- Compuestos N-nitrosos (nitratos, nitritos, nitrosamidas, nitrosaminas): los encontramos en fertilizantes que contaminan la tierra y las aguas subterráneas (agua potable, fruta y vegetales, especialmente espinacas); también en alimentos adobados, ahumados, curados, embutidos, leche y quesos, cerveza negra, whisky y algunas infusiones de hierbas. La industria alimentaria los etiqueta con la nomenclatura E-249, E-250, E-251, E-252. El antídoto que ayuda a contrarrestar estos tóxicos es la vitamina C.
- Aminas aromáticas (en carnes y pescados a la brasa o alimentos cocinados a altas temperaturas).
- Benzopireno y PAH (en alimentos cocinados a altas temperaturas, café torrefacto, beicon ahumado, aceite de girasol o oliva calentado en fuego fuerte; presentes en cultivos vegetales próximos a autopistas).
- Dioxinas (en la grasa de carnes y pescados, o en la parte grasa de quesos, leche y huevos; también en el plástico film. Proceden de la contaminación de los ríos o de los piensos utilizados para alimentar ganado).
- Bisfenol A (BFA): aditivo presente en plásticos, latas de conserva, barnices, tintes y papel reciclado. Ojo con calentar biberones con bisfenol A, porque el tóxico se impregna aún más en el alimento.
- Ftalatos: disolventes y suavizantes presentes en esmalte de uñas y cremas cosméticas, perfumes y desodorantes. Los más tóxicos son DEHP, DBP, BBP, DINP, DIDP, DNOP. Consejo: evitar la colonia a diario y dejar este hábito solo para ocasiones especiales.
- Pesticidas: DDT, HCB, endosulfán, aldrin, dieldrina, lindán, endrina, mirex, pentaclorofenol, entre otros. Se acumulan en la tierra y en la grasa de animales y humanos. El antídoto para eliminar los tóxicos que hayamos podido ingerir en el pasado es hacer una dieta rica en plantas crucíferas sin pesticidas, cúrcuma y productos fermentados, que nos pueden ayudar a excretarlos.
- Parabenos (conservantes alimentarios y cosméticos): E-214, E-215, E-216, E-217, E-218 y E-219.
- Plásticos (contienen bisfenol A, estireno y cloruro de polivinilo). El antídoto: evitar comprar comida envasado.
- Metales pesados: plomo, arsénico, mercurio y cadmio (presentes en cosméticos y pesticidas). Se relacionan con la aparición de cáncer de colon, pulmón, piel, vejiga.
Fuente: Alimentación y vida anticáncer, Odile Fernández Martínez (Ed. Urano, 2013).
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