¿Qué es el cáncer?
El cáncer se refiere a
las enfermedades en que las células anormales se dividen sin control y
son capaces de invadir otros tejidos. Las células cancerosas se pueden
diseminar a otras partes del cuerpo a través de los sistemas
circulatorio y linfático.
Existen
más de 100 tipos distintos de cáncer. A la mayoría de los cánceres se
les da el nombre de acuerdo al órgano o tipo de célula en donde
comienzan; por ejemplo, el cáncer de pulmón comienza en el pulmón y el
cáncer de laringe comienza en la laringe.
Los síntomas pueden incluir:
- Un engrosamiento o bulto en cualquier parte del cuerpo
- Aumento o pérdida de peso sin causa conocida
- Una llaga que no se cura
- Un nuevo lunar o un cambio en uno ya existente
- Ronquera o tos que no se va
- Dificultad para tragar
- Malestar después de comer
- Cambios en los hábitos intestinales y urinarios
- Hemorragia o secreción inusuales
- Debilidad o mucho cansancio
¿Cómo se relaciona el tabaquismo con el cáncer?
Fumar puede causar cáncer y luego impedir que su cuerpo lo combata:
- Las sustancias tóxicas en el humo del cigarrillo pueden debilitar el sistema inmunitario del cuerpo, haciendo más difícil matar las células cancerosas. Cuando esto pasa, las células se siguen multiplicando sin que nada las detenga.
- Las sustancias tóxicas en el humo del tabaco pueden dañar o cambiar el ADN de una célula. El ADN es el “manual de instrucciones” de las células que controla su crecimiento y funcionamiento normal. Cuando se daña el ADN, una célula puede comenzar a crecer sin control y formar un tumor canceroso.
Los médicos
saben desde hace años que fumar causa la mayoría de los cánceres de
pulmón. Este sigue siendo el caso en la actualidad. Casi 9 de cada 10
casos de cáncer de pulmón son causados por fumar cigarrillos. De hecho,
los fumadores tienen un mayor riesgo de tener cáncer del pulmón hoy en
día que en 1964 a pesar de que fuman menos cigarrillos. Una posible
explicación son los cambios en la forma en la que se fabrican los
cigarrillos así como en su contenido.
Los
tratamientos para el cáncer de pulmón siguen mejorando, pero de todas
formas siguen murieron más hombres y mujeres por este tipo de cáncer que
por cualquier otro. Más de 7 300 personas no fumadoras mueren al año
por cáncer de pulmón causado por el humo de segunda mano.
El tabaquismo puede causar cáncer en casi todas las partes de su cuerpo, incluidas las siguientes:
- Boca, nariz y garganta
- Laringe
- Tráquea
- Esófago
- Pulmones
- Estómago
- Páncreas
- Hígado
- Riñones y uréteres
- Vejiga
- Colon y recto
- Cuello uterino
- Médula ósea y sangre (leucemia)
Las
mujeres con cáncer de mama que fuman y los hombres con cáncer de
próstata que fuman pueden tener una mayor probabilidad de morir de estas
enfermedades que quienes no fuman.
El tabaco que no se fuma o no produce humo también causa cáncer, como los cánceres de:
- Esófago
- Boca y garganta
- Páncreas
¿Cómo se pueden prevenir los cánceres relacionados con el tabaquismo?
Dejar de fumar disminuye los riesgos de cánceres de pulmón, boca, garganta, esófago y laringe.
- A los 5 años después de dejar de fumar, su probabilidad de tener cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye en la mitad.
- Diez años después de fumar, su riesgo de morir por cáncer de pulmón disminuye en la mitad.
Si nadie fumara, una de cada tres muertes por cáncer en los Estados Unidos no ocurriría.
¿Cómo se trata el cáncer?
El
tratamiento depende del tipo de cáncer y de la fase de la enfermedad
(qué tan grave sea el cáncer y si se ha extendido). Los médicos también
tienen en cuenta la edad del paciente y su salud en general. A menudo,
la meta del tratamiento es curar el cáncer. En otros casos, la meta es
controlarlo o reducir los síntomas por el mayor tiempo posible. El plan
de tratamiento para una persona puede cambiar con el paso del tiempo.
La
mayoría de los planes de tratamiento incluyen operaciones, radioterapia
o quimioterapia. Algunos planes incluyen terapia hormonal (un
tratamiento que se utiliza para impedir que las células cancerosas
reciban las hormonas que necesitan para crecer). Otros planes incluyen
terapia biológica (un tratamiento que ayuda al sistema inmunitario a
combatir el cáncer).
Algunos cánceres responden mejor a una sola clase de tratamiento. Otros responden mejor a una combinación de tratamientos.
Para
pacientes que reciban dosis muy altas de quimioterapia o radioterapia,
su médico puede recomendarles un trasplante de células madre, también
conocido como trasplante de médula ósea. La razón es que los
tratamientos con dosis muy altas destruyen tanto las células cancerosas
como los glóbulos rojos normales. Un trasplante de células madre puede
ayudar al cuerpo a producir glóbulos rojos sanos para remplazar los que
se perdieron debido al tratamiento contra el cáncer. Es un procedimiento
complicado con muchos efectos secundarios y riesgos.
Dejar
de fumar mejora el pronóstico de los pacientes con cáncer. Las personas
que siguen fumando después de recibir un diagnóstico de cáncer aumentan
su riesgo de tener más cánceres en el futuro y de morir. Ellas tienen
más probabilidades de morir a causa de cáncer que quienes no fuman y una
mayor probabilidad de tener cánceres secundarios (nuevos) relacionados
con el consume de tabaco.
Fumar puede causar cáncer y luego impedir que su cuerpo lo combata |
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