- Las personas que, cumplidos los 65, sacan a pasear un perro dedican todos los días una media de 22 minutos adicionales a caminar
Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Y no es necesario que este amigo tenga que ser, obligatoriamente, humano. También puede ser una mascota. Por ejemplo, un perro. Y es que los canes –como otras mascotas– nos ayudan, en la medida de lo posible, a no sentirnos solos. Y además, nos impulsan –o según el caso, nos obligan– a hacer ejercicio. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que el sedentarismo es uno de los principales factores de muerte y mortalidad prematura. Pero, el ejercicio que supone sacar al perro, propio o ajeno, de casa, ¿tiene alguna trascendencia a nivel de salud? Pues sí. De hecho, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Glasgow Caledonia (Reino Unido), muestra que pasear al perro es suficiente para que las personas mayores cumplan con las actuales recomendaciones de actividad física.
Como explica Nancy Gee, co-autora de esta investigación publicada en la revista «BMC Public Health», «nuestros resultados indican que la tenencia de un perro puede jugar un papel muy importante a la hora de alentar a los mayores a caminar más».
¿Mayor longevidad?
Para llevar a cabo el estudio, los autores monitorizaron durante tres semanas la actividad física y el comportamiento sedentario de 86 personas que ya habían cumplido o superado los 65 años, 43 de las cuales eran propietarias de perros. Concretamente, los autores evaluaron el tiempo dedicado por los participantes a caminar, los periodos en los que permanecían sentados y el número de veces en los que se sentaban –y durante cuánto tiempo.
Como indica Philippa Dall, directora de la investigación, «nuestro trabajo muestra que las personas mayores de 64 años que tienen un perro dedican cada día una media de 22 minutos adicionales a caminar, lo que supone un extra de 2.760 pasos diarios frente a los no propietarios de estos animales. Al cabo de una semana, este tiempo adicional dedicado a caminar puede por sí mismo ser suficiente para cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa».
- Las personas mayores de 64 años que tienen un perro dedican cada día una media de 22 minutos adicionales a caminar (Philippa Dall)
Es más; los resultados también mostraron que los participantes que sacaban a los perros, propios o ajenos, tenían una menor tendencia a buscar asiento, si bien el tiempo total que pasaban sentados no difería significativamente del de los mayores que no paseaban a estos animales.
Sea como fuere, refiere Nancy Gee, «nuestro estudio ofrece una visión de cómo el hecho de tener una mascota ayuda a la gente mayor a que alcance niveles más altos de actividad física o mantenga sus niveles de ejercicio durante un mayor periodo de tiempo, lo que podría mejorar sus perspectivas de una mejor calidad de vida, mantener o mejorar su capacidad cognitiva y, quizás, aumentar su longevidad».
Propio o compartido
Y exactamente, ¿por qué los mayores propietarios de perros son, como muestra esta investigación, más activos? Pues según apuntan los propios autores, no puede saberse, dado que su estudio es de los denominados ‘observacionales’ y no permite extraer conclusiones del tipo ‘causa y efecto’. Sin embargo, y aunque no cuente con el aval científico del estudio, no parece descabellado sugerir que tener un perro estimula –u ‘obliga’– a sus dueños a tener que salir a caminar junto a sus mascotas.
Tal es así que, como concluyen los investigadores, «los médicos podrían alentar el tener un perro o compartir su cuidado para motivar a las personas mayores a ser físicamente más activas».
Sacar el perro a pasear, una forma de hacer salud |
No hay comentarios:
Publicar un comentario