Como la mayoría de
nosotros podemos hablar, prestamos poca atención a la naturaleza del
habla o cómo se produce. El habla es nuestra forma habitual de
comunicación. Con ella somos capaces de transmitir, y sin ella
nuestra vida sería más complicada. Al pensar en cómo se produce el
habla, la mayoría de la gente piensa inmediatamente en los labios y
la lengua, pero participan varios órganos más del cuerpo: centros y
vías nerviosas, pulmones, tráquea, laringe (que contiene las
cuerdas vocales), faringe, nariz y boca.
La voz se produce cuando
el aire, al ser exhalado de los pulmones, hace vibrar las cuerdas
vocales. Este sonido es modificado por la lengua, labios, mejillas y
paladar. El sistema nervioso central estructura las palabras y el
lenguaje.
¿Qué pasa si la laringe
sufre alguna alteración?
La laringe puede ser
extirpada por diferentes motivos, y una de las causas más frecuentes
es por un tumor. La extirpación puede ser total o parcial, pero en
ambos casos se suele practicar también una traqueotomía: un
orificio practicado en la parte baja y anterior del cuello que
comunica la traquea con el exterior. El laringectomizado tiene que
respirar de por vida por el traqueostoma, por lo que respira aire que
no está ni filtrado, ni calentado, ni humedecido.
Aunque los
laringectomizados totales no pueden hablar de forma natural, los
parciales sufren una extirpación incompleta que les permite el paso
del aire por vías naturales, en mayor o menor grado. En este caso,
para hablar suele bastar con poner el dedo sobre el orificio
traqueal, aunque sólo pueden hacerlo durante poco tiempo.
Métodos para recuperar
el habla
Los laringectomizados
recurren a su esófago para inyectar el aire, y así poder hablar.
Existen varios métodos para mejorar el habla, desde la voz esofágica
hasta los aparatos electrónicos.
Voz esofágica: es el
método más antiguo y consiste en la producción de la voz
introduciendo aire en el tercio superior del esófago. Es una voz
ronca y con muy poco tono, y no es posible gritar. Para hacer esto y
para evitar el soplo traqueal, es necesario un proceso de
aprendizaje, con la asistencia de un logopeda.
Laringes electrónicas:
son aparatos, generalmente tubulares, con control de encendido,
volumen y tono, que producen vibraciones gracias a la fuerza de las
baterías incorporadas. Al entrar en contacto con la musculatura del
cuello, se produce un sonido que es llevado al interior de la boca
para producir una articulación normal.
Válvula fonatoria: son
unas cánulas que cuentan en su extremo exterior con una membrana
oscilante que se desplaza con la respiración y permite hablar sin
necesidad de ocluir el traqueoestoma con el dedo. Se consigue una
producción de voz similar a la de la esofágica.
La voz esofágica no es
melodiosa, aunque algunos laringectomizados consiguen cierta fluidez
en sus voces, tras cierta práctica, y con ayuda de un logopeda. Es
imprescindible estar motivado para aprender a hablar con voz
esofágica, ya que puede resultar un proceso lento en algunos casos.
A pesar de que hay personas que aprenden a hablar casi enseguida
después de la operación, otros pueden necesitar hasta un año para
desarrollar una voz comprensible. De todas formas, si no hay
progreso, entonces el uso del laringófono será lo más
recomendable.
Consejos para enfrentar
una laringectomía
Generalmente, el primer
problema es enfrentar el diagnóstico del tumor, por lo que se
aconseja intentar conocer la naturaleza de la enfermedad y de los
procedimientos quirúrgicos. Es importante hablar sobre lo que se
siente, y especialmente, sobre los temores relacionados. El enfermo
necesita siempre el apoyo de sus seres queridos. Demuéstrale que le
importas.
Cuando comienza el
proceso de aprendizaje de la voz esofágica, hay que procurar no
interrumpir al larigectomizado, y no intentar hablar por él, para
darle la oportunidad de aprender este nuevo habla. Asimismo, el que
le cueste hablar no quiere decir que le cuesta oír, por lo que hay
que hablarle con intensidad normal. A veces, apoyarse con papel y
lápiz puede ser útil, ya que el ver limitada la expresión puede
causar frustración. Como método para llamar la atención, el
laringectomizado puede aplaudir o tocar un silbato.
Por último, si el
afectado se muestra intolerante o se irrita con facilidad, intenta
comprender cómo se siente. Es importante mostrarse comprensivo y
paciente para permitirle que se exprese.
El enfermo necesita siempre el apoyo de sus seres queridos |
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