El cansancio asociado al cáncer o
astenia se define como la sensación de agotamiento físico, emocional y
mental persistente, pudiendo estar producido por la propia enfermedad o
por sus tratamientos. Los pacientes lo describen como una falta de
energía que les impide realizar lo que desean, una falta de fuerzas
generalizada que no encuentra alivio con el descanso.
Es considerado por los pacientes como
uno de los efectos secundarios más molestos, no solo por su dimensión
física, sino también psicológica: falta de motivación, desgana,
irritabilidad frecuente, abandono de las relaciones sociales…
Es una de las complicaciones más
frecuentes, apareciendo hasta en el 90% de los pacientes con cáncer que
reciben tratamiento. Puede persistir durante meses o años tras finalizar
el tratamiento en más del 50% de los pacientes.
El cansancio es un efecto secundario
bien conocido de los quimioterápicos clásicos, pero también aparece en
los nuevos tratamientos con agentes antidiana. Se considera unos de los
efectos secundarios más frecuentes en los pacientes tratados con
Inhibidores de la Tirosin-Kinasa, con una frecuencia de aparición de
hasta un 75% en el caso de astenia leve, siendo los casos de astenia
severa menores de un 10%. En ocasiones la astenia está relacionada con
la aparición de un hipotiroidismo, siendo una causa tratable de astenia
(ocurre en más del 50 % de pacientes tratados con Sunitinib).
Por ello, en pacientes que presenten
astenia y que además asocien cambios en la piel, cambios en la voz o
estreñimiento es obligatorio realizar un adecuado estudio tiroideo.
¿Cómo evaluar el cansancio?
Pese a la alta frecuencia de cansancio
en los pacientes, se trata de un síntoma al que en ocasiones no se da
demasiada importancia, de ahí la necesidad de informar a su oncólogo de
su presencia.
Para evaluar el cansancio la mejor
manera es describir el grado de cansancio, para ello se puede utilizar
una escala de 0 a 10, de manera, que cero sería ausencia de cansancio y
10 el peor cansancio imaginable (4-6 cansancio moderado, 7-10 cansancio
intenso).
Los principales signos del cansancio asociado al cáncer son:
- Cansancio que no disminuye pese a descanso.
- Presenta cansancio muy intenso tras la actividad física cotidiana
- Presenta cansancio sin realizar actividades físicas
- El descaso no lo alivia
- Presenta dificultad para concentrarse
- El cansancio interfiere la vida cotidiana, dificultando las relaciones sociales, el trabajo…
- Necesita permanecer en la cama durante más tiempo del necesario.
Es importante recoger el máximo de datos sobre el cansancio, para ello puede ser de ayuda contestar estas preguntas:
- ¿Desde cuando presenta cansancio?
- ¿Ha aumentado desde el diagnóstico o con los tratamientos?
- ¿Mejora o empeora con el descanso? ¿Qué es lo que le alivia?
- ¿Cómo afecta a su vida cotidiana?
Factores asociados al cansancio
El cansancio es subjetivo, por
lo que cada paciente lo experimenta de una forma. Existen además
situaciones concurrentes que pueden influir en la percepción del
cansancio como la presencia de anemia, dolor, distrés emocional
(depresión y/o ansiedad), insomnio, desnutrición, disminución del nivel
de actividad, infecciones, insuficiencia renal, hepática o cardiaca
asociada, enfermedad pulmonar, hipotiroidismo,…
Es de máxima importancia
identificar estas situaciones al ser potencialmente tratables, ya que su
tratamiento adecuado puede hacer disminuir el cansancio.
Tratamiento
Si conocemos la causa del
cansancio el tratamiento debe ir enfocado a corregirla. Se recomienda la
corrección de los desequilibrios de líquidos y minerales, así como la
realización regular de ejerció físico adecuado a la situación de cada
paciente.
A- Medidas farmacológicas:
- Corticoides: Producen un beneficio rápido pero de corta duración (+/- 4 semanas), asocian sensación de euforia y aumento del apetito. No recomendables para tratamientos prolongados debido a sus efectos secundarios (diabetes corticoidea, atrofia muscular, S. Cushing)
- Progestágenos: Acetato de Megestrol. Mejoran el apetito, disminuyendo la sensación de astenia y aumentando el peso. El efecto aparece aproximadamente a la semana del tratamiento y persisten varios meses. Riesgo aumentado de aparición de fenómenos tromboembólicos
- Psicoestimulantes: Metilfenidato, dextrofetamina. Proporcionan sensación de bienestar, disminución de la fatiga y aumento de apetito. Son útiles para contrarrestar los efectos secundarios de los opiáceos. Presentan efectos secundarios como la euforia, insomnio, alteraciones emocionales, alucinaciones. Su uso sigue siendo controvertido por la escasez de estudios bien diseñados.
B. Ejercicio:
Aunque la realización de un esfuerzo
físico puede suponer un esfuerzo considerable, el aumento de la
actividad física puede reducir realmente el cansancio. Los estudios
realizados demuestran que los pacientes con cáncer que realizan
ejercicio constante (30 minutos diarios o 3-4 horas semanales) presentan
menos astenia y duermen mejor que los que no realizan ejercicio. Se
recomienda la realización de ejercicios suaves, diarios, siendo los más
adecuados los ejercicios aeróbicos ligeros: caminar (paseos al aire
libre), bicicleta estática o natación. En función de la situación
general, de la edad y de la presencia de otras patologías concomitantes
se valorará el ejercicio más apropiado.
C. Control Nutricional adecuado:
Muchos pacientes pierden peso, La
ingesta de las calorías necesarias, así como los líquidos, proteínas y
otros alimentos ayudan a prevenir la fatiga y a aumentar la energía.
D. Medidas psicosociales:
La carga emocional asociada al cáncer
puede agotar. Hay evidencia de que reduciendo la tensión, la ansiedad y
la depresión se obtiene un efecto beneficioso sobre la fatiga. La
consulta con el equipo de psico-oncólogos puede ayudar a disminuir la
tensión acumulada y consecuentemente mejorar el cansancio.
Consejos para pacientes:
La realización de los siguientes consejos pueden ser útiles para disminuir el cansancio:
- Es muy importante conservar la energía, emprendiendo solamente las actividades más importantes en los momentos en los que se encuentre con más energía. Hacer una lista de las actividades que desea realizar, estableciendo prioridades.
- Sea realista sobre sus limitaciones y no sea duro consigo mismo. No sea demasiado tímido o demasiado orgulloso para solicitar y aceptar ayuda de los demás. Solicite ayuda y comparta o delegue tareas en familiares y amigos
- Es muy importante mantener una rutina diaria estructurada. Se recomienda llevar un diario de las actividades cotidianas.
- Utilice métodos para reducir el estrés: técnicas de relajación, meditación, oír música, oración, hablar con otras personas….
- Mejore la calidad del sueño: reduciendo el consumo de estimulantes (cafeína)
- Mantener un equilibrio diario entre actividad física y descanso, limite el tiempo en la cama al del sueño.
- Consultar si aparece dolor, depresión, insomnio.
- Lleve una dieta equilibrada, con un consumo diario de 2 litros de agua.
- Intente llevar una vida lo más normal posible.
El aumento de la actividad física puede reducir realmente el cansancio |
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