La laringectomía es la cirugía para extirpar la laringe en
la garganta. Con la laringectomía, se puede extirpar todo o parte de la
laringe. Se trata de una cirugía mayor que se debe realizar siempre en
un hospital. Antes de la cirugía, el paciente recibirá anestesia general
con el fin de dejarle inconsciente y que no sufra ningún dolor. La
operación puede tardar de 5 a 9 horas.
La laringectomía se aplica para tratar el cáncer de la laringe.
Además, se lleva a cabo para paliar un trauma severo en la laringe como
consecuencia de una herida por arma de fuego u otra lesión física; y
tratar un daño severo a la laringe a causa de radioterapia.
La cirugía de laringe presenta los riesgos de
cualquier cirugía como reacciones alérgicas a los medicamentos,
problemas cardíacos y respiratorios, infección y sangrado. Además, se
pueden dar estos problemas: hematoma, infección de la herida, fístulas,
estenosis anastomótica, filtración alrededor de la perforación
traqueoesofágica, daños a áreas del esófago y la traquea, y problemas a
la hora de comer y hablar.
Los cuidados de la cirugia de laringe después de la
operación, implican que la permanencia del paciente en el hospital
durante varios días. Al despertarse de la anestesia, el paciente se
sentirá mareado y no podrá hablar. Se le pondrá una máscara de oxigeno
en su estoma, se mantendrá la cabeza elevada, se descansará mucho y de
vez en cuando se puede mover la piernas para mejorar el flujo sanguíneo.
Si en la zona de la incisión, el paciente sufre dolor, se le pueden
aplicar unas compresas calientes y dar un analgésico.
El paciente comerá a través de una vía intravenosa y
alimentaciones por sonda. Dos o tres días después de la operación, se
puede empezar a tragar alimentos, si bien lo normal es esperar de 5 a 7
días antes de comer por vía oral.
El drenaje de la tráquea se quitará a los 2-3 días.
El doctor enseñará al paciente como cuidar la cánula de traqueotomía y
del estoma. Además, el paciente debe seguir las instrucciones dadas para
ducharse y nadar, pues tiene que evitar en todo momento que el agua
entre a través de su estoma.
Para volver a hablar, se necesitará un logopeda. En
un tiempo corto, se conseguirá sin problema. También se recomienda no
levantar objetos pesados o realizar cualquier tipo de actividad
extenuante durante unas seis semanas. Poco a poco, se volverá a realizar
vida normal, si bien con precaución. Todo ello, se debe completar con
la visita al doctor para que siga la evolución de la cirugía.
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