Expertos alertaron que la acidez estomacal no debe tomarse a la
ligera cuando se presenta más de dos veces al mes, pues puede producir
inflamación del esófago y presentar reflujo gastroesofágico (ERGE),
esófago de Barrett y cáncer de ese órgano
.
De acuerdo con un estudio del especialista de Gastroenterología de
Mayo Clinic, Jeffrey Alexander, el reflujo ácido y la ERGE pueden
provocar la enfermedad llamada esófago de Barrett, la cual cambia el
color y la composición del tejido que reviste la parte inferior del
esófago, cambios que se vinculan con más riesgo de cáncer.
Resaltó que en la mayoría de casos, el reflujo ácido y la ERGE pueden
tratarse bien antes de que causen daños en el esófago, de ahí la
importancia de acudir al médico cuando aumentan los episodios de acidez
estomacal.
El especialista explicó que el reflujo ácido se produce cuando el
ácido estomacal refluye al esófago o conducto que conecta la garganta
con el estómago, lo que provoca un sabor de comida o líquido agrio en la
parte posterior de la boca, dolor o presión en el tórax, o una
sensación de ardor en el pecho, conocida como acidez estomacal.
Aclaró que “es muy común presentar reflujo ácido de vez en cuando y
de hecho, casi todo el mundo lo ha sentido; pero el reflujo ácido se
convierte en un problema cuando ocurre a menudo e implica gran cantidad
de ácido o afecta la parte del esófago más cercana a la garganta”.
Además, refirió que la ERGE es el tipo más fuerte de reflujo ácido y
su síntoma más común es la acidez estomacal frecuente, regurgitación de
comida o líquido agrio, dificultad para tragar, tos, silbido del pecho y
dolor del tórax, sobre todo al acostarse por la noche.
Comentó que cuando el reflujo es sólo una molestia ocasional o es
leve, es posible que sólo se necesite un medicamento de venta libre para
controlar los síntomas, como los antiácidos que neutralizan el ácido
estomacal o inhibidores de la bomba de protones, y los fármacos que
disminuyen la producción de ácido en el estómago.
Sin embargo, agregó, también es importante hacer cambios en el estilo
de vida para ayudar a controlar los síntomas de reflujo, tales como
ingerir comidas más pequeñas; evitar los alimentos que uno sabe producen
acidez estomacal u otros síntomas.
Además, se debe permanecer en posición vertical después de comer,
porque recostarse suele desencadenar esos síntomas. Asimismo, es
importante no fumar y, si una persona tiene peso elevado, se debe
esforzar por mantener un peso sano porque los kilogramos adicionales
pueden ejercer presión sobre el abdomen y ocasionar que el ácido refluya
al esófago.
Subrayó que si los medicamentos de venta libre y los cambios en el
estilo de vida no son suficientes para aliviar los síntomas, o si se
vuelven más graves, entonces es momento de acudir al médico, para
recibir un tratamiento para controlar el reflujo.
Agregó que la mayoría de las veces, los medicamentos logran controlar
el reflujo ácido y sólo en los casos más graves de ERGE, en los que los
medicamentos no son suficientes, la alternativa puede ser una cirugía,
para lo cual existen procedimientos diferentes para impedir que el ácido
estomacal ingrese al esófago.
¿Qué es?
La acidez de estómago que consiste en una especie de quemazón o ardor
sube hasta la laringe. Lo normal es que el cardias permanezca cerrado
mientras se hace la digestión. Sin embargo, en ocasiones, esta válvula
se relaja y deja pasar los ácidos gástricos al esófago. Este proceso se
denomina reflujo gastroesofágico. Hay que tener en cuenta que los
tejidos del esófago se resienten con la acción del ácido y esto puede
dar lugar a una enfermedad llamada esófago de Barrett, el paso previo al
cáncer de esófago.
Causas
Aproximadamente un tercio de la población sana experimenta reflujo
gastroesofágico al menos una vez al mes. El reflujo suele ir acompañado
de pirosis, la sensación de ardor y acidez en el esófago que no
constituye en sí mismo una enfermedad pero, si se repite frecuentemente,
puede ocasionar importantes trastornos.
Síntomas de acidez de estómago
El síntoma más común del reflujo es la pirosis o el ardor de estómago
y del esófago, pero también se puede experimentar regurgitaciones, o un
sabor ácido y amargo que invade la boca. Se diferencia de las náuseas
en que no se acompaña por contracciones de la pared abdominal. Otros
síntomas que acompañan al reflujo son la disfagia o dificultad para
tragar, que puede producir cierto dolor. Esta alteración puede
producirse en los casos más graves o incluso podría ser una señal de
cáncer esofágico. Junto con la disfagia puede producirse un dolor en el
pecho, a la altura del esternón; es importante no confundirlo con una
angina de pecho o un infarto.
Prevención
Además de evitar ciertos alimentos, el café, el tabaco y el alcohol,
cuando se produzca un episodio de acidez se debe evitar tumbarse, puesto
que esta posición favorece la subida de los ácidos al esófago. Es
preferible reposar con la cabeza por encima del tronco para facilitar la
bajada de los jugos. Si el reflujo gastroesofágico se repite con mucha
frecuencia, es recomendable acudir a un especialista para determinar la
causa, puesto que los síntomas del reflujo pueden estar ocultando una
úlcera.
Tratamientos
En caso de aparición ocasional del ardor de estómago, los antiácidos
pueden aliviar el dolor, pero siempre que se consuman de vez en cuando y
bajo un asesoramiento médico.
Es importante no despreciar sus efectos |
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