O la del monte o la de la
campiña o la del bosque… Me refiero a la del mar porque es la que
tengo cerca, en la ribera del dique de poniente, a pocos metros sobre
las rocas que baten las olas, unos días suaves y otras levantiscas y
con fuerza. ¡Qué limpio y lenitivo el aire salobre para la tráquea,
los bronquios y los pulmones!, y mucho mejor si la respiración es la
diafragmática. ¡Y cómo huele la brisa marina y las aromáticas
oleadas de hinojo, de matas, y de pino tierno que crece en las breves
tierras abruptas del litoral.
Sé que todavía habrá
laringectomizados (o si lo preferís: personas laringectomizadas) que
abrirán unos ojos como platos al oír que el olfato funciona
perfectamente. En cuanto a la respiración, ya habrán notado que no
es lo mismo hacerlo en un parque con buena vegetación que en unas
calles con abundante circulación. Si se usa filtro MHE, se puede
comprobar como en el parque se mantiene limpio y se pone sucio en el
andar urbano. Y si se usa un cubre estoma blanco, al respirar en una
zona contaminada se formará un círculo oscuro en torno a la entrada
de la tráquea.
Y, sin embargo, qué
fácil resulta volver a oler normalmente, con su repercusión en el
disfrute del gusto. Como he explicado en anteriores artículos, sólo
hay que hacer circular aire por la nariz que, siempre, mejor o peor
según sea alta o baja la densidad de moléculas olorosas que
transporte, activará y regenerará la función del epitelio olfativo
que estaba atrofiándose por falta de estímulo.
Con sólo generar un
hueco en la cavidad bucal –una depresión– ésta se llenará de
aire por la presión atmosférica exterior, y el aire que entre usará
la vía nasal. No hay más que ejercitar lo que se conoce como
‘bostezo educado’. Manguitos para conectar la tráquea con la
boca y así respirar por la nariz, son útiles para acelerar la
reactivación del sistema pituitario, pero no imprescindibles. Y los
manómetros sirven para comprobar que se hace la acción correcta,
que se manifiesta en el desplazamiento de la columna de líquido.
Para confirmar la
eficacia del juego depresión/presión en el circuito buco-nasal,
puedo manifestar que quienes vienen a clase de habla esofágica
conmigo, están aumentado su capacidad olfativa, y que quienes están
siguiendo el método explicado en mis artículos y con los que
comentamos realización por internet, me manifiestan su mejoría
olfativa.
El olor del hinojo, un placer al alcance de los laringectomizados |
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