La familia es el medio
más cercano a la persona operada, por lo que su intervención
influye en su estabilidad afectivo-emocional. Con el laringectomizado
se pone a prueba su equilibrio. Las familias deben poseer información
sobre la nueva situación y cómo adaptarse a ella. El conseguir que
esa familia se sienta apoyada es importante para que no tienda a
segregarse.
En las distintas fases
deberá adoptar diferentes formas de conducta. La familia se
encuentra abocada a un cambio en los papeles asignados a cada uno de
sus miembros que comporta actitudes de sobreprotección o de rechazo.
La práctica clínica muestra que debe considerarse a la familia como
un enfermo satélite. Se defiende su participación en la toma de
decisiones como medio indirecto de terapia.
La mujer del
laringectomizado sufre un acúmulo de estrés a lo largo del proceso.
El estado premórbido de la relación de pareja, condicionará la
evolución posterior. No se ha de olvidar la asociación del cáncer
de laringe con tabaquismo y enolismo. El alcoholismo se encuentra
como causa posible de desestabilización en las relaciones.
La modificación del
comportamiento sexual en el paciente oncológico ha sido estudiada en
relación a distintas localizaciones tumorales. En el
laringectomizado se altera el interés sexual, por el sentimiento de
una mala imagen corporal, en el ámbito de la pérdida de autoestima,
además, los derivados del traqueostoma pueden provocar el rechazo en
la realización del acto. Para valorar como la laringectomía afecta
el equilibrio sexual del paciente es preciso evaluar su autoestima y
a la vez la importancia que concede al aspecto personal y a las
relaciones sexuales.
Actualmente, las
asociaciones son las que actúan en la esfera familiar, especialmente
con la mujer del laringectomizado, ofreciendo información a ambos
cónyuges sobre los cambios a adoptar en el terreno sexual. En
algunas asociaciones se favorece la reunión de las esposas de los
afectados cuando estos inician la rehabilitación.
El laringectomizado forma
parte de un colectivo cada vez más numeroso, en el cual se van
incorporando tanto hombres menores de 50 años como mujeres,
resultantes estas últimas de la equiparación femenina a los hábitos
tóxicos masculinos. A diferencia de otros países, en España se
observa un aumento de la incidencia de neoplasias de laringe, pues no
existe ningún programa preventivo contra sus causas principales.
Debe considerarse a la familia como un enfermo satélite |
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