Nota de ABL: Recordar que los médicos no recomiendan dietas para adelgazar a los pacientes con tratamientos oncológicos
La Agencia Nacional de
Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el
Trabajo afirma que la mayoría de las dietas son desequilibradas en
términos alimentarios. El 95% de los que siguen
los regímenes pasan a estar en sobrepeso cuando lo dejan.
Los regímenes para
adelgazar son en su mayoría desequilibrados en términos
alimentarios y en un 95% de los que los siguen provocan un aumento de
peso cuando los dejan, según un estudio oficial francés publicado
hoy. "Personas que no tenían problemas de peso pueden pasar a
estar en sobrepeso y desarrollar perturbaciones del comportamiento
alimentario", ha explicado el presidente del grupo de trabajo de
la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el
Medio Ambiente y el Trabajo (ANSES), Jean-Michel Lecerf.
En declaraciones a Le
Parisien, Lecerf ha señalado que a la vista de la quincena de
regímenes analizados, la conclusión general es que "contienen
demasiadas pocas fibras, vitaminas, minerales o glúcidos y, a la
inversa, demasiada sal".
Este jefe del servicio de
nutrición del Instituto Pasteur de Lille ha puesto el acento en que
son "particularmente desequilibrados" los regímenes bajos
en glúcidos, como Atkins y Dukan --que pueden generar problemas
renales por el exceso de proteínas animales--, y solo ha dado su
visto bueno al Weight Watchers.
Primero, acudir al médico
Uno de los peligros
reseñados en el estudio es el de la escalada o la sucesión de
regímenes porque para los pacientes conforme se prueban otros nuevos
se gana más peso porque "las restricciones alimentarias
perturban de forma duradera el metabolismo" y la consecuencia
final es que las personas pierden masa muscular y acumulan grasa.
A juicio de Lecerf, la
tendencia de poner cada vez más a régimen a los niños plantea
riesgos de generar alteraciones de su crecimiento, y echa la culpa a
"una dramatización del sobrepeso y de la obesidad infantil"
que lleva a muchos médicos a prescribir restricciones alimentarias.
"Lo primero que hay
que hacer cuando se tiene un problema de peso no es hacer un régimen
sino dirigirse a un médico que va a ocuparse realmente de la salud,
del estado psicológico. Eventualmente podrá decidir intervenir
sobre la alimentación, pero nunca de forma dramáticamente
restrictiva", ha argumento el nutricionista.
Es mejor evitar excesos que ponerse en riesgo con una mala dieta |
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