La pérdida del habla es la principal consecuencia de la laringectomía total. Cuando despertamos de la anestesia la primera reacción es intentar hablar. A veces por pura intuición y otras para ver si es cierto que no podemos. Y lo es, de nuestra garganta no saldrá el menos sonido.
Por poca información que tengamos sabemos que las posibilidades de volver a hablar son muchas, casi todas. Hay diversas maneras de conseguirlo. En este artículo haremos un resumen de cada una de ellas y sus características. El primero que nos informará al respecto será el otorrinolaringólogo que nos ha tratado.
Para aprender a hablar, el otorrino puede mandarnos a un logopeda, que son los especialistas en trastornos de voz, o simplemente nos informarán de la existencia de las asociaciones, donde las haya, de laringectomizados. Lo ideal es la combinación de las dos fuentes, es decir, ir a la vez al especialista y a la asociación. No solo son compatibles sino también complementarios. En cada sitio podremos coger lo que mejor con convenga.
VOZ ESOFÁGICA O ERIGMOFÓNICA
Este tipo de voz es el más usado y consiste en inyectar aire en el esófago para después soltarlo y producir sonidos. Es un sonido parecido a los eructos. El aprendizaje es un poco laborioso pero los efectos a largo plazo muy ventajosos.
Se empieza con sílabas sencillas para ir pasando a palabras cortas que se van alargando con frases cada vez más largas. Al principio tanto las palabras con las frases se pronuncian a trompicones y con cortes que poco a poco se irán corrigiendo hasta hacer una voz perfectamente inteligible.
La pregunta que siempre se presenta cuándo empezamos el aprendizaje es cuanto tiempo tardaremos a empezar a hablar. Para empezar a practicar es aconsejable esperar a que todo el tratamiento posoperatorio, sobre todo la radioterapia, haya terminado. Respecto al tiempo que tardaremos no es fácil decirlo, depende mucho de cada persona. También influye la edad. Lo mejor que no poner metas ni fijarnos en lo que consiguen otros. Hace falta mucha constancia y no desanimarnos aunque parezca que no avanzamos o lo hacemos demasiado despacio.
Lo positivo de este método es que la voz resultante es muy buena, aunque de poco volumen. No dependeremos de nada para hablar, la voz saldrá sola sin ayuda de nada adicional. Lo negativo es el tiempo y trabajo en conseguirla
VOZ CON PRÓTESIS FONATORIA
Como se puede apreciar en los dibujos, la prótesis es un pequeño dispositivo de silicona que se coloca en la parte interna de la garganta y que permite que el aire pase de los pulmones a la boca pero que impide que la comida pase de la boca a los pulmones.
La respiración se hace a través del estoma y tapando éste el aire pasa a la boca lo que permite hablar. Es un sistema muy práctico porque permite hablar casi desde el primer momento después de la operación, apenas necesita aprendizaje y dispondremos de mucho aire para hacerlo.
Estas son sus principales ventajas. Los inconvenientes son que al ser un elemento extraño puede acumular suciedad y hongos por lo que hay que limpiarlo con frecuencia y normalmente cambiarlo cada pocos meses. Por otra parte para poder hablar tenemos que usar una mano para tapar el estoma. Se suele usar cuando nos podemos hacer voz esofágica o para conseguir más potencia de voz.
LARINGÓFONO O LARINGE ARTIFICIAL
Es otra manera de conseguir poder hablar. Normalmente es el último recurso, cuando ninguno de los anteriores ha funcionado. Consiste en un aparato parecido a un micrófono pequeño que se coloca debajo del cuello, en lo que se puede llamar papada, y que por un sistema electrónico capta las vibraciones de la boca cuando articulamos la voz y esas vibraciones las convierte en palabras.
La voz que emite es monótona y metalizada. Parece a la voz de los robots de las películas. Pero es inteligible y en la mayoría de los casos no ofrece ninguna dificultad para poder usar por cualquier persona.
Lo más negativo es que para usarlo tenemos que tener el aparato en la mano, es decir, una mano ocupada. Hay unos aparatos que acoplan el laringófono al cuello, pero son un poco aparatosos. También su precio, en España puede llegar a costar sobre 1200.00 €, aunque se pueden encontrar más baratos a través de Internet. Por otra parte puede ocurrir que nos acostumbremos a lo sencillo y después nos cueste más hablar con voz esofágica. Lo positivo es que podemos hablar y hacernos entender y casi desde el primer momento.
VOZ DE RANA
En el período posoperatorio el paciente puede llegar de forma espontánea, y sin ayuda, a realizar una voz susurrada, algo particular, resultado de la interacción de los movimientos naturales de los órganos de la articulación del habla (labios, lengua, velo del paladar y mandíbula) y usando el aire de la boca. Gracias a esta voz susurrada, el laringectomizado llega a hacerse comprender de forma más o menos eficaz por el entorno más cercano. A esa voz se le llama voz de rana.
Tiene muy poca potencia y solo los más cercanos y acostumbrados pueden entenderlo. Por otra parte es bastante perjudicial para cuando empecemos a practicar la voz esofágica.
Por poca información que tengamos sabemos que las posibilidades de volver a hablar son muchas, casi todas. Hay diversas maneras de conseguirlo. En este artículo haremos un resumen de cada una de ellas y sus características. El primero que nos informará al respecto será el otorrinolaringólogo que nos ha tratado.
Para aprender a hablar, el otorrino puede mandarnos a un logopeda, que son los especialistas en trastornos de voz, o simplemente nos informarán de la existencia de las asociaciones, donde las haya, de laringectomizados. Lo ideal es la combinación de las dos fuentes, es decir, ir a la vez al especialista y a la asociación. No solo son compatibles sino también complementarios. En cada sitio podremos coger lo que mejor con convenga.
VOZ ESOFÁGICA O ERIGMOFÓNICA
Este tipo de voz es el más usado y consiste en inyectar aire en el esófago para después soltarlo y producir sonidos. Es un sonido parecido a los eructos. El aprendizaje es un poco laborioso pero los efectos a largo plazo muy ventajosos.
Se empieza con sílabas sencillas para ir pasando a palabras cortas que se van alargando con frases cada vez más largas. Al principio tanto las palabras con las frases se pronuncian a trompicones y con cortes que poco a poco se irán corrigiendo hasta hacer una voz perfectamente inteligible.
La pregunta que siempre se presenta cuándo empezamos el aprendizaje es cuanto tiempo tardaremos a empezar a hablar. Para empezar a practicar es aconsejable esperar a que todo el tratamiento posoperatorio, sobre todo la radioterapia, haya terminado. Respecto al tiempo que tardaremos no es fácil decirlo, depende mucho de cada persona. También influye la edad. Lo mejor que no poner metas ni fijarnos en lo que consiguen otros. Hace falta mucha constancia y no desanimarnos aunque parezca que no avanzamos o lo hacemos demasiado despacio.
Lo positivo de este método es que la voz resultante es muy buena, aunque de poco volumen. No dependeremos de nada para hablar, la voz saldrá sola sin ayuda de nada adicional. Lo negativo es el tiempo y trabajo en conseguirla
VOZ CON PRÓTESIS FONATORIA
Como se puede apreciar en los dibujos, la prótesis es un pequeño dispositivo de silicona que se coloca en la parte interna de la garganta y que permite que el aire pase de los pulmones a la boca pero que impide que la comida pase de la boca a los pulmones.
La respiración se hace a través del estoma y tapando éste el aire pasa a la boca lo que permite hablar. Es un sistema muy práctico porque permite hablar casi desde el primer momento después de la operación, apenas necesita aprendizaje y dispondremos de mucho aire para hacerlo.
Estas son sus principales ventajas. Los inconvenientes son que al ser un elemento extraño puede acumular suciedad y hongos por lo que hay que limpiarlo con frecuencia y normalmente cambiarlo cada pocos meses. Por otra parte para poder hablar tenemos que usar una mano para tapar el estoma. Se suele usar cuando nos podemos hacer voz esofágica o para conseguir más potencia de voz.
LARINGÓFONO O LARINGE ARTIFICIAL
Es otra manera de conseguir poder hablar. Normalmente es el último recurso, cuando ninguno de los anteriores ha funcionado. Consiste en un aparato parecido a un micrófono pequeño que se coloca debajo del cuello, en lo que se puede llamar papada, y que por un sistema electrónico capta las vibraciones de la boca cuando articulamos la voz y esas vibraciones las convierte en palabras.
La voz que emite es monótona y metalizada. Parece a la voz de los robots de las películas. Pero es inteligible y en la mayoría de los casos no ofrece ninguna dificultad para poder usar por cualquier persona.
Lo más negativo es que para usarlo tenemos que tener el aparato en la mano, es decir, una mano ocupada. Hay unos aparatos que acoplan el laringófono al cuello, pero son un poco aparatosos. También su precio, en España puede llegar a costar sobre 1200.00 €, aunque se pueden encontrar más baratos a través de Internet. Por otra parte puede ocurrir que nos acostumbremos a lo sencillo y después nos cueste más hablar con voz esofágica. Lo positivo es que podemos hablar y hacernos entender y casi desde el primer momento.
VOZ DE RANA
En el período posoperatorio el paciente puede llegar de forma espontánea, y sin ayuda, a realizar una voz susurrada, algo particular, resultado de la interacción de los movimientos naturales de los órganos de la articulación del habla (labios, lengua, velo del paladar y mandíbula) y usando el aire de la boca. Gracias a esta voz susurrada, el laringectomizado llega a hacerse comprender de forma más o menos eficaz por el entorno más cercano. A esa voz se le llama voz de rana.
Tiene muy poca potencia y solo los más cercanos y acostumbrados pueden entenderlo. Por otra parte es bastante perjudicial para cuando empecemos a practicar la voz esofágica.
Me permito una aclaración: Se dice en el artículo que el laringófono "por un sistema electrónico capta las vibraciones de la boca cuando articulamos la voz y esas vibraciones las convierte en palabras." Funciona justo al revés: EMITE UNAS VIBRACIONES A LA BOCA, Y LA VOCALIZACIÓN O ARTICULACIÓN LAS CONVIERTE EN SONIDOS (PALABRAS).
ResponderEliminarSr. Pep Miro yo soy uno de los laringectomizado y de verdad de que me costo muy poco.cogerle el traquillo a eso de poder recuperar la voz y en un par de meses ya podía hablar con toda facilidad, perooo eso no dejo de reconocer de que hay personas que les cuesta mas que a otras el empezar hablar y no es por que sean mas torpes o menos torpes y de verdad de que no lose, ahora soy yo el que hago de monitor y lo que les recomiendo a todos los alumnos es de que no desfallezcan que lo lograran ningún tipo mecánico, asi que a todos decirles que muchas fuerzas y ganas de hablar que seguro que lo consiguen. M. CASTILLO
ResponderEliminarA los 78 años, funcionará el método esofágico ?
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