedes poner en práctica
alguna de estas recomendaciones:
- Reparte la comida en pequeñas cantidades (5-6 veces al día).
- Evita olores desagradables. Es preferible que en los días posteriores al tratamiento otra persona se encargue de preparar las comidas.
- Es aconsejable tomar las comidas a temperatura ambiente o frescas, ya que las calientes pueden favorecer la aparición de náuseas.
- Come despacio, masticando bien los alimentos.
- Evita comidas ricas en grasas (frituras, salsas, quesos grasos, leche entera, etc.), ya que dificultan la digestión.
- Descansa después de cada comida, preferiblemente sentado, al menos durante una hora.
- No olvides tomar la medicación que te haya recetado el médico.
- No comas nada al menos durante 2 horas antes de acudir al hospital para recibir la quimioterapia.
En algunas personas, las náuseas y los vómitos pueden tener un
componente psicológico. Puede ocurrir, por ejemplo, que presenten éstos
síntomas antes de empezar a recibir tratamiento (al llegar al edificio
del hospital o al percibir determinados olores...). Esto se explica en
virtud de un mecanismo psicológico por el que asociamos respuestas
fisiológicas a determinadas situaciones.
En éstos casos, las técnicas de relajación y
exposición han demostrado ser útiles. Si no eres capaz de manejar y
controlar tu ansiedad y las reacciones de naúseas y vómitos por tí
mismo, puedes pedir ayuda a un psicólogo especializado.
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