Asociación Barcelonesa de Laringectomizados: La pérdida de peso por el cáncer

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lunes, 5 de octubre de 2015

La pérdida de peso por el cáncer

La pérdida de peso es común en las personas con cáncer y suele ser el primer signo notorio de la enfermedad. Tanto como el 40 % de las personas con cáncer informan pérdida de peso sin motivo al momento del diagnóstico y hasta el 80 % de las personas con cáncer avanzado experimentan pérdida de peso y caquexia o emaciación, que es una combinación de pérdida de peso y pérdida de masa corporal. La pérdida de peso y la emaciación muscular con frecuencia están asociadas con fatiga, debilidad, pérdida de energía e imposibilidad de realizar las tareas diarias. Las personas que padecen caquexia con frecuencia no pueden tolerar bien los tratamientos y pueden experimentar síntomas más intensos.

Causas

La pérdida de peso suele comenzar cuando una persona experimenta pérdida del apetito o los alimentos no le parecen atractivos. Esto puede deberse a otros efectos secundarios del cáncer o el tratamiento contra el cáncer que incluyen:
  •     Cambios en el sistema inmunitario o en el metabolismo, que es el proceso mediante el cual el cuerpo descompone los alimentos y los convierte en energía.
  •     Náuseas y vómitos.
  •     Estreñimiento.
  •     Llagas en la boca.
  •     Dificultad para tragar.
  •     Pérdida del gusto.
  •     Depresión.
  •     Dolor.

Tratamiento

Un aspecto importante de la atención y el tratamiento del cáncer es aliviar los efectos secundarios, lo que también se denomina manejo de los síntomas, cuidados paliativos o atención de apoyo. Hable con su equipo de atención médica sobre cualquier síntoma que experimente, incluido cualquier síntoma nuevo o un cambio en los síntomas.

Controlar la pérdida de peso relacionada con el cáncer es importante para su comodidad y bienestar. Las sugerencias a continuación pueden ser de utilidad:
  •     Aumente la cantidad de alimentos que come. Hable con su equipo de atención médica sobre cuánto más debe intentar comer.
  •     Evalúe consultar a su médico sobre la posibilidad de recibir alimentos directamente en el estómago a través de una sonda, que puede ser de utilidad para personas con cáncer de cabeza y cuello o de esófago que tienen dificultad para masticar o para tragar.
  •     Coma comidas livianas y evite los alimentos ricos en proteínas inmediatamente después de cada tratamiento contra el cáncer, como la quimioterapia, para ayudar a evitar la sensación de rechazo a estos alimentos debido a las náuseas o los vómitos causados por el tratamiento.

En general, no se recomienda administrar nutrientes por medio de una sonda intravenosa (IV), que es una sonda insertada en una vena, salvo cuando se espera que esa persona se recupere y cuando se requiera apoyo nutricional a corto plazo.

En algunos casos, los médicos pueden recomendar medicamentos para tratar la pérdida de peso.
  •     El acetato de megestrol (Megace) es una hormona progesterona que puede mejorar el apetito, ayudar a aumentar de peso y mejorar la sensación de bienestar de una persona.
  •     Los medicamentos esteroides pueden aumentar el apetito, mejorar la sensación de bienestar de una persona y ayudar a aliviar las náuseas, la debilidad o el dolor. Debido a sus graves efectos secundarios, los esteroides no deben usarse durante más de unas pocas semanas.
  •     La metoclopramida (Reglan) puede evitar la sensación de saciedad antes de comer una cantidad suficiente de alimentos.
  •     El reemplazo de la enzima pancreática (lipasa) ayuda al cuerpo a absorber la grasa.
  •     El dronabinol (Marinol), un cannabinoide producido en el laboratorio, puede estimular el apetito.
  •     Se están estudiando otros medicamentos para ayudar a las personas con cáncer a mejorar su apetito y aumentar de peso.

El asesoramiento nutricional puede ayudar a las personas con cáncer a introducir en su dieta nutrientes esenciales, tales como proteínas, vitaminas y minerales, y a mantener un peso corporal saludable. Solicite a su equipo de atención médica una derivación a un dietista o nutricionista matriculados. También puede encontrar un dietista a través de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).

También le puede resultar útil llevar un registro de qué, cuándo y cuánto come, que incluya cómo se sintió durante la comida y después de esta. Por ejemplo, si tuvo náuseas, sintió saciedad rápidamente o notó cambios en cómo saborea los alimentos. Estos detalles pueden ayudarle a trabajar con su equipo de atención médica para averiguar la mejor manera de mantener su peso o de aumentar el peso necesario durante el tratamiento contra el cáncer.


Es importante buscar asesoramiento nutricional

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