El tratamiento del cáncer puede incluir el uso de quimioterapia,
radioterapia, tratamiento biológico, cirugía o alguna combinación de
todas estas opciones terapéuticas. Todas estas opciones de tratamiento
están dirigidas a matar o erradicar el cáncer que existe en el cuerpo
del paciente. Desgraciadamente, la administración de tratamiento para el
cáncer, incluida la quimioterapia, a menudo afecta a los órganos y
tejidos normales del cuerpo que no están afectados por el cáncer. Las
consecuencias indeseadas de dañar a células sanas son una complicación
del tratamiento o un efecto secundario. Los efectos secundarios pueden
ser agudos (a corto plazo), crónicos (a un plazo más largo) o
permanentes. Cuando se evalúan los tratamientos del cáncer, los efectos
secundarios se miden y se comunican como parte de la evaluación del
tratamiento. Algunos ejemplos de efectos secundarios agudos son las
náuseas y los vómitos y las llagas orales (mucositis).
¿Por qué se producen los efectos secundarios?
Desgraciadamente, la mayoría de los fármacos de
quimioterapia no pueden distinguir entre una célula cancerosa y una
célula sana. Por tanto, la quimioterapia a menudo afecta a los tejidos y
órganos normales del cuerpo, lo que conduce a la complicación de los
tratamientos, o efectos secundarios.
Los efectos secundarios producen incomodidad, molestias y
ocasionalmente pueden ser mortales. Además, y quizá más importante, los
efectos secundarios pueden impedir a los médicos administrar la dosis
prescrita de tratamiento en el tiempo y la pauta específicos del plan de
tratamiento. Como el resultado esperado del tratamiento se basa en
administrar el tratamiento a la dosis y pauta prescritas en el plan de
tratamiento, un cambio respecto al plan de tratamiento puede reducir su
probabilidad de alcanzar un resultado óptimo. Es muy importante entender
esto. En otras palabras, los efectos secundarios no sólo producen
malestar y son desagradables, sino que también pueden comprometer su
probabilidad de curación al impedir la administración del tratamiento en
su dosis y tiempo óptimos.
¿Cuáles son los efectos secundarios más frecuentes?
Toda quimioterapia se asocia a una amplia variedad de efectos
secundarios. Sin embargo, algunos efectos secundarios se producen con
más frecuencia que otros. El hecho de que experimente efectos
secundarios, cuáles y su intensidad depende de diversos factores, como
su tipo de cáncer, el tipo de fármaco o régimen de quimioterapia que
reciba, su estado físico, su edad y otros factores. Sin embargo, los
siguientes efectos secundarios están típicamente asociados a la
quimioterapia:
- Anemia
- Cansancio
- Infección/neutropenia
- Náuseas/vómitos
- Úlceras orales
- Pérdida de pelo
- Estreñimiento
- Diarrea
- Dolor
- Problemas de reproducción y sexualidad
- Recuento bajo de plaquetas (trombocitopenia)
¿Puede hacerse algo respecto a los efectos secundarios?
Afortunadamente, en los últimos 20 años ha habido grandes
progresos en el desarrollo de tratamientos para ayudar a prevenir y
controlar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer. Estos
avances han:
- Conducido a grandes mejoras en el tratamiento de los síntomas asociados al tratamiento del cáncer
- Permitido administrar la quimioterapia con mayor exactitud y constancia,
- Hecho que muchos tratamientos del cáncer estén disponibles más ampliamente.
Por ejemplo, los fármacos modernos contra los vómitos, denominados
antieméticos, han reducido la intensidad de las náuseas y los vómitos
con la quimioterapia. Además, ahora se dispone de factores de
crecimiento de las células sanguíneas para proteger a los pacientes de
la infección, para reducir el cansancio asociado a la anemia y para
asegurar que el tratamiento puede administrarse a la dosis y pauta
previstas para alcanzar resultados óptimos.
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