- Un enfermo recuerda que tras ocho meses mudo le pusieron el dispositivo y pudo volver a hablar
A Alejandro Ruiz le diagnosticaron un cáncer de laringe en 2014. Y tuvieron que extirpársela. Se quedó sin voz. Pasó ocho meses mudo. Hasta que un día de abril de 2015 en el Hospital Clínico le pusieron una prótesis que imita las cuerdas vocales. Y recuperó la voz.
"Cuando me pusieron la prótesis, no paré de hablar", relata. El Clínico fue pionero en Andalucía en esta técnica quirúrgica y actualmente la lidera en toda la comunidad autónoma. Desde que el hospital comenzó a implantar estos dispositivos en los años 90, ya ha devuelto la voz a unos 70 pacientes.
"Antes de tener la prótesis, tenía que comunicarme con una tablet que por cierto tenía voz de chica", recuerda Alejandro con una sonrisa. "Ahora no me imagino la vida sin la prótesis", afirma.
No todos los pacientes son candidatos a portar este tipo de dispositivo de apenas un centímetro que se coloca dentro del orificio de la traqueotomía. Deben tener destreza para la higiene de la prótesis dado que queda dentro del cuerpo. "Yo estaba deseando que me la pusieran porque cuando me quitaron la laringe me quedé mudo", sostiene Alejandro. Los cuidados del dispositivo no son un problema para él. "Es como hacer la cama o lavarme los dientes; es una rutina más de cada día".
"Cuando me pusieron la prótesis, no paré de hablar", relata. El Clínico fue pionero en Andalucía en esta técnica quirúrgica y actualmente la lidera en toda la comunidad autónoma. Desde que el hospital comenzó a implantar estos dispositivos en los años 90, ya ha devuelto la voz a unos 70 pacientes.
"Antes de tener la prótesis, tenía que comunicarme con una tablet que por cierto tenía voz de chica", recuerda Alejandro con una sonrisa. "Ahora no me imagino la vida sin la prótesis", afirma.
No todos los pacientes son candidatos a portar este tipo de dispositivo de apenas un centímetro que se coloca dentro del orificio de la traqueotomía. Deben tener destreza para la higiene de la prótesis dado que queda dentro del cuerpo. "Yo estaba deseando que me la pusieran porque cuando me quitaron la laringe me quedé mudo", sostiene Alejandro. Los cuidados del dispositivo no son un problema para él. "Es como hacer la cama o lavarme los dientes; es una rutina más de cada día".
- La prótesis hace las funciones de las cuerdas vocales extirpadas al paciente
La prótesis vibra en la garganta y hace las funciones de las cuerdas vocales extirpadas. Los pacientes a los que se les quita la laringe tienen tres formas de comunicarse: usar un laringófono, que da una voz metálica que los estigmatiza; reaprender a hablar como un ventrílocuo, lo que hace que la comunicación sea más lenta; o implantarse esta prótesis.
La ventaja de esta última alternativa "es que tiene la misma naturalidad de la voz y el mismo ritmo", explica el especialista de Oncología de Cabeza y Cuello del Clínico, Óscar Cazorla. El jefe de Otorrinolaringología del hospital, José Pérez, añade: "Con esta técnica, conseguimos que se deje de estigmatizar al paciente".
Alejandro cuenta que casi de inmediato tras la operación recuperó la voz. "Yo hablé nada más salir del hospital", aseguró. La ventaja, además, es que el uso del dispositivo es bastante natural. "Los pacientes se van de alta hablando", coincidió Cazorla.
La incidencia del cáncer de laringe en Andalucía es de 12 casos por 100.000 habitantes frente a 10 por 100.000 de la Unión Europea. Y dentro de España, esta comunidad y Asturias son las que tienen las tasas más elevadas. "Es la incidencia más alta del mundo", precisó Pérez.
La prótesis puede ponerse en la misma operación de la extirpación de la laringe o tiempo después. Luego, debe recambiarse entre una y tres veces al año en función del paciente. Cada prótesis cuesta unos 300 euros.
El gerente del Hospital Clínico, José Antonio Medina, mostró su satisfacción por los resultados: “La voz es un arma fundamental y social. Aparte de curar, hemos logrado que los pacientes tengan una comunicación mejor”, indicó. Y concluyó: “Dejar la máxima funcionalidad hace que la calidad de vida sea mayor”.
La ventaja de esta última alternativa "es que tiene la misma naturalidad de la voz y el mismo ritmo", explica el especialista de Oncología de Cabeza y Cuello del Clínico, Óscar Cazorla. El jefe de Otorrinolaringología del hospital, José Pérez, añade: "Con esta técnica, conseguimos que se deje de estigmatizar al paciente".
Alejandro cuenta que casi de inmediato tras la operación recuperó la voz. "Yo hablé nada más salir del hospital", aseguró. La ventaja, además, es que el uso del dispositivo es bastante natural. "Los pacientes se van de alta hablando", coincidió Cazorla.
La incidencia del cáncer de laringe en Andalucía es de 12 casos por 100.000 habitantes frente a 10 por 100.000 de la Unión Europea. Y dentro de España, esta comunidad y Asturias son las que tienen las tasas más elevadas. "Es la incidencia más alta del mundo", precisó Pérez.
La prótesis puede ponerse en la misma operación de la extirpación de la laringe o tiempo después. Luego, debe recambiarse entre una y tres veces al año en función del paciente. Cada prótesis cuesta unos 300 euros.
El gerente del Hospital Clínico, José Antonio Medina, mostró su satisfacción por los resultados: “La voz es un arma fundamental y social. Aparte de curar, hemos logrado que los pacientes tengan una comunicación mejor”, indicó. Y concluyó: “Dejar la máxima funcionalidad hace que la calidad de vida sea mayor”.
- Ante una ronquera persistente hay que acudir al médico
Los especialistas advierten que ante una ronquera que dura más de 15 días se debe acudir al médico. Porque justamente una alteración persistente de la voz, sobre todo en fumadores, es uno de los síntomas de que puede tratarse de un tumor. En caso de detección precoz, la curación puede alcanzar hasta el 97%. Pero la supervivencia baja a la mitad cuando se trata de cánceres avanzados.
El Doctor Cazorla explicando el funcionamiento de la prótesis |
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