Nuestro organismo está constituido por órganos. Estos a su vez están formados por un conjunto de células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o a las que se mueren, para mantener la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por una serie de mecanismos, que hacen que las células se dividan, permanezcan estables o mueran.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Estas células, además de crecer sin control, pueden adquirir la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración), y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo. En este caso, se denomina tumor maligno, que es a lo que también llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales malignas, están ubicadas en la laringe, hablamos de cáncer de laringe.
Este tumor maligno puede crecer de tres maneras:
Este proceso está regulado por una serie de mecanismos, que hacen que las células se dividan, permanezcan estables o mueran.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.
Estas células, además de crecer sin control, pueden adquirir la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración), y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo. En este caso, se denomina tumor maligno, que es a lo que también llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales malignas, están ubicadas en la laringe, hablamos de cáncer de laringe.
Este tumor maligno puede crecer de tres maneras:
- Crecimiento local:
El crecimiento local se produce por invasión en profundidad desde el epitelio de la laringe (hacia la capa muscular y cartilaginosa), aunque también puede crecer hacia el interior. Puede afectar a los órganos cercanos (faringe, suelo de la boca…), o bien obstruir la vía aérea.
- Diseminación linfática:
Las estructuras supraglóticas poseen un plexo linfático muy rico, por lo que diseminan con frecuencia en los ganglios superiores del cuello (subdigástricos o yugular medio). La glotis no posee ganglios linfáticos por lo que es muy poco frecuente este tipo de diseminación (sólo cuando el tumor se ha extendido por encima o por debajo).
La zona por debajo de la glotis posee pocos vasos linfáticos. Suelen drenar a los ganglios inferiores del cuello (yugular inferior).
La zona por debajo de la glotis posee pocos vasos linfáticos. Suelen drenar a los ganglios inferiores del cuello (yugular inferior).
- Diseminación hematógena:
Esta diseminación es poco frecuente y se realiza a través de los vasos sanguíneos, preferentemente hacia el hígado y los pulmones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario