¿Se puede operar cualquier cáncer de laringe?
La posibilidad de operar cualquier tipo de cáncer de laringe dependerá del criterio del equipo terapéutico. Lo que hay que valorar es si la cirugía es el mejor procedimiento, es decir, si es el tipo de tratamiento que mayores probabilidades de curación le aporta al paciente con un menor coste sobre las funciones de las que se encarga la laringe: la voz, la respiración y la deglución.
¿En qué consiste la cirugía?
La cirugía consiste en resecar el tumor con márgenes de seguridad, para intentar evitar una posible recidiva. La técnica empleada depende del estadio de la lesión y de dónde esté localizada. La laringe tiene tres partes: supraglotis, glotis y subglótis. Dependiendo de en qué área esté localizado el tumor la cirugía será diferente y sus secuelas también. El problema en relación a la supraglotis es que su extirpación condiciona la capacidad del paciente para volver a tragar bien. La epiglotis es un cartílago que protege la entrada de cuerpos en la tráquea cuando comemos o bebemos. Sin la epiglotis la comida puede pasar a la tráquea con el consiguiente riesgo de que se desarrolle una neumonía. Si se lleva a cabo una resección de la glotis, las cuerdas vocales, se produce fundamentalmente disfonía.
¿Hay diferentes formas de abordar el tumor?
El tumor se puede abordar a través de la boca, lo que se conoce como cirugía transoral o endoscópica, o con cirugía abierta haciendo una incisión en el cuello. Hay ocasiones en las que el tumor de la laringe se puede extirpar de forma endoscópica, pero luego es necesario abrir el cuello para tratar posibles extensiones (metástasis) en los ganglios linfáticos.
¿Hay distintos tipos de cirugía?
Los tipos de cirugía en el cáncer de laringe se dividen en dos: parcial y radical. La cirugía parcial busca resecar el tumor, con márgenes de seguridad, a la vez que intenta conservar las funciones de la laringe (hablar, tragar y respirar), sin necesidad de practicar una traqueotomía. Por el contrario, la cirugía radical está indicada en aquellos casos en los que la resección del tumor exige la extirpación completa de la laringe y por tanto la necesidad de llevar un traqueostoma permanente.
¿La cirugía láser es igual de efectiva?
La cirugía láser permite, en aquellos casos en los que está indicada, extirpar la lesión a través de la boca. La recuperación del paciente es más rápida y por lo tanto la estancia hospitalaria más corta. La efectividad en cuanto a supervivencia debería ser similar a la cirugía abierta, si bien los resultados definitivos dependen de la experiencia de cada cirujano para evitar las recidivas.
¿En qué casos se deben extraer las cuerdas vocales o parte de la laringe?
En aquellos casos en los que, una vez confirmada la lesión mediante biopsia, la extirpación lo exija para obtener los márgenes de seguridad oncológica necesarios.
¿Es largo el postoperatorio?
El postoperatorio puede durar 24 horas en el caso de la resección de un tumor pequeño de cuerda vocal con láser, o varias semanas en el caso de un tumor extenso con metástasis cervicales y necesidades de reconstrucción.
¿Qué cuidados hay que tener tras la operación?
Es fundamental que los pacientes intervenidos de un cáncer de laringe abandonen el consumo de tabaco y hagan un uso responsable del alcohol para evitar recidivas.
La readaptación a la vida después de la cirugía dependerá del tipo de cirugía que se haya practicado. Hay pacientes en los que la única adaptación necesaria será aceptar sus cambios en la voz. Otros necesitaran seguir estrategias de rehabilitación para adaptarse a una nueva forma de tragar los alimentos. Los pacientes que hayan recibido cirugía radical, portadores de un traqueostoma permanente, necesitarán rehabilitación para poder volver a hablar y cuidados para evitar los problemas respiratorios relacionados con el traqueostoma.
El paciente tiene que acudir a revisión periódica para controlar que no haya recidivas. Las recidivas son más frecuentes en los primeros 18 meses tras la cirugía. Es por ello que durante los primeros dos años los pacientes acuden a revisión de forma mensual o bimensual. Ante cualquier cambio en el tono de la voz, o ante la presencia de un bulto en el cuello, se recomienda que el paciente acuda inmediatamente a consulta.
La posibilidad de operar cualquier tipo de cáncer de laringe dependerá del criterio del equipo terapéutico. Lo que hay que valorar es si la cirugía es el mejor procedimiento, es decir, si es el tipo de tratamiento que mayores probabilidades de curación le aporta al paciente con un menor coste sobre las funciones de las que se encarga la laringe: la voz, la respiración y la deglución.
¿En qué consiste la cirugía?
La cirugía consiste en resecar el tumor con márgenes de seguridad, para intentar evitar una posible recidiva. La técnica empleada depende del estadio de la lesión y de dónde esté localizada. La laringe tiene tres partes: supraglotis, glotis y subglótis. Dependiendo de en qué área esté localizado el tumor la cirugía será diferente y sus secuelas también. El problema en relación a la supraglotis es que su extirpación condiciona la capacidad del paciente para volver a tragar bien. La epiglotis es un cartílago que protege la entrada de cuerpos en la tráquea cuando comemos o bebemos. Sin la epiglotis la comida puede pasar a la tráquea con el consiguiente riesgo de que se desarrolle una neumonía. Si se lleva a cabo una resección de la glotis, las cuerdas vocales, se produce fundamentalmente disfonía.
¿Hay diferentes formas de abordar el tumor?
El tumor se puede abordar a través de la boca, lo que se conoce como cirugía transoral o endoscópica, o con cirugía abierta haciendo una incisión en el cuello. Hay ocasiones en las que el tumor de la laringe se puede extirpar de forma endoscópica, pero luego es necesario abrir el cuello para tratar posibles extensiones (metástasis) en los ganglios linfáticos.
¿Hay distintos tipos de cirugía?
Los tipos de cirugía en el cáncer de laringe se dividen en dos: parcial y radical. La cirugía parcial busca resecar el tumor, con márgenes de seguridad, a la vez que intenta conservar las funciones de la laringe (hablar, tragar y respirar), sin necesidad de practicar una traqueotomía. Por el contrario, la cirugía radical está indicada en aquellos casos en los que la resección del tumor exige la extirpación completa de la laringe y por tanto la necesidad de llevar un traqueostoma permanente.
¿La cirugía láser es igual de efectiva?
La cirugía láser permite, en aquellos casos en los que está indicada, extirpar la lesión a través de la boca. La recuperación del paciente es más rápida y por lo tanto la estancia hospitalaria más corta. La efectividad en cuanto a supervivencia debería ser similar a la cirugía abierta, si bien los resultados definitivos dependen de la experiencia de cada cirujano para evitar las recidivas.
¿En qué casos se deben extraer las cuerdas vocales o parte de la laringe?
En aquellos casos en los que, una vez confirmada la lesión mediante biopsia, la extirpación lo exija para obtener los márgenes de seguridad oncológica necesarios.
¿Es largo el postoperatorio?
El postoperatorio puede durar 24 horas en el caso de la resección de un tumor pequeño de cuerda vocal con láser, o varias semanas en el caso de un tumor extenso con metástasis cervicales y necesidades de reconstrucción.
¿Qué cuidados hay que tener tras la operación?
Es fundamental que los pacientes intervenidos de un cáncer de laringe abandonen el consumo de tabaco y hagan un uso responsable del alcohol para evitar recidivas.
La readaptación a la vida después de la cirugía dependerá del tipo de cirugía que se haya practicado. Hay pacientes en los que la única adaptación necesaria será aceptar sus cambios en la voz. Otros necesitaran seguir estrategias de rehabilitación para adaptarse a una nueva forma de tragar los alimentos. Los pacientes que hayan recibido cirugía radical, portadores de un traqueostoma permanente, necesitarán rehabilitación para poder volver a hablar y cuidados para evitar los problemas respiratorios relacionados con el traqueostoma.
El paciente tiene que acudir a revisión periódica para controlar que no haya recidivas. Las recidivas son más frecuentes en los primeros 18 meses tras la cirugía. Es por ello que durante los primeros dos años los pacientes acuden a revisión de forma mensual o bimensual. Ante cualquier cambio en el tono de la voz, o ante la presencia de un bulto en el cuello, se recomienda que el paciente acuda inmediatamente a consulta.
Siempre hay que valorar si la cirugía es el mejor procedimiento |
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